El intendente Pablo Petrecca y el senador Juan Fiorini, ya caída la tarde y en medio de las sombras visitaron el barrio Pueblo Nuevo y lo hicieron saber a través de una gacetilla.

La buena nueva, el cambio de focos por otros más innovadores, aunque también resaltaron la poda de plantas que hace el municipio y los nuevos carteles con los nombres de las calles.

Como si se tratara de integrantes de una asociación de fomento, los funcionarios volvieron a sacarse fotos hacia la nada misma, todo con el objetivo de seguir engañando a inocentes electores en un año de sufragio.

De este modo, el “equipo” mostró lo poco que hay para mostrar, cuando debieran estar enfrascados en grandes proyectos y obras para una ciudad de casi un centenar de miles de habitantes que los necesitan, donde la política económica la padecen los comercios, los trabajadores, la industria y más aún los desposeídos de siempre a los cuales miran con desprecio.

Salen a la calle para avisar que cambiaron 200 luces LED, pero aclaran que las que se sacan “se colocan en otros barrios de la ciudad ya que cada uno tiene sus prioridades”, dejando en claro que los vecinos de Junín están divididos por categorías.

Desde su llegada al Senado bonaerenses en 2017, Fiorini presentó 22 proyectos de ley, este año lleva cinco, referidos a: normas protocolares para la bandera nacional y provincial; estableciendo que las concesionarias viales de la provincia brinden wi fi libre y gratuita; declarando reserva natural municipal al Parque Laguna de Gómez; regulando el uso y depósito de pirotecnia y declarando personalidad destacada (pos mortem) al guitarrista Juanjo Domínguez.

Tareas pobres y pobres ideas de los cuñados que llegaron prometiendo un Junín en crecimiento, aunque sólo hayan crecido la desocupación, la miseria y la desesperanza de los vecinos hacia estos iluminados.