viernes 29 de marzo de 2024

LOCALES | 19 abr 2019

Terminal de ómnibus: una “papa caliente”

El intendente Petrecca dejó para su sucesor (o para él mismo si es reelecto en octubre), el tema de la nueva terminal de ómnibus porque no quiere inaugurar nada que sea de la “herencia recibida”, ni meterse en cuestiones judiciales. Mientras tanto, la vieja estación es la foto “sesentista” con que se encuentran nuestros visitantes.


Por: Semanario

La nueva terminal de ómnibus de corta, media y larga distancia pasó de ser un emblema de las dos administraciones anteriores para convertirse en una “papa caliente” que nadie quiere agarrar.

Después de continuar la obra y desoír todos los reclamos, Pablo Petrecca siguió adelante con el convenio rubricado por la comuna con la firma Rowing, que a cambio del terreno céntrico donde se instala hoy la terminal de colectivos, prometió construir una nueva terminal en el acceso por ruta nacional 7, la pista de atletismo, un gimnasio y un edificio administrativo.

Desde la empresa prefieren no hablar pero es lógico que también están frente a un problema monumental ya que la inversión se hizo casi en su totalidad, pero no hay certezas de que vaya a recibir el canje que había sido estipulado durante la administración meonista.

Las idas y vueltas son dignas de una película de enredos, pero se trata de uno más de los problemas de gestión municipal que ha padecido la ciudad a lo largo de los años.

El titular de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse, aseguró el año pasado que a pesar de lo que faltaba para terminarla, la intención era tener la nueva terminal en funcionamiento “antes de terminar” la gestión de Pablo Petrecca, esto significa que sería como máximo al 10 de diciembre próximo.

Sin embargo, el intendente, a pesar de su “devoción” por el transporte público, en la reciente apertura de sesiones del Concejo Deliberante ni siquiera tuvo en cuenta a la nueva terminal y cuando fue consultado al respecto dijo que no habría fondos para las obras complementarias de conexión con la circunvalación, luminarias y demás, por lo que no sería factible su puesta en marcha al menos este año, dejando de lado el tema, bajo dos aspectos: o lo retomará si es reelegido o quedará para que se haga cargo quien venga atrás.

La situación por cierto carece de responsabilidad pública, cuando en lugar de dejar que esta “papa caliente” pase de mano en mano y darle una solución definitiva al tema, aunque resulta bastante laberíntico.

FASE UNO: INAUGURAR LO PROPIO

Desde la asesoría que recibe del PRO, a Petrecca se le ha recomendado que a partir de este año eleccionario todas las obras que se lleven adelante deben tener vuelo propio y no quedar “enganchadas” con anteriores administraciones. Al fin y al cabo buena parte de los trabajos que ha hecho la comuna en estos tres años y medio, tenían el empuje inicial de Mario Meoni o incluso de Abel Miguel, quien incluso fue invitado a una de las inauguraciones de asfalto en avenida Alvear cuando el ahora “lilito” colaboró con la campaña legislativa de Cambiemos en 2017.

Asimismo, en una entrevista mantenida con SEMANARIO, Meoni le “marcó la cancha” al intendente al enumerar las obras que había continuado la actual gestión y la cantidad de calles que habían preparado en la suya con cordón cuneta para posterior asfaltado, proyectos y trabajos que ahora Petrecca retomaba, incluso la nueva terminal.

Cabe recordar que después de 2017, Petrecca no inauguró más cuadras de asfalto, subejecutó el presupuesto y tuvo un ciclo 2018 para el olvido en materia de obra pública, con un sinfín de promesas incumplidas y tareas abandonadas.

Logró sin embargo un triunfo a medias con un relleno sanitario sin reciclado, que es como tirar la basura debajo de una alfombra porque no hay tratamiento y finalmente logró poner en marcha el transporte público que aún está en etapa de prueba, aunque el contrato ya está firmado por cuatro años.

Por lo tanto ha quedado poco por mostrar, administrativamente hablando, aunque en breve es probable que llegue algún apoyo de campaña en cuentagotas, algún pequeño plan de viviendas, el retome del asfaltado del camino al balneario y una vez más, resaltar la autopista para todos los distritos de acá a San Andrés de Giles.

Por lo tanto, la bandera que alguna vez izó Meoni en forma de terminal, Petrecca la dejará flotando, hasta que pasen las elecciones y saber si la papa sigue en sus manos o en las de otro.

FASE DOS: MARAÑA JUDICIAL

Petrecca considera que la obra estaría plagada de vicios judiciales, unos de carácter ambiental y otros relacionados con la ordenanza aprobada en la gestión anterior.

La primera indica que la construcción inmobiliaria está asentada sobre tierras de humedales del Río Salado y el Código de Ordenamiento Urbano Ambiental del Partido de Junín “no autoriza construcciones de uso permanente en toda la lonja de tierras inundables que van desde la laguna de Gómez a la laguna El Carpincho”.

Pero además, y como lo ha venido informando SEMANARIO, existirían presuntos “errores administrativos” de la anterior administración que no permitirían el “canje” de los terrenos actuales por la nueva obra, al menos hasta tanto se expida la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, que después de casi siete años nada dijo sobre el expediente N° 72.267/2012 en el que se planteó demanda de inconstitucionalidad y nulidad absoluta de las ordenanzas municipales que autorizan la venta del predio, y la causa, desde el año pasado, está en condiciones de dictarse sentencia, algo que todavía, inexplicablemente, no ha ocurrido y podría ser otra de las causales por lo cual Petrecca no le pone fecha a la nueva terminal, pateando la cuestión para adelante.

De todos modos, según la licitación aprobada en 2012, serían cuatro las obras que deberá entregar Rowing a cambio de los terrenos ubicados en Avenida San Martín y Sáenz Peña, ya que el compromiso con la empresa era no sólo la construcción de la terminal sino además: “la pista de la salud, un gimnasio y un edificio administrativo”.

UNA ENTRADA EN ABANDONO

Pero mientras todos miran a la nueva terminal como objeto de deseo inalcanzable, casi nadie presta atención a la vieja terminal que es la cara con que la ciudad recibe a los visitantes.

Entrar hoy a la “única” estación de micros con ojos de observador, equivale a encontrarse –más que con un viaje a algún sitio- con un pasaje en el tiempo ya que es la misma de hace tres o cuatro décadas, algo inusual para una ciudad de casi 100 mil habitantes con una universidad regional y como cabecera zonal en materia de salud, educación y justicia, sin contar la promocionada faceta turística del distrito.

Realmente es desalentador observar como se ha abandonado la “entrada” a Junín, con una estructura sesentista, a la espera de un futuro que no llega, como la zanahoria que se le pone al burro por delante para que éste siga andando.

Y así andamos, tras la zanahoria que nunca alcanzamos.

 

 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Notas Relacionadas
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias