Por: Semanario

Recientemente el bloque de concejales del Frente Renovador presentó un pedido de informes al intendente Pablo Petrecca para conocer en qué se gastaron los 100 millones de pesos destinados a la seguridad del distrito, la cual en función de las estadísticas oficiales, está cada vez peor.

Luego pusieron en duda, las “300 cuadras” que el intendente dijo haber asfaltado, como así también la calidad de las obras de pavimentación en las rutas circundantes y Avenida Alvear.

Aunque lógico, el reclamo resulta pobre en cuanto a la estructura política que ha mostrado durante estos últimos años el Concejo Deliberante, que ha sido copado por Cambiemos y algún ocasional socio como el monobloque de Andrés Rosa.

Sin embargo, esta mayoría por conveniencia hizo que todo el órgano deliberativo oficial se sumiera, por omisión o por incapacidad, en un cúmulo de reacciones que -en algunos casos- ni ellos mismos avalan

Por lo tanto, en más de tres años de gestión, Petrecca se transformó en un “puntero” de Cambiemos, que esperó los aportes del gobierno nacional para repartirlos de modo discrecional y mientras sus ediles se encolumnaban torpemente detrás, creyendo que de eso se trata su participación, la oposición, con absoluta tibieza, recibió con paciencia cada uno de los desplantes municipales.

Responder a la exigencia de un debate político abierto y creativo sobre los temas principales de la ciudad, así como profundizar en el control de la acción de un ejecutivo reforzado, implica que el Concejo Deliberante desarrolle sus potencialidades.

Insistimos en que la política es la única herramienta válida para lograr el desarrollo de los pobladores, pero para ello se requiere capacitación, experiencia y por sobre todo interés en la cosa pública, una actitud de servicio a los demás. Algo que no vemos a simple vista.

SEGURIDAD Y DEMAS

Por estos días la concejal del Frente Renovador, Carolina Echeverría dijo que “en estos años se gastaron más de 100 millones de pesos pero no sabemos en qué se gastaron. No ha habido una explicación de cómo han sido las políticas públicas en materia de seguridad”, transitando sin quererlo una fina línea de complicidad con la gestión Petrecca que hace y deshace sin control desde que llegó al poder en 2015.

Más allá de lo razonable del pedido, éste suena a “interés político”, ya que se trata de un planteo a pocos meses de las elecciones primarias, más aún cuando la edil explica que “desde que asumió, el intendente Petrecca nos quitaron las claves de RAFAM para impedir que hagamos un seguimiento de los gastos del municipios”, lo cual resulta grave desde donde se lo mire, ya que el Concejo es precisamente el contralor y dichas claves les permiten acceder a los números municipales, cosa que les vedaron durante más de tres años y “en cámara lenta” recién ahora lo denuncian públicamente.

Incluso -sostuvo Echeverría- que desde su bloque vienen haciendo pedidos de informes que no son contestados, dando a entender que el jefe comunal ni siquiera tiene en cuenta al cuerpo deliberativo, acrecentando con ello la preocupación por la situación que la misma oposición no sabe manejar.

Desde hace tres años, desde SEMANARIO hemos denunciado en forma permanente las distintas irregularidades de la gestión comunal, incluso en materia de seguridad a través del estado de los patrulleros, bicicletas de bicipolicías, internas policiales, probables zonas liberadas, combustible con sobreprecios, descontrol en algunas áreas y represión en otras. Las críticas y los análisis producto de ello se han manifestado ahora en las estadísticas que no hacen más que avalar todo lo publicado y que, lamentablemente, en ese momento no llamó la atención de los concejales ni oficialistas ni de la oposición.

LA IMPORTANCIA INSTITUCIONAL

Cada municipio está conformado por dos Departamentos: el Ejecutivo, ejercido por un ciudadano con el título de Intendente, que tiene la función de administrar la Municipalidad, y el Deliberativo, desempeñado por ciudadanos con el título de concejales.

A nivel local, el Concejo Deliberante es tan importante como el Congreso Nacional, y tiene también determinadas atribuciones que hace que sea esencial para la convivencia en el municipio.

Como contrapeso al Poder Ejecutivo, encontramos la interpelación como un instrumento de control al servicio de los concejos deliberantes frente a los departamentos ejecutivos municipales que procura efectivizar, junto con otras herramientas de control, el principio de frenos y contrapesos entre poderes de gobierno.

Sin embargo, la presencia del intendente en el recinto deliberativo como demostración del pleno ejercicio de la función de control de los legislativos locales -junto a las funciones de representar y legislar- no constituye la primera instancia a la que recurren los ediles para despejar dudas sobre cuestiones puntuales del manejo ejecutivo del municipio. De hecho, en primer lugar se recurre a realizar pedidos de informes desde el Concejo Deliberante hacia el Departamento Ejecutivo. Cuando el silencio del intendente frente a dichos pedidos se vuelve una constante, el proceso del llamado a interpelación se pone en funcionamiento.

Petrecca prácticamente ha “borrado” al Concejo Deliberante de su agenda y sólo lo ha visitado en las respectivas aperturas de sesiones porque tiene la obligación de hacerlo. Por lo demás, y merced a estrategias de “asociación”, ha logrado la mayoría a la hora de votar, aplicando claramente la “obediencia” entre los suyos a los que no se les conocen proyectos propios sino que siempre han estado atados a los dichos del Ejecutivo dejando fuera de juego a una herramienta política importante.

Por algunas de estas cosas se hace imprescindible mirar las listas que se presentarán a la hora de las elecciones y tratar de conocer a cada uno de los concejales que figuran en la “sábana”, con el objetivo de votar a conciencia y no hacerlo “a ciegas” ya que se trataría, en ese caso, de una gran irresponsabilidad cívica.

Precisamente, a través de la obediencia servil de su propia tropa como de la tibia y lenta reacción opositora, el intendente ha podido desarrollar su unicato, cuando falta muy poco para que lo termine, con la posibilidad de ser reelegido.

Recientemente, un fallo del Tribunal de Cuentas dio cuenta de irregularidades cometidas en la municipalidad de Junín durante la gestión analizada de 2017. Si bien hasta septiembre la municipalidad podrá hacer su descargo, el Concejo ya tendría que estar abriendo el tema a la comunidad para dotar de transparencia a la gestión tal como lo pregona el oficialismo.

El ejecutivo municipal ha venido negando informes acerca de subejecución de presupuestos, gastos en distintas áreas, cuestiones ambientales como calidad del agua y destino de líquidos cloacales, descontrol de las fumigaciones en los pueblos, inversiones en obras, terminal de ómnibus, aeródromo, parque natural, salas de atención de la salud, emergencia económica y laboral y mucho más, dejando a los concejales propios y opositores como si se trataran de cartón pintado.

Es interesante poder hacer un análisis acerca de la producción del Concejo Deliberante, teniendo en cuenta la productividad de los bloques y cotejar los proyectos presentados por los éstos, mostrando cuál es la principal actividad.

En este sentido es relevante pensar en el Concejo como departamento deliberativo autónomo que debe deliberar, precisamente, en torno a las cuestiones que hacen al bien común de los habitantes del municipio.

La división de poderes no parece ser una elección de Cambiemos, que a nivel nacional y provincial gusta de pasar por encima de lo legislativo con decretos, y de lo judicial con presiones, pero en el caso local debiera ser la oposición la que se encolumne en el cumplimiento de la división de poderes para funcionar como una democracia plena. Algo que no se logrará con tibiezas ni apariciones esporádicas, sino con una profunda responsabilidad por el cargo que ocupan todos y cada uno de los concejales.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 11 DE MAYO.