miércoles 2 de julio de 2025

LOCALES | 29 may. 2019

INVESTIGACIÓN SEMANARIO

El gasista amigo de Pablo Petrecca que fue contratado por más de 2 millones de pesos

El hermano del chofer del Intendente, devoto de la Iglesia Cristiana Bíblica, fue beneficiado en los dos últimos meses con la adjudicación de varias obras en diferentes escuelas.


Por: Semanario

La fe mueve montañas y llena de bendiciones a quienes creen. Y vaya si esto no es cierto en Junín, el paraíso terrenal de los fieles y devotos de la Iglesia Cristiana Bíblica, esa que supo fundar el abuelo del hoy intendente Pablo y que se perpetuó a través de una parte de su descendencia.

Fueron muchos sacrificios y años de siembra, que hoy están dando sus frutos. Tanto rezar, uno de los integrantes del núcleo primigenio del culto, logró atravesar las barreras de la espiritualidad y sumergirse de lleno en la política, para llegar a una función pública privilegiada. Y desde allí surgió la posibilidad de compensar a los hermanos más fervientes, los devotos incondicionales, los que no sólo asisten a las ceremonias semanales sino también ponen el hombro y hasta la billetera cuando hace falta, yendo un poco más allá del diezmo obligatorio.

Hoy es tiempo de recoger los frutos de las semillas plantadas, porque muchas resurgieron con fuerza de tierra fértil. Porque estuvieron siempre. Así como un día José Smith encontró una tabla de oro en la cima de la montaña que lo llevó a fundar la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, tal vez haya llegado alguna especie de mandato divino a los Petrecca/Mingrino que decidieron fundar esta Iglesia Evangelista que jamás paró de crecer y multiplicarse, como los panes de Jesús.

En Junín, se cumplió esa teoría del derrame de la que hablaba Mauricio Macri unos años atrás, y se dio en las personas y familias de esta gente fiel, que cumplió ese doble mandato y papel de creyente y militante.

LA FAMILIA DEL CHOFER

Así fue como, por ahora con bajísimo perfil, la familia del baterista del templo se llenó de bendiciones (materiales).

Patricio Gastón Alvelo cumple un rol fundamental a la hora de musicalizar las alabanzas dominicales, al menos en su papel visible. Tanto, que fue designado, el 1 de enero de 2016, en un puesto municipal al menos curioso: “Coordinador de Garaje”, personal superior, con un régimen laboral en el municipio de 45 horas semanales y un salario en blanco de $ 31.000 mensuales.

Decreto enero/16. Nombramiento de Patricio Alvelo como “Coordinador de garaje”.

Parece que tan pomposo nombramiento significa, en la práctica, ser chofer del Intendente y guiarlo en sus viajes a la Capital, interior bonaerense u otros destinos oficiales. No puede manejar y tocar la batería, pero juntos tal vez vayan recreando las canciones de gloria a Dios.

Mientras tanto, el derrame continuó por un hermano de Patricio Alvelo, Diego Gabriel, de profesión gasista. No le tocó ingresar como empleado, pero está siendo muy beneficiado con compras y trabajos contratados desde el municipio.

Según el detalle que figura en la misma página web del Gobierno de Junín, durante los últimos meses tuvo a su cargo varias obras en diferentes escuelas.

Para tareas de ampliación de red de gas natural, instalación de gas nueva, habilitación, ventilación y colocación de artefactos, cobró en abril tres pagos de $ 304.803,81; $ 494.224,22 y $ 286.786,92, o sea un total de 1.085.814,95 pesos.

Por otra parte, en marzo, se le otorgaron trabajos en el Parque Industrial (tapa de tanque de reserva, tapa superior para tanque de agua de plástico) por 562.50 pesos. En la Laguna de Gómez, fue el proveedor de una válvula de depósito de embutido por 250 pesos y más obras en escuelas (con el mismo detalle): tres pagos de 198.903,93; 685.000,00 y 221.795,28 pesos respectivamente. Alvelo embolsó 1.106.511,71 pesos durante el mes pasado.

Marzo y abril/19. Obras adjudicadas a Diego Alvelo, por un total de $ 2.192.326,66.

Apenas en los últimos dos meses, para no andar ahondando en los más de tres años de gestión, al fiel Diego Alvelo se le adjudicaron compras y trabajos por un total de 2.192.326,66 pesos.

EL TEMA DEL PAN

El pan ocupa un papel emblemático en las historias bíblicas, pero en especial en ese recordado y difundido episodio en que Jesús calma el hambre de mucha gente, multiplicándolo.

En un suceso mucho más burdo, la historia se trasladó más de 2000 años y hasta América, para hacer la propia experiencia.

El tema explotó en la sesión del Concejo Deliberante, después que los acólitos de Cambiemos acusaran a la oposición de pergeñar una maniobra despreciable: querer dejar sin comida a los chicos en las escuelas. Pero, la votación en contra de licitaciones, tenía una explicación de parte del Frente Renovador: se trataba de una compra directa de pan por casi 2.000.000 de pesos –que debe enviarse en forma inmediata para ser autorizada por el Concejo- y encima, a una empleada municipal, según un decreto del señor Intendente de enero de este año que fue correspondientemente difundido.

La cuestión se complicó. Apareció Adrián Feldman, haciendo uso de su lengua filosa y ocurrentes comparaciones, quien primero anunció que iban a denunciar penalmente al “desvergonzado” Maximiliano Berestein, aunque lo terminaron invitando a presentarse a Tribunales si tenía pruebas de algún ilícito.

No quedó ahí. Se prendieron al reclamo desde el Sindicato de Panaderos y el tema tomó trascendencia por todos lados, menos –ya se sabe- en los diarios, páginas y micrófonos amigos, que ni siquiera dieron a conocer cuando los ediles del Frente Renovador difundieron una ampliación de la presentación realizada ante el Tribunal de Cuentas.

Los oficialistas pasaron de una actitud casi patotera a un silencio atroz, casi sin intermedios. Es que la sindicada panadera, de nombre Gabriela Victoria Orellano, es empleada municipal en el área conducida por Marisa Ferrari, la Secretaría de Desarrollo Social.

Pero no sólo eso: es una ferviente adherente a la fe petrequista, de esas que ocupan los primeros bancos y cantan con fuerzas las alabanzas al Señor. Tanto, que en su primer ingreso al municipio, allá por la gestión Meoni, cumplió con tareas de “lleva y trae” que favorecieron la campaña de Cambiemos.

No muy apegada a su rol laboral, con reiteradas ausencias y ‘escapadas’, fue recompensada por su fidelidad y tomada otra vez como empleada municipal.

Pero ahora, el agradecimiento llegó un poco más allá: su pequeña panadería, ubicada muy cerca de la iglesia de la familia Petrecca, se hizo proveedora del pan de los comedores escolares, por la friolera (hasta ahora) de 2 millones de pesos. La reencarnación del milagro de la multiplicación de los panes.

LOS PRIMEROS SOCIOS

Pera esta conducta repetida, casi como un patrón, desde el gobierno municipal, que puede ser legal en sus procedimientos pero al menos despierta sospechas y desconfianzas desde lo ético, comenzó con las obras de Mingrino, un nombre desconocido para los juninenses hasta la asunción de Petrecca en el municipio.

Desde su llegada a Palacio, el nombre de “Mingrino Construcciones” comenzó a sonar cada vez más fuerte: en carteles de obras públicas y en las contrataciones que figuran en la página web del municipio. Sólo en el 2017, consiguió obras por más de 22 millones de pesos. Para los juninenses, emergió como una empresa más. Pero lo cierto es que el abuelo y el padre del actual intendente tienen viejísimas conexiones religiosas, de amistad y de negocios con esta familia de la construcción.

Según cuenta la historia, tras la llegada al país de los Mingrino, por los años ’60, el abuelo del actual intendente juninense se sumó al redituable emprendimiento de la fe, así que juntos construyeron la Iglesia Cristiana Bíblica.

Al parecer, el desembarco en la obra pública juninense recién se percibió cuando, amparados por las facultades que la emergencia vial le otorga al Departamento Ejecutivo, el Intendente resolvió contratar al amigo Mingrino para la construcción de los refugios para futuros pasajeros del transporte público local.

Estos techitos con asiento le costaron al municipio 9 millones de pesos. Sin licitación pública, como correspondería por el monto, precisamente por las medidas de ‘urgencia’ que la emergencia vial le permite tomar a las autoridades municipales. Son 9 millones de pesos que embolsaron los Mingrino, además de otros 20 que ya cobraron y están percibiendo por la adjudicación de otros varios trabajos en la ciudad.

Acá, tras una denuncia presentada por los concejales del FR, la fiscal Vanina “Manuelita” Lisazo por una vez apuró los trámites, tal vez por su afán de hacer méritos para ser nombrada en el cargo de fiscal general, y resolvió no aceptar la demanda por no detectarse irregularidades en la adjudicación de las obras.

Bajo el título de “No somos lo mismo”, Pablo Petrecca primero lo publicó en un diario amigo, después se expresó en las redes sociales, sacando pecho y gritando a lo Tarzán: “Esta causa era un invento de la oposición, tratando de tapar los avances que tuvo la ciudad en estos últimos 3 años, con el único objetivo de manchar a personas honestas”.

“Una vez más, se hizo justicia demostrando que no somos lo mismo”, aseguró el Intendente.

EN FAMILIA

Pero a Pablo Petrecca parece que no le preocupa, además de ser honesto, parecerlo. Solo salió dos veces a responder públicamente: con la nueva casa que se compró, producto de los muchos trabajos que tienen entre su esposa y él, y cuando trascendió el jugoso plazo fijo que tenía su hermano Cristhian, el Pastor.

Según dicen allegados, ese dinero correspondería a la venta de un departamento familiar, que habría sido un “regalo” de los fieles, una especie de diezmo muy generoso.

Se supo entonces que a su nombre también figuraban un Renault Sandero Plus y un Nissan Versa, mientras que su esposa tiene a su nombre otros dos autos: un Fiat Palio y un Chevrolet Corsa. Nada de bicicletas, como pregonaba su hermano el político antes del 2015.

Mientras, se habló de una “red” en la que estaban involucrados en presuntos negocios inmobiliarios en los que estaban incluidos el ex funcionario municipal Guillermo Alberti y su esposa Marta Monserrat, a la vez tesorera del jardín de infantes y la Iglesia Catedral de la Esperanza, junto al jefe de la Anses y hermano del Intendente, Walter Petrecca, y su mujer María E. Calissano.

ENTRE AMIGOS

“Al enemigo, ni justicia”, reza la frase que se le atribuye al general Juan Domingo Perón, una persona lejos de sus pasos políticos, pero cerca de la metodología de acción del intendente Petrecca y familia feligresa.

No siempre puede cuestionarse la legalidad de los actos públicos, de hecho a veces hasta tienen justificaciones acertadas. Pero, como bien sabrá el discípulo marketinero de Macri, también es importante que la gente no crea que puede haber preferencias entre un mortal común y un discípulo de Cristo, hermano en la fe dentro de la “Catedral de la Esperanza”. Al menos, se han detectado varios movimientos “llamativos” que parecen indicar que pesan los favoritismos.

Las obras a la empresa propiedad de uno de los fundadores del culto, la empleada municipal y también proveedora de pan, el baterista chofer y su hermano el gasista a cargo de obras y provisión de materiales… tal vez esté todo bien en los papeles, quién sabe. Pero, mirando con los ojos del vecino común, sobre todo ese que ni trabajo tiene… qué difícil resulta pensar que no son lo mismo.

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 25 DE MAYO 2019 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA  

 
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