miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 15 jun 2019

EDITORIAL

Vivir de prestado (II)

Vivimos de lo que nos prestan y por cierto la independencia, propia y del país, han quedado relegadas.


Por: Semanario

En noviembre de 2017, a poco del éxito electoral de Cambiemos en las tres jurisdicciones que nos ocupan -Nacional, provincial y municipal- advertíamos en una de nuestras notas acerca de la peligrosidad de “vivir de prestado”, tal como promovía el gobierno, ya fuera para adentro como para afuera.

El jefe del oficialismo y Presidente de la Nación Mauricio Macri, anunciaba que se seguiría tomando deuda para hacer frente a lo que no se decía abiertamente pero necesitaba contener y era –precisamente- esta crisis económica que, a dos años vista, se hizo mucho más pronunciada.

Hoy, según advierten los especialistas, se pagan cinco mil millones de pesos diarios ($5.000.000.000) de la deuda, lo cual no se computa a la hora de medir el déficit público y es por eso que el Gobierno nacional dice tenerlo controlado.

Este endeudamiento, a las claras resulta un escollo que será difícil de saltar por parte del gobierno que logre ganar los comicios de octubre.

Quién puede acaso dejar de pensar acerca de si se trata de una estrategia para que la próxima gestión (de no ser el oficialismo actual), trastabille tempranamente y la presión de los deudores termine poniendo la bandera de remate a nuestros recursos naturales, al menos a los que quedan, que tampoco son todos ni son tantos.

La semana pasada, el ex senador bonaerense Sebastián Galmarini, politólogo y referente del Frente Renovador, estuvo en Junín para dar una charla sobre procesos electorales, dejando en claro la necesidad de terminar con la especulación política, al igual que ocurre con la economía.

Pero además, dejó traslucir la apatía generalizada del votante común “que –dijo el especialista- no le queda tiempo para analizar las listas de candidatos”.

Esta aseveración plantea un serio riesgo a partir de que si le sumamos el bombardeo mediático y de redes sociales, los partidos políticos serán elegidos por efecto del marketing y no por el propio valor de que podrá representar efectivamente a la gente, ya que la única beneficiada será la clase política y su entorno amiguero.

Si esto lo llevamos a los planos macro y micro, podemos advertir en primer lugar las necesidades que poseen muchos países desarrollados en materia de recursos minerales (como el litio) y recursos alimenticios (granos) los cuales, merced al profundo endeudamiento, serán garantía hacia el futuro.

En tanto, a nivel local, el intendente Pablo Petrecca  desde el segundo semestre del año pasado ha tomado deuda en forma constante para llevar a cabo obras que finalmente no se han concretado o la compra de maquinaria y proyectos onerosos como el del espigón del balneario, cuando lo que se muestra luego es el recambio de los foquitos de luz y la oposición en el Concejo Deliberante no le aprueba la rendición de cuentas, porque no se sabe adónde ha ido a parar la plata porque, además, les han franqueado la posibilidad de revisar las cuentas de la administración comunal.

Durante la campaña presidencial de 2015 y en distintas oportunidades, los candidatos de la alianza Cambiemos, acusaron al gobierno de entonces de estar “minando” la economía para promover fracasos en la futura gestión. Esto finalmente no ocurrió y los desaguisados acontecidos en estos casi cuatro años han sido cometidos en su mayoría por la despiadada política neoliberal, apuntada a endeudarse al mismo tiempo que ajusta, dejando un pasivo que, sin dudarlo, puede resultar fatal para quien el próximo año deba resolver las cuestiones político sociales de la Argentina, un país en quiebra, una provincia sostenida por más planes que los dejados por el kirchnerismo y un municipio de Junín con deudas en dinero y en horas de mantenimiento distrital.

Una ecuación altamente peligrosa que requerirá de una buena mano para conducir.

 

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