jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 22 jun 2019

RUTAS EN JUNÍN

Mansos pagadores de peaje

La cabina de cobro de Saforcada en la RN 7 será llevada a Chacabuco, de ese modo, lo que las concesionarias no pudieron lograr en los ’90 por la protesta local, podrán concretarlo ahora con la anuencia oficialista.


Por: Semanario

Las concesionarias de peaje instauradas por el menemismo en los años ’90 en lo que hace particularmente a nuestra región no avanzaron prácticamente en nada.

Pasaron 25 años y a pesar de no tener el ferrocarril de carga ni de pasajeros, con el parque automotor creciendo de modo exponencial y agudizándose el traslado de cultivos en camiones, la rutas sieguen siendo la misma franja de uno y otro lado, por lo cual lo único que ha crecido tras la instauración de los peajes ha sido el número de muertes por siniestros viales.

Y lo que el neoliberalismo de entonces “vendía” como un remedio para hacer crecer al país dejando de lado al Estado deficitario, terminó siendo un negocio redondo para los amigos del poder que se hicieron de los peajes y facturaron por cabinas.

Y fue en aquellos años que el intendente Abel Miguel y los concejales de entonces ponían el grito en el cielo ante la posibilidad de que Junín estuviera rodeada de peajes con el costo que ello implicaría para el bolsillo de los vecinos.

Fue de ese modo que uno de esos peajes que se iba a colocar entre Chacabuco y Junín, por la ruta 7, terminó en Saforcada, para no seguir generando controversias vecinales, que ya se acrecentaban por el ubicado en la ruta 188, antes de Agustín Roca, y por el que hubo que levantar un clamor popular para conseguir pases que no dejaran a los vecinos del pueblo juninense en calidad de kelpers.

Hoy la situación es distinta ya que en manos de un jefe comunal sólo preocupado por quedar bien con sus jefes políticos, la concesionaria a cargo del mantenimiento de la ruta 7 y el gobierno nacional se agazapan para inaugurar próximamente el peaje en Chacabuco, a poco de la curva conocida como de Coliqueo.

Desde allí podrán tener a mano a más cantidad de pagadores, aún sin terminar la autopista como se había prometido (otro incumplimiento) y luego de haber aumentado 10 veces el peaje en la cabina de Villa Espil, en el Partido de Luján, tras habilitar el tramo que llega hasta San Andrés de Giles y que fuera construido en un 99% por el gobierno anterior.

Llamativamente, deberán pagar los chacabuquenses que lleguen a Junín, quienes quedaron fuera del “sorteo de doble vía” y, además, el sector que los llevará hasta Carmen de Areco seguirá paralizado.

El tótem de Cambiemos (hoy Juntos por el Cambio) que sería motivo de adoración por parte de sus electores (y que al fin, junto al resto, son “todos” los que pagan la obra), ya no será tan amplio como lo prometieron, ni tampoco se asegura su finalización parcial. Todo es parte de un marketing absurdo que tratan de sostener cuando la realidad muestra una profunda ineptitud de gestión para llevar a cabo una obra que tantos anhelaban y terminó en frustración.

Mantenidos en la 188

El año pasado, desde Vialidad Nacional se indicó que por el incumplimiento de las concesionarias serían levantados los peajes de la ruta 188 a la altura del distrito de Ameghino, en Agustín Roca de Junín y en J. A. de la Peña en Pergamino.

Lo sorprendente es que tras el reclamo del sindicato y protesta de los trabajadores, la medida no se llevó a cabo, no hubo mejoras en la concesión y los usuarios deben seguir pagando por una contraprestación inexistente.

Es entendible la situación de los trabajadores de las cabinas y demás, pero a todas luces resulta disparatado que sea el que pasa por las cabinas quien deba hacerse cargo del salario de estos trabajadores, cuando hasta el mismo organismo del Estado dijo que no había argumentos para sostenerlo.

Una más en contra de la gente, propiciada por un Estado al que poco le importa todo.

 

 

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