Estaba durmiendo afuera de la terminal de ómnibus. Pero muy pocos ojos lo ven y muchas menos manos se tienden para rescatarlo, sin hablar de la ausencia total del municipio en lo que debería ser una tarea obligatoria.

El hombre estaba en ese lugar, con frío y sin ningún tipo de reparo, hasta que una chica se acercó y le habló. Ella misma y un grupo de amigos se abocaron durante seis horas a hacerle la vida más fácil: lo llevaron a merendar, lo hicieron atender en el Hospital, lo vistieron, lo higienizaron y le consiguieron una habitación para dormir.

Pero es sólo el comienzo de lo que seguramente se transformará en una cadena de solidaridad, dado que ahora se requiere ropa de abrigo con urgencia para este señor.

Usa talle L, calza 42, y cualquier cosa será bienvenida en Benito de Miguel 380, o comunicándose al número 2364 545054 pasan a retirar.