Por: Semanario

La Asociación de Arquitectos de Junín es una institución local compuesta por profesionales juninenses que pueden asociarse de modo voluntario y cuenta con 37 años de vida.

Incluso, su creación es previa a la del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires por parte de aquel grupo primigenio que comenzó a convocarse hace casi cuatro décadas y que entre otras buenas cosas consiguieron el predio de Zapiola 70, sede de la entidad, a cambio de la tarea que llevaron a cabo para la municipalidad en el proyecto del Parque Borchex.

SEMANARIO entrevistó al presidente y vice de la entidad, Pablo Navone y Federico Alzari, respectivamente, quienes plantearon interesantes propuestas a la hora de hacer aportes a la gestión municipal para un desarrollo de Junín ordenado, eficiente y sustentable, y destacando que “el espíritu de esta institución es desde su fundación el de participar activamente en hechos que tienen que ver con el desarrollo de la ciudad”.

-¿Qué es un arquitecto en su definición y cómo participa en estos hechos?

-Por nuestra formación académica tenemos incorporado el proyecto desde la cuestión micro como una vivienda a lo macro que ya es la cuestión territorial y urbanística. Estamos capacitados para esas cuestiones y siempre tenemos una mirada enfocada en ello.

-¿Qué mirada tienen como arquitectos desde el Junín de aquellos inicios con la concreción del Parque Borchex, hasta esta ciudad de hoy?

-La realidad es que hemos tenido distintas etapas en la participación activa en función de los distintos gobiernos que pasaron. Desde la institución siempre hubo una voluntad de elaborar programas, proyectos y demás y eventualmente cuando no había convocatoria, desde la crítica o el apoyo siempre hubo voluntad de participar. Creemos que tenemos una responsabilidad ciudadana en esto y por supuesto que los equipos técnicos municipales se nutren de profesionales, pero consideramos que la dinámica diaria de una gestión municipal, a veces por la urgencias, no permiten una mirada global en términos de planificación y nosotros creemos que tenemos esa obligación, al menos de ofrecer un masa crítica en pos de una mejor ciudad.

En el transcurso de los años se fueron haciendo planes estratégicos y nosotros tenemos una mirada particular sobre algo que es multidisciplinario, porque esencialmente hay que tener en cuenta a los habitantes. Esos planes indican un poco el marcar hacia dónde querés que vaya la ciudad y el último de ellos fue el del 2001, en la época de Abel Miguel, y después se fueron haciendo ajustes a ese plan director. Allí se marcaban distintas política pero pasaron ya 18 años y obviamente las ciudades son dinámicas, por economía, clima y otros contextos.

-¿Precisamente que tan dinámico resulta el desarrollo urbano como para que ya sea hora de hacer algo nuevo?

-El desarrollo urbano tiene incidencia permanente. Tenemos hechos concretos como el tema de la autopista de la Ruta 7, eso no es un hecho menor. Nadie puede oponerse, pero consideramos que desde la ciudad tiene que haber una mirada que contextualice esta nueva realidad con el futuro inmediato y el de largo plazo.

Consideremos como fue la incidencia del paso del ferrocarril por la ciudad. Pasó por el borde, la ciudad se expandió y hoy tenemos 48 hectáreas en el medio de la ciudad en estado de semiabandono porque no se sabe qué hacer y debieran ser parte de un plan. Hoy es una barrera, pero tiene un potencial enorme.

Y aunque cada gobierno tenga su mirada, Junín ya tendría que tener planteado y hay que discutirlo en forma urgente y de modo abierto. El plan estratégico del 2001 tiraba líneas de trabajo al respecto, pero era poco lo que se sabía en ese momento porque tampoco había –ni hay- posesión de esas tierras.

Eso habría que revisarlo, como por ejemplo que se determinaba que la mayor superficie sea destinada a espacios verdes y que el resto se vería que otros usos pueden darse. Pero ya pasaron casi 20 años y habría que analizarlo desde las perspectivas actuales.

-Habrá que ver qué se privilegia, si son los espacios verdes, las fuentes de trabajo, la universidad que antes no existía, la tecnología actual. O ver qué pasa con el ferrocarril, que tampoco tiene un plan…

-Por eso mismo, los procesos industriales han cambiado de tal forma que hay que rever esos espacios. Entonces se trata de un montón de escenarios que van cambiando que hacen que la mirada y el análisis deban ser permanentes.

A TRABAJAR

-¿Y quien debe motorizar ese debate?

-Sin dudas que es el Estado. Que tiene la potestad y la responsabilidad de hacerlo y las instituciones tienen que estar preparadas para acompañarlo.

-Es un tema que claramente a ustedes los apasiona

-Nos apasiona, pero insistimos en que esto conlleva una responsabilidad. Tenemos la capacidad y la obligación de estar dedicando nuestro tiempo a esto porque en definitiva es una cuestión de amor hacia la ciudad. Y como en toda institución acá hay gente que está con la dedicación y el deseo de estar participando en todo esto.

-Como entidad hay compromiso y responsabilidad, de hecho en la convocatoria que hicieron recientemente para conocer la opinión de los precandidatos a intendente, hay una docena de ítems que abordan las principales problemáticas de la ciudad, desde temas habitacionales, hasta ambientales, pasando por los de infraestructura y desarrollo territorial.

-Como profesionales tenemos una idea, pero también tenemos nuestros debates internos. Mantenemos una base de trabajo y sería bueno que cualquiera que venga ahora a ocupar la intendencia, tenga los planes marcados. Por ejemplo, si Nación o provincia te ofrece un plan de viviendas es bueno saber dónde lo realizarás y que ventajas comparativas obtendrías.

Si no se corre el riesgo de que como en el caso del ferrocarril o la autopista, llegue algún producto “enlatado” de la Nación y qué vamos a hacer ¿Vamos a mirarlo nada más? Aplaudirlo. La opinión local es fundamental porque los que conocemos la ciudad somos nosotros, los juninenses. Entonces el gobierno de turno tiene que tener el apoyo de este tipo de instituciones.

-Le damos cloacas a los vecinos, pero no tenemos planta potabilizadora de líquidos cloacales, por ejemplo.

-Por eso es que puntualmente hablamos de expansión urbana. También tenemos mucho trabajo realizado en este sentido, diagnóstico y soluciones. Vemos muchos sectores vacíos en el casco de la ciudad, hectáreas que se siguen sembrando cuando está prohibido hacer eso.  El casco urbano tiene capacidad para albergar a entre 350 y 400 mil personas y hay terrenos que ni siquiera están loteados, sino que son hectáreas.

Por eso el Estado tiene que regular estas cuestiones y que no pase como con el plan Pro.Cre.Ar, que fue una explosión de construcción en cualquier lado, donde la gente salió a buscar terrenos porque le otorgaban el crédito y hubo un negocio privado aprovechando la situación y aumentando los precios.

Esto tiene que estar definido previamente por el municipio, que además debe tener un plan organizado. Si hubiese tenido un banco de tierras podría haber regulado el precio y organizar mejor la distribución en lugares con distintos servicios y no estar obligado luego a llevarlos a lugares alejados.

-¿Qué pasa con los humedales en torno al canal del Salado? Allí hubo un desarrollo tal vez erróneo

-Bueno, ahora hay que esperar el fallo de la Corte Suprema por la nueva terminal de ómnibus y no se sabe qué puede pasar. Si se hubiese planificado antes se podría haber evitado. Ese no era el lugar. Inclusive todo el terraplén que se tuvo que hacer ante el avance de las inundaciones hace dos años, es un gasto de recursos inútil que de haber estado bien organizado no era necesario. Por eso decimos que el Estado tiene herramientas para controlar el negocio inmobiliario en favor de todos y debe hacerlo. El gobierno debe manejar el mercado con planes que orienten el crecimiento.

-¿Qué sensación se llevaron tras la reunión con los precandidatos?

-Hicimos un temario orientativo y prácticamente todos lo tomaron y lo abordaron. Hay distintas miradas sobre los temas, pero resaltamos que hay coincidencias en hacer una revisión sobre el trazado de la autopista, que no tuvo la apertura y debate suficiente para abordar previamente esa temática de manera profesional. Hay que analizar que trascendencia tiene ese trazado.

También se dio importancia al tema de la vivienda social y cómo encarar la situación. Hoy vemos que hay cada vez más asentamientos y es una muestra clara de la necesidad que hay y volvemos al tema de que el gobierno municipal tiene que tener una previsión al respecto de disponer de tierra para ello. Sabemos que dentro del casco urbano eso está, pero hay que implementar políticas que fomenten ese crecimiento y ese desarrollo. Hoy está de moda y funcionando bien los convenios público privado.

En este caso el municipio podría acercarse a un privado que tenga una determinada cantidad de hectáreas en la ciudad, se asocia y le lleva el cordón cuneta, cloaca, agua y mejorado y el propietario se beneficia y eso se urbaniza. El municipio se queda con un porcentaje de los lotes y el propietario con el otro. Y de esa manera va generando banco de tierras y lleva la ciudad de modo organizado.

-Ese trabajo no se hace

-Lo que hay que hacer es que el municipio salga a buscar al privado y que haya gente que se dedique a eso. Pasa también que el día a día del municipio a veces hace que estas cosas pasen a segundo término.

-Pero podrían hacer un convenio con la asociación de ustedes para trabajar en forma integrada

-Por supuesto. Aunque acá nadie tiene la verdad y se necesita de una tarea interdisciplinaria del Estado y las instituciones intermedias. Ahí creemos que hay que fortalecer las iniciativas.

Por eso la convocatoria nos dio mucha satisfacción. Lamentablemente no vinieron todos porque el espacio político de Mario Meoni no participó y el intendente Pablo Petrecca mandó a su secretario de obras públicas.

Fue un ámbito de respeto y todos brindaron sus ideas y esperamos que este sea el lugar para que este tipo de cuestiones se discutan y se trabajen. Más allá de que haya fuerzas políticas que no lleguen a poner un concejal, las ideas son buenas y son para analizarlas.

Es una forma de generar consciencia y los candidatos estuvieron a la altura de las circunstancias y más aún que eran temas técnicos y muy puntuales. La idea fue poner estas cuestiones en la agenda cotidiana y marcar estos temas para su exposición, algo que nos parece muy saludable y tenemos idea de seguir haciendo estas convocatorias.

Concurso de ideas

Para la Asociación de Arquitectos local, resultaría muy importante tomar la experiencia de otras ciudades. “Entendemos que todo proyecto que tenga que ver con el diseño de lo territorial y la obra pública debe contar con la herramienta del Concurso Público de Ideas o Proyectos”.

Para ello, se determina una cuestión urbana a solucionar, como pudo ser en su momento la terminal o el predio ferroviario o una plaza o lo que sea.

El gobierno municipal puede llamar a este concurso y luego sobre la mesa de debate tiene montones de ideas que abren muchísimo el panorama de trabajo y decidir en consecuencia.

Dicen que “esto además genera mucha dinámica en la ciudad porque hay mucha gente pensando el proyecto y eso juega en favor de la excelencia y la transparencia. No hay dudas que un equipo municipal va a poner lo mejor de sí para trabajar sobre un tema determinado pero en el abordaje de ideas -que es lo que demanda más tiempo- tiene una colaboración enorme”.

“Creemos que hay montones de cosas que podrían hacerse de esta manera y esperamos que estos encuentros motiven a realizarlo” finalizaron.