jueves 28 de marzo de 2024

CULTURA | 29 ago 2019

JUNIN TIENE QUIEN LE ESCRIBA

“Desvelos”, un cuento de Regina Ghigliotto

La autora publicó su primer relato (“Platito, papá, platito”) en la antología “Cuatro bodas y un funeral”, de Editorial Rama Negra, recientemente lanzada.


A modo de introducción: Es un error pensar que los nuevos autores no tienen oportunidades para mostrar su talento. El camino al reconocimiento puede ser dispendioso, pero cada autor que hoy es reconocido –y en Junín hay unos cuantos- en algún momento de su vida también fue un “autor nuevo” en busca de una oportunidad para publicar. En SEMANARIO tenemos la intención de divulgar nuevas (y también experimentadas) voces de la literatura local, y en ese desafío, que retomamos hoy, te presentamos un relato de Regina Ghigliotto (“Desvelos”). La autora publicó su primer relato (“Platito, papá, platito”), en  la antología “Cuatro bodas y un funeral”, de Editorial Rama Negra, recientemente lanzada.

Desvelos

Con el oído descubierto escuché los pasos sigilosos; las frazadas me pesaban y no podía levantar la cabeza. Lo intenté una, dos veces; sin éxito. Me abandoné al sueño, y de nuevo, otro ruido sordo. Levanté con dificultad los párpados a la mitad, para escuchar mejor, sin darme cuenta aún si lo estaba soñando o no. Tardé largos segundos en descubrir que me encontraba en mi habitación; me sentía confundida, con resabios de un sueño; pero sin poder recordar qué había soñado. Ya con los ojos abiertos, me dispuse a escuchar... silencio.

Me preparé para seguir durmiendo, pero algo me inquietaba, mi cabeza se había despejado, y desoyendo la orden de mis ojos ahora cerrados; empezaba a construir pensamientos.

Con frío busqué la ropa a tientas, me abrigué con lo que encontré con movimientos rápidos y torpes, y me acerqué a la ventana. Temerosa miré por las hendijas de la persiana el estrecho pasillo. Al principio no pude ver nada, luego, entrecerrando más mis ojos, y acostumbrándome a la luz, pude divisar las macetas, botellas vacías, y de pronto... unas zapatillas. Casi por inercia, subí la cabeza, vi al dueño de éstas, y me paralicé.

Todo lo que haría, si algo así me sucedía, se me había borrado de la mente. ¿Qué hago? ¿Qué hago?, pensé.

De repente el sonido de algo golpeando la madera se escuchó con claridad a mi lado. Con cautela, fui corriendo hasta la cama, me tapé hasta la cabeza, y después reaccioné. Tomé el teléfono, y todavía debajo de las sábanas, intenté llamar; pero los dedos no me respondían.

Comencé a temblar esperando lo peor, cerré los ojos, los volví a abrir, me asome apenas; pero sólo había oscuridad y silencio.

Hasta que una mano tocó mi hombro, pegué un grito helado, y desperté. 

 

Perfil de autora

Regina Ghigliotto es Licenciada en Psicopedagogía y docente, madre de dos hijos y apasionada por la literatura. Incursionó recientemente en la escritura de la mano de María Silvia Biancardi y la convirtió en otra de sus pasiones. Publicó su primer relato “Platito, papá, platito”, en  la antología Cuatro bodas y un funeral, de Editorial Rama Negra, recientemente publicada.

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