DEPORTES | 1 sep 2019
AUTÓDROMO EUSEBIO MARCILLA
¿Para qué y para quiénes?
Nació con apuros políticos, poco dinero y no terminó bien. Hoy, luego de años de impasse, se diseña un nuevo circuito, más chico, para categorías zonales, que sirva al menos para costear su mantenimiento. Porque para soñar en grande, falta mucho todavía.
Por: Semanario
Entre la degradación, la falta de obras y mantenimiento, y la competencia, Junín perdió protagonismo en el escenario nacional. Despertó grandes ilusiones, y fue una buena alternativa para el automovilismo nacional, pero con el paso del tiempo y el uso, el deterioro se acentuó y al despido del Turismo Carretera, le siguieron el Súper TC 2000, el TC 2000 y el Top Race V6, que dejaron de venir tras cumplir sus compromisos en la temporada 2015, apenas cuatro años después. En 2014 corrió su última carrera el TC, mientras que el Turismo Nacional no repitió su única experiencia de 2011. Como agua entre los dedos, el trazado creado para albergar las categorías nacionales se quedó sin nada.
Si aquellos fueron tiempos difíciles, los actuales no auguran vientos favorables. El automovilismo pasó a ser la vidriera de algunas gestiones políticas, y la dirigencia deportiva capitalizó esas apetencias. La ACTC aceitó sus lazos con las gobernaciones, que se convirtieron en protagonistas del espectáculo, en detrimento de los viejos clubes de carreras. El jugoso negocio y las tesorerías provinciales comenzaron a terciar. Se construyeron nuevos escenarios. Modernos, equipados. Termas, El Villicum, el Parque La Pedrera; San Nicolás.
Por otra parte -por iniciativa de algunos socios, clubes, o inversores- empezaron a recuperar viejos trazados olvidados. Así, la nueva comisión directiva del Automóvil Club Mendoza, presentó un proyecto para poner en funcionamiento el autódromo General San Martín de la ciudad de Mendoza, con el deseo de contar con una pista de 14 metros de ancho (FIA Grado 3) y una inversión estimada de 7 millones de dólares. Balcarce, que se apagó luego de la muerte de Guido Falaschi en 2012, hizo numerosos trabajos en la pista vinculados a la seguridad, recuperó los boxes y sanitarios y se realizaron trabajos en la confitería, con la idea de concentrar no sólo las actividades en las categorías zonales.
Bahía Blanca es otro de los que trabaja contra reloj para recuperar ‘Aldea Romana’ y sumar el escenario al calendario de 2020.
Junín se debate entre el olvido y la recuperación. Sin la millonaria inversión necesaria, ¿cómo insertar a la "J" juninense en este nuevo panorama?
NUEVO ESCENARIO
Mientras en diversos lugares se encararon obras y puestas en valor, nuestra ciudad no logró nada. En alguna oportunidad, el por entonces Ministro de Educación y Deportes, ahora senador Esteban Bullrich al ser consultado por la posibilidad de recuperar el trazado dijo que el gobierno tenía ‘otras prioridades y había muchos escenarios en igual o peor condición que el Marcilla’. Mucho más acá, antes de la devaluación del gobierno macrista ocurrida luego de las PASO de este mes, la inversión necesaria para repavimentar la Jota de Junín ya era ‘millonaria’ y la decisión de los directivos de la comisión de carreras fue diseñar un nuevo trazado, pensado para las categorías zonales. Unir las rectas y achicar el circuito, una obra que según los cálculos de entonces, se estimaba en los 5 millones de pesos. Las autoridades del autódromo, un grupo de colaboradores y algunos pilotos se reunieron para intercambiar ideas y propuestas para recaudar los fondos. Claro que ahora, habrá que recalcular todo.
Una de las pocas certezas que tienen los responsables del Eusebio Marcilla es que en septiembre se correrán ‘picadas’. Y aguardan con expectativas la resolución de las autoridades del Top Race, que pasaron por Junín y buscan definir sus escenarios para las dos últimas fechas de este año.
Las categorías más populares del automovilismo son un inmenso negocio publicitario para los organizadores, pero no para los clubes que ponen sus autódromos.
MUCHO, POQUITO
El negocio del automovilismo cambió. Hoy, los clubes que prestan las instalaciones, suelen quedarse con un magro ingreso por boleterías, y cargan con los costos por seguridad y mantenimiento. Mientras que los aspectos centrales del espectáculo, son manejados por la ACTC, el SuperTC2000 o la Top Race, por citar los más conocidos, que embolsan los derechos de televisión, merchandising, porcentaje de entradas, sponsors y eventos, con enormes ganancias.
A los clubes les queda el peso: mantener todo en condiciones, para esperar a sus ‘visitas’ una vez al año, con categorías que ya no aseguran una enorme concurrencia, (mucho menos ahora, crisis mediante). Por lo tanto, el nuevo orden, termina resultando, para quienes más precisan, un negocio muy poco atractivo.
CONVENIENCIAS
¿Por qué insistir en recuperar el autódromo ante este contexto desfavorable desde lo económico y ante una competencia tan poderosa? Solo los amantes de los fierros y cuestiones alejadas a los números podrían explicarlo. Primero por la esperanza, porque no hay mal que dure cien años; pero además, por recuperar un liderazgo regional, por volver a integrar el calendario fierrero y por poner a Junín, nuevamente en el plano nacional.
Qué lejos quedaron aquellas expectativas inaugurales, cuando el Turismo Carretera contó con un marco de 50 mil personas, en la competencia número 1125 de la ACTC, 10a. de la temporada y que tuvo a Guido Falaschi ganador, escoltado por Mauro Giallombardo y al juninense Gabriel Ponce de León en el tercer escalón del podio. Aquél acto de re-inauguración reunió en Junín al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli, al Ministro del Interior Florencio Randazzo, al Intendente de Junín Mario Meoni y al presidente de la ACTC Oscar Aventín. Eran otros tiempos.
Hoy, todo cambió. No obstante, un puñado de soñadores, trabaja en su recuperación, con la idea de tener un trazado zonal, que les permita costear los gastos de mantenimiento. Y, por qué no, más adelante, soñar con la recuperación de los buenos viejos tiempos. ¿Para qué o para quiénes?, tal vez sea la pregunta que se hagan por estos días las autoridades políticas y deportivas de la ciudad. Es que ante el nuevo escenario, se torna fundamental ajustar la mira. Hoy cada categoría cuenta de 12 a 15 fechas, muchas de las cuales acordadas un año antes, con actores de peso y con circuitos en grado internacional.
El negocio del automovilismo ha quedado en pocas manos y se requiere hacer una gran apuesta para jugar en la mesa de los ganadores. ¿Está Junín para sentarse en ese lugar?