Por: Semanario

En la semana de la industria y a poco de las elecciones generales del 27 de octubre, el Intendente Pablo Petrecca hizo de las suyas en connivencia con sus diarios y radios amigas y el 2 de septiembre mandaron titulazo: "Diez nuevas industrias se instalan en el Parque Industrial”, como creyendo que los juninenses pensarían que nos habían mudado a Alemania con todo puesto.

Como siempre, a la hora de la lectura se trataba de una entrega de lotes a diez empresarios que en algún futuro se encargarían de hacer la mudanza, porque ya están radicados en nuestra ciudad y en otros casos, de mejorar la situación, ampliarían sus depósitos ubicados en el parque -que nada evolucionó prácticamente desde la llegada del equipo de Cambiemos a nuestras tierras.

Petrecca volvió al ruedo entonces con otra muestra de “Humo sin chimeneas”, frase parecida a la que se le atribuye también a la actividad turística (“Industria sin chimeneas”) y que ya que la nombramos, también viene flojita de papeles en el orden local, (aunque se dice que vuelve la “fiesta de la primavera” para disfrute de los jovencitos que no votan políticas de hombres grises).

Por lo tanto, el jefe comunal, para lograr la consabida foto, convocó a los sufridos empresarios a participar en la Muni de un –digamos- modesto desayuno de celebración. Lo importante era la foto… y el “titulazo”.

Se olvidó Petrecca de mencionar a los cincuenta trabajadores de la planta productora de biodiesel “BioBin S.A.”, ubicada en el Parque Industrial de Junín, quienes recientemente recibieron el telegrama que los notificó de la suspensión de actividades -sin goce de sueldo- porque la empresa “considera inviable continuar en funcionamiento debido a las últimas decisiones tomadas por el gobierno nacional”. Por lo que cerró sus puertas hasta el 31 de octubre inclusive, para saber en ese momento quién seguirá conduciendo la economía del país, la provincia y nuestro pago chico.

OTROS TIEMPOS, OTRAS PROMESAS

Lejos estuvo el intendente local de la fastuosidad emocional de su discurso de 2016 cuando, como “escoba nueva”, se llegó hasta la sede de la Sociedad Comercio e Industria y mirando a los ojos a cada plateísta les dijo: “ya no estarán solos, porque ahora hay un municipio, una provincia y un país que estarán para acompañarlos”, además de convocarlos “a trabajar juntos para lograr el desarrollo de la ciudad”.

No ahorró en caricias aquella vez a poco de su asunción y la de sus superiores de provincia y nación, y dijo que “ellos (los empresarios) tuvieron que soportar a los políticos inestables que cada tanto cambian las reglas del juego de la economía, haciendo un esfuerzo muy grande, en un país donde no se valoraba el esfuerzo”.

Jamás imaginaría que sus dichos terminarían siendo una pieza histórica tan poco delicada como “escupir para arriba”.

Y en medio de aquellas alegorías al fracaso de los demás, terminó encontrando su propio fracaso, a punto tal de tener que inventar una nueva historia apelando a algunas pobres voluntades para poder seguir remando en un mar de dulce de leche hasta llegar al domingo 27 de octubre, en un sendero difícil que lo hace tropezar constantemente.

Historia que contrasta con el espíritu que motivó a esta administración que, sólo en palabras, sostenía que “el parque industrial debía ser un lugar productivo y generador de empleos”, algo que terminó en cierres, estancamiento y algo preocupante que algunos empiezan a advertir y sospechar y es que en este tiempo pudo convertirse en un interesante negocio inmobiliario para algunos.

SIN PARACAÍDAS

En medio de semejante puesta en escena, Petrecca -siempre quijotesco- terminó desentonando con su jefa María Eugenia quien, en un encuentro de esta semana con empresarios provinciales, reconoció: "Debemos convertir esta crisis en un proceso de aprendizaje genuino y en un camino de consenso y diálogo", y agregó: "La responsabilidad es de todos, quienes gobernamos y quienes sean elegidos. La Argentina necesita de un diálogo concreto, no de discurso o palabras vacías, que nos traiga tranquilidad y la certeza que ustedes necesitan para crear trabajo".

Aunque después patinó cuando quiso plantear un “cuento de hadas” y afirmó que su gestión generó siete parques industriales.

La oposición, atenta a las jugadas, rápidamente le retrucó y la que lo hizo fue la ex ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, quien le sugirió a la Gobernadora que coteje esos datos con su ministro de Producción, Javier Tizado, toda vez que, dijo, ninguno de esos parques fue “iniciado en su gestión”.

Agregando que: “De paso, debería consultar con su ministro de producción qué fecha de inicio tienen los expedientes por los cuales se iniciaron los parques que menciona. Se sorprenderá al ver que ninguno fue iniciado en su gestión. Por el contrario, usted demoró los trámites de habilitación”. Aun así aseguran que jactarse de la creación de siete parques industriales parece poca cosa comparada, por ejemplo, con los 54 que se abrieron en Buenos Aires entre 2007 y 2015.

INDUSTRICIDIO

Y mientras Petrecca mojaba la medialuna en el café con leche, Axel Kicillof, el candidato a gobernador más votado en las PASO, se presentaba en una exposición de más de una hora en el Primer Congreso Industrial Pyme, organizado por la Unión Industrial bonaerense.

Y más allá de sus promesas de campaña con vista a las elecciones generales, y a diferencia de la “buena onda” local, el ex ministro dijo que durante el gobierno de Macri y Vidal “hubo un ‘industricidio’ porque estos resultados son producto de la dolarización de las tarifas, altas tasas de interés, apertura comercial indiscriminada, destrucción del mercado interno, baja de poder adquisitivo y devaluación; es una tormenta perfecta que hace inviable la subsistencia de la industria nacional".

Sobre su candidata contendiente dijo que “existió una inacción del gobierno provincial para ayudar a las industrias bonaerenses. No se usó el Banco Provincia para cuidar a las empresas ante la crisis producto de las políticas macroeconómicas", y mostró datos lapidarios: "cierran 140 empresas y 1.200 personas son despedidas por mes".

En esa línea, el candidato aseguró que con estas políticas las únicas actividades que se benefician son las exportadoras de materia prima, las financieras y los trabajos vinculados a los servicios públicos en manos de empresas privadas. "Nadie más puede sobrevivir a esto", dijo y mandó más datos en power point.

Desde enero de 2016 a junio de 2019, la caída de la producción industrial fue del 11.4% y se perdieron más de 4.200 empresas y más de 145 mil empleos registrados en la industria.

Y finalizó: “Los industriales de la provincia de Buenos Aires tienen problemas de mercado por la caída de la demanda. Los ingresos cayeron en picada producto de una política que desde el primer día era de bajar salarios. Es un plan de destrucción masiva de la industria".