Por: Semanario

Con las recientes elecciones celebradas en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor Seccional Junín, que consagró a Carlos Rodríguez como secretario general, se puso fin a una escandalosa etapa en la historia del gremio local, iniciada con la participación del ex diputado nacional Oscar Romero, expulsado mediante intervención judicial.

La nueva conducción reemplaza el interregno conducido por Martín Paci, período en el que se dio estabilidad y se puso orden en la estructura gremial zonal.

En una charla con Semanario, el titular de SMATA Junín, a quien acompañará Hernán Sirulli como secretario adjunto, detalló los avances logrados en estos años en materia gremial, auguró un triunfo de la fórmula Fernández/Fernández y llamó a los afiliados a no bajar los brazos.

- ¿En qué situación se encontraba el gremio cuando se dispuso la intervención?

- Nosotros llegamos en agosto de 2017, porque se había producido una renuncia masiva de la comisión directiva que había quedado acéfala. Esto sucedió porque no estaban de acuerdo sobre cómo se llevaban las cuestiones en el Sindicato, así que nuestro estatuto faculta al Consejo Directivo Nacional para hacer una intervención. En este marco se designó a Martín Paci, subsecretario de Interior a nivel nacional, y yo lo acompañé desde el primer día.

Cuando llegamos a Junín no nos quisieron entregar la propiedad porque decían que estaba alquilada, así que lo que hicimos fue ponernos a trabajar y comprar un lugar nuevo (General Paz 815), donde estamos hoy funcionando. Y empezamos a hacer lo que estaba faltando, que era el contacto con la gente, que es lo que sabemos hacer y a lo que nos impulsa nuestro secretario general Ricardo Pignanelli.

- ¿Se puede hablar entonces de una reconstrucción?

- Yo digo que refundamos SMATA Junín. Nos pusimos a trabajar y nos encontramos con muchísimas falencias, por falta de presencia y trabajo gremial en todo sentido. Por ejemplo, en la registración, porque a pesar de la crisis que estamos viviendo, seguimos inscribiendo personal que está en negro en los talleres, también reclamando recategorizaciones, recomposiciones salariales, ropa de trabajo, todos los derechos por convenios colectivos y por ley.

Justo cuando llegamos también estaba el traspaso de la Peugeot, que se vendía, así que pudimos salvarle la situación a la gente que estaba trabajando porque no correspondía que arrancaran sin antigüedad.

- Tras el alejamiento de los trabajadores de la actividad gremial, a raíz del desmanejo de la conducción anterior, ¿pudieron recomponer relaciones con los afiliados?

- Cuando llegamos éramos forasteros, pero nosotros les pedimos que nos dejaran trabajar y con el tiempo decidieran si habíamos hecho las cosas bien. Nos pusimos a trabajar para recomponer la situación en la calle cada día, mejorando las condiciones de trabajo y el salario, haciendo cumplir con lo que dice el convenio en cada empresa; esto hizo recuperar confianza. La gente se empezó a arrimar y a apoyarnos. Cada vez que vamos a los lugares de trabajo hablamos y preguntamos, porque el gremio es de todos los afiliados, más allá de la conducción momentánea.

- Ese trabajo de base permitió llegar a las elecciones con un gremio en marcha…

-A pesar de haber una lista única, armamos la elección para llegar hasta la última empresa, hicimos 70 kilómetros por tierra para que dos afiliados pudieran votar. Emitió el voto más del 70% del padrón, y esto es un termómetro para nosotros. Tenemos alrededor de 950 afiliados en toda la seccional.

- ¿Cómo está la situación del trabajador de SMATA en la región?

- Está complicada, sobre todo el rubro concesionarias, porque el tema dólar hizo que el valor de los 0 km. se incremente mucho. La inflación influyó en la venta por planes que fue lo que más se resintió, porque hace un año y medio estaban pagando 3000 pesos y hoy llegan a 12 mil pesos, lo cual se suma a las tarifas, aumento de combustibles y naftas...

Lo que viene zafando es el taller, porque las garantías se siguen haciendo. Con el programa del gobierno se había movido la venta en julio, pero otra vez cayó después de las PASO, y en las concesionarias no se vendía nada por falta de precios.

En lo que va del año tenemos 60 puestos de trabajo perdidos en toda la seccional, con uno o dos despedidos por semana, lo cual hace un panorama complicado.

- ¿En qué situación se encuentra el predio adquirido en 2018 que se transformará en un campo de deportes y centro integral?

- Ahí tuvimos un inconveniente con la torre de alta tensión, algo medio raro, porque nosotros compramos, escrituramos, presentamos el proyecto en la Municipalidad y pagamos un derecho de construcción de 130 mil pesos, pero lo clausuraron luego de inaugurado.

Hoy la arquitecta ya recibió el informe para continuar la obra, tras alguna corrección en los planos. Se tomaron su tiempo, tres meses cajoneados el expediente, pero ya estamos en carrera otra vez.

- ¿Qué otros beneficios se están evaluando para el afiliado?

- La sede y el complejo son nuestros, y lo que hemos hecho fue crecer mucho con los prestadores de salud, sumando un par de clínicas nuevas. Estamos trabajando también en la zona, que es muy amplia, así que estamos armando convenios en distintas ciudades para que los afiliados y sus familias puedan contar con un complejo y colonia de vacaciones para pasar el verano.

Además, festejamos el día del niño para los chicos hasta 12 años; entregamos mochilas para alumnos de primaria e inicial. Tratamos de sumar beneficios todo el tiempo.

- ¿Con Oscar Romero hubo alguna comunicación después de su expulsión del gremio? ¿Está saldado el tema?

- Gente de su entorno inició juicios contra la organización, por discriminación y algunos inventos más. Pero la situación está calma en este sentido.

- ¿Cómo analizan el panorama político, elecciones mediante?

- Tenemos la esperanza y estamos trabajando duro para que la fórmula Fernández-Fernández gane en octubre. Nosotros fuimos el reflejo de las buenas políticas cuando se cuida la industria nacional. En 2001, el país llegó a fabricar 23 mil autos y en el 2013 alcanzamos las 840 mil unidades, lo cual es un ejemplo del apoyo del Estado a la industria y de cuando se generan políticas para la producción nacional y la creación de puestos de trabajo.

Estamos confiados, sabemos que el único que nos puede devolver eso es el Frente de Todos, así que estamos más que nunca trabajando a fondo.

Creo que hasta que no contemos el último voto no nos podemos relajar. Si bien hay una tendencia positiva, hay que tratar esto con seriedad, convenciendo a los que faltan aunque el termómetro del trabajador es la heladera. En Junín ya perdí la cuenta de la gente que se desconectó de la red de gas y luz, y cuando el gobierno actual habla de no volver al pasado, yo digo que lo estamos haciendo con ellos, porque hoy la gente está cocinando con leña y se ilumina con velas.

El trabajador ve y sufre lo que pasa, y los que conservamos el trabajo tenemos un familiar o un vecino que sufrió las consecuencias de estas políticas; todos tenemos un jubilado en la familia y sabemos los que les pasó con los remedios y los haberes.

- ¿Con el gobierno municipal mantuvieron algún encuentro?

- En Junín no hubo necesidad, pero después del armado de la Mesa Sindical le pedimos una reunión al Intendente pero todavía no nos han contestado.