martes 23 de abril de 2024

LOCALES | 1 ago 2017

TRANSPORTE PUBLICO de pasajeros

Pepa: “espero no me saquen del medio como pasó en la gestión de Abel Miguel”

El empresario transportista, con 50 años de experiencia, fue uno de los receptores del proyecto municipal que busca devolverle a la ciudad un servicio prometido y reclamado.


Por: LUCIANA CAMARERO

Los últimos anuncios del Intendente Pablo Petrecca sobre el ambicioso proyecto de “Movilidad Urbana” y el regreso del servicio de transporte público de pasajeros, sumado a la batería de críticas recibidas por parte de la oposición que acusa al Ejecutivo de no cumplir con una de las promesas más publicitadas, capturó la agenda política de las últimas semanas, y promete ser uno de los temas más debatidos en la campaña electoral de los próximos meses.

En rigor, la vuelta del colectivo a la ciudad viene siendo una promesa incumplida de hace años y un reclamo por parte de los ciudadanos que, cabe aclarar, se han desacostumbrado a manejarse con las modalidades de dicha prestación.

Todo parece nuevo, aunque el reclamo sea viejo y necesario: se habló de la tarjeta SUBE, de supuestos recorridos, de 4 líneas y 12 micros, de subsidios al combustible, y de fecha de inicio, previsto para noviembre.

Semanario consultó a José Luis Pepa, empresario del rubro con más de cincuenta años brindando un servicio con responsabilidad y dedicación, quien no duda en la importancia y necesidad de volver a contar con colectivos, recuperando la confianza del usuario que, cansado de esperar, tuvo que recurrir a otros medios para poder movilizarse dentro de la ciudad.

-¿Cómo llega la propuesta municipal de hacerse cargo del transporte público de pasajeros?

-Tuvimos una audiencia con el Intendente Pablo Petrecca, quien se interesó en nosotros. Hablo de mí, de Pablo Lafit, de la empresa que va a Saforcada que es de otro Lafit (Norberto) y de un muchacho que va a Morse. Nos llamó para agradecernos los años que hace que cumplimos y como él tiene un compromiso cuando realizó la campaña de traer el transporte a Junín, lo primero que hizo fue darnos la prioridad a nosotros.

-¿Cómo sería el arreglo?

-Hay que conseguir minibuses con doble puerta, de 19 asientos pero que sean medianamente nuevos. Más o menos, cuatro micros por línea. Los recorridos yo no los vi pero sé que van a ser de punta a punta de la ciudad, dos de ida y dos de vuelta, según explicaron el Intendente y el secretario de Gobierno.

Estoy contento porque es la primera vez, en tantos años, que un Intendente me cita en su despacho para decirme que quiere transporte público de pasajeros. Agradezco ese gesto.

-¿Su empresa está en condiciones de afrontar la compra de cuatro unidades? ¿De qué monto hablamos?

-… ¿quién me sale de garantía a mí? Para cuatro unidades se necesitan entre 8 y 10 millones de pesos. Yo no estoy al alcance de esa suma, bajo ningún punto de vista. Ante esto, el Intendente nos planteó la posibilidad de juntar las empresas y hacer una sola. Hemos tenido reuniones pero el problema sigue siendo la compra de las unidades. Además de todo el resto. Una empresa de transporte tiene muchos gastos. Nos dio diez días de plazo para contestar si podemos o no hacernos cargo del servicio.

-¿Y qué sucedería si usted o el resto de las empresas plantean que no pueden acoplarse?

-Esta semana voy a pedir una audiencia con él para explicarle el problema que yo tengo. Para saber qué piensa hacer con mi transporte, llegado el caso de que no se pueda arreglar. Si me quedo o me voy. La gente empieza a preguntar pero hasta ahora no sabemos nada; ahora la palabra la tienen ellos.

-¿Tiene temor de que arreglen con otra empresa y le saquen “protagonismo”?

-Lo principal es que no me vengan con que me tengo que ir, como ya me ha pasado con Abel Miguel, que me sacó del medio porque venían otras empresas a Junín. Lo que yo voy a hablar con el Intendente es si me subvenciona a mí el gasoil, que me dejan como estoy y así puedo bajar el precio del boleto; y esos coches que van a traer que busquen otros lugares que necesiten cubrir. Así sigo trabajando. Porque si me van a poner una línea por Benito de Miguel y por el barrio Los Almendros a un precio mucho más barato por la subvención que van a recibir, yo me fundo.

-¿De cuánto sería la inversión que usted tendría que hacer? ¿Cuánto sale un micro de las características que pidió el Intendente?

-Una camioneta Mercedes cuesta 1.300.000 pesos. Un mini bus con 19 asientos y doble puerta, aproximadamente 1.800.000 pesos. Dinero que no es nada fácil conseguir. Eso hay que multiplicarlo por cuatro unidades. Yo no lo puedo hacer, sinceramente. Algún empresario que tenga ese dinero sí, en Junín no sé quién lo podría afrontar. El proyecto está bien ideado pero hay que ver quién lo puede poner en práctica.

-Con la experiencia de todos estos años, ¿considera que es clave contar con un servicio de transporte público?

-Si en todas las ciudades funciona, la pregunta es por qué no en Junín. Pergamino, Chivilcoy, Rafaela tienen micros. Con una frecuencia de veinte minutos por coche tendría que andar. Junín es muy grande, se ha extendido mucho. A parte hay que andar por calles de tierra y son recorridos que hay que hacer. Junín es grande y si van a pasar por el asfalto solo no van a lograr nada.

También hay una competencia muy grande con las motos, que son alrededor de cincuenta mil. A un chico de 17 años no lo bajás de la moto para subirlo a un colectivo.

-Se dejó pasar mucho tiempo y la gente se acostumbró a movilizarse con otros medios, principalmente motos. ¿Antes cómo era?

-Cuando nosotros empezamos salíamos de Avenida República y Libertad a las 5:30 de la mañana y llegábamos al Hospital con treinta enfermeras. Ahora todo eso no existe más. Así funcionaba el transporte en Junín. A las diez de la mañana tenías trescientos pasajeros que subían. Era muy rentable. Pero nadie se metió de nuevo porque sabe que hasta que la gente se acostumbre vas a pérdida.

-¿Y cree que los vecinos optarían por ese cambio?

-A la gente hay que acostumbrarla. Yo todos los días hago lo mismo: el servicio a la Laguna de Gómez entre las 5:30 y las 22:30. Y tengo que andar todos los días, suba o no suba gente. El transporte es así. Tenés que pasar y no dejar plantada a la gente salvo que se rompa algo.

-¿Cómo cree que la gente va a recepcionar el servicio?

-Calculo que en el plazo de unos meses la gente tiene que tomar confianza. Creo que va ser así. Pero mientras tanto quién aguanta, si no te dan subvención, todo un año pagando. El gasto de un colectivo por mes ronda los 100.000 pesos, entre roturas, mensualidad del chofer y otros gastos. Por ejemplo, una goma de un minibús cuesta entre cinco o seis mil pesos.

Por otra parte va a ser lindo si se implementa porque cuarenta personas o más van a tener trabajo en Junín, teniendo un respaldo de la Municipalidad y un sueldo.

Yo sé que el trabajo de chofer es sacrificado pero hay que hacerlo. Hay que tener alguien que haga los francos, por si se enferma alguno, y otros factores que hay que saber manejar. Si no te arranca un coche tenés que tener otro, más en invierno. Son cositas que hay que mirar. Tener un buen taller y alguien que maneje todo de abajo.

-¿Qué sería lo que no hay que hacer?

-La gente de Junín no está acostumbrada a que los recorridos se reconozcan por una letra. Principalmente la gente mayor no entiende. Prefieren que haya un cartel que diga “Por Moreno”, “Por Rivadavia”, o el recorrido que se haga, con los puntos claves.

La tarjeta SUBE es otro problema. Aprender y entender va a llevar tiempo, y será necesario capacitar gente que pueda explicar el tema.

-¿Hablaron de los posibles recorridos?

-Por lo que se ve va a ser desde la Clínica La Pequeña Familia, al centro y de ahí a calle Irigoyen, calculo yo. Otro saldrá de avenida Alvear, pasando la Circunvalación y vendrá a la terminal nueva. El otro saldrá del fondo de calle Saavedra y llegará hasta la Pequeña Familia. Otro del barrio San Antonio; son cuatro puntos. Por cómo es Junín calculo que será así, con una frecuencia de veinte minutos. Hay recorridos que van a ser más largos y con cuatro coches no lo van a poder cubrir. Esos doce micros que van a poner calculo que van a ser para arrancar. Es fundamental que la gente no espere tanto.

-¿En la zona céntrica, donde el caos vehicular es más evidente, cree que funcionará bien?

-Sí, porque según lo que dijo Petrecca se van a marcar bien las paradas en toda la zona céntrica, se van a poner los palos de parada de transporte y el que se pare ahí va a tener multas.

Con el uso del micro, los empleados pueden movilizarse sin la necesidad de subirse a un auto, y eso descongestionaría el tránsito, sobretodo en zona céntrica. Aunque también dependerá de lo que salga el boleto, porque quizá con lo que paga el estacionamiento se paga el transporte.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 22 DE JULIO 2017

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