martes 23 de abril de 2024

LOCALES | 2 ago 2017

INVESTIGACION PERIODISTICA

“Sin remedio”, la novela de Pucho Revello que desnuda la mafia de los medicamentos

Un arduo y riguroso trabajo de investigación que retrata los pormenores de una red corrupta conformada por funcionarios, dueños de laboratorios y droguerías que se convirtieron en millonarios lucrando con la salud. Lectura recomendada para los Agentes de Propaganda Médica.


Por: Redacción Semanario de Junín

Los medicamentos pierden su esencia primigenia y se convierten en moneda corriente, mecanismo que se termina traduciendo en quién es el que determina el precio de la salud.

Para mantener el control del mercado, no solo se afecta el proceso de creación de nuevos fármacos sino también se delimita el rumbo de las investigaciones que se hacen en el ámbito médico. Es decir, solo se exploran posibles rutas que impliquen tratamientos más largos o se buscan curas para ciertas enfermedades y otras se dejan de lado, corrompiendo todo el sistema de salud pública.

Toda esta distorsión es por el uso de las patentes, ahí está la clave para combatir a las magnánimas farmacéuticas. Sin embargo, vemos que a los gobiernos de diferentes países no se preocupan en absoluto por la salud de sus pueblos y los costos que esto implica, violando sistemáticamente el derecho a la salud.

Esto es, básicamente, lo que nos propone el escritor y periodista (también farmacéutico y licenciado en Marketing) Antonio “Pucho” Revello, en clave novelesca, sobre un mundo que conoce desde sus entrañas por haber sido, durante más de quince años, Gerente General del laboratorio americano Lederle, división de Cyanamid Argentina, al que luego dejó para sumarse al laboratorio nacional Richmond.

Más de diez años de investigación periodística que no pudo ser presentada antes por un “convenio de confidencialidad” del autor con los dos laboratorios farmacéuticos antes mencionados, y que hoy Semanario, por gentileza de Revello y de la Editorial De Las Tres Lagunas, anticipa en sus extractos más relevantes.

PRÁCTICA FARMACÉUTICA

(…) El vocablo farmacia tiene su origen en la palabra griega pharmakon que significa ‘remedio’. No obstante, la aplicación de remedios para sanar o, al menos, para aliviar el sufrimiento, es tan antiguo como la humanidad. Por eso es muy difícil determinar cuándo comienza la práctica farmacéutica.        

Los nuevos principios activos que irrumpían en el mercado mundial eran rápidamente copiados en Argentina, y los nacionales competían con los laboratorios extranjeros, donde en algunos casos los certificados aprobados salían al mismo tiempo. Los trámites de aprobación eran sumamente lentos en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Algunos pícaros de la industria nacional tenían en sus nóminas de pago a empleados claves de ese órgano de contralor, que copiaban la monografía presentada por los dueños de la patente y además le cajoneaban los expedientes, para retardar la aprobación respectiva. Un ejemplo evidente fue el lanzamiento del Piroxicam, una nueva droga para la terapia analgésica y antiinflamatoria. El laboratorio pirata, como llamaban las ‘Multis’, a quienes le copiaban la patente, salió al mercado argentino una semana antes que el laboratorio investigador y creador de esa molécula.

Con el 1 a 1 -en el año 1994- era un gran negocio  la Salud en Argentina -se facturaba en el orden de los 18.000 millones de dólares. La comercialización de medicamentos sobrepasaba los 6.000 millones de dólares por año, y participaba con un 34% del total del gasto en Salud. La torta del mercado se repartía casi en partes iguales para las empresas nacionales y  multinacionales. La rentabilidad promedio, antes de impuestos, era del cincuenta por ciento. Un mercado demasiado apetecible, de allí la irrupción de nuevas compañías extranjeras, que venían a invertir al país, aún aquellas que se habían retirado del mercado en la década del 70. La ley de patentes era fogoneada en el Congreso por los cipayos de turno, enquistados principalmente en el Ministerio de Economía de la Nación. Algunas  multinacionales formaron un fondo de inversiones ‘legales’ para apuntalar el desarrollo ‘normal’ y que la ley fuera sancionada lo más rápido posible, en defensa de la autoría intelectual.

Por carriles opuestos, también se había formado un grupo, acicateado por los popes de la industria nacional, para demorar el proyecto en el Congreso, y era representado por un ex secretario de Comercio de administración anterior.

Argentina no reconocía la propiedad intelectual, y salvo contadas excepciones, no se pagaban royalties por derecho de patentes. Los medicamentos genéricos eran llamados copias de la idea original, por las empresas extranjeras.  La lucha era sin cuartel entre los laboratorios para mejorar su posición en el ranking de ventas y el marketing farmacéutico estaba en guerra.

Para justificar semejante rentabilidad del cincuenta por ciento, algunas ‘Multis’ enjuagaban balances año tras año, inflando a más no poder los gastos en el país, así como sus facturas de importaciones de materias primas o productos terminados que eran enviadas por sus casas matrices. Pruebas al canto, un kilo de un antibiótico tipo amoxicilina, ceftriaxona o ceftazidima  que entraban al país con factura oficial, tenían un sobreprecio del orden del 40 al 50%, con relación a la compra de la misma materia prima en el mercado internacional libre, con puerto de salida en Hamburgo, Milán, Belgrado, Pekín o Nueva Delhi.

Los gobiernos de turno, conocedores de esta sobrefacturación, miraban para otro lado, temerosos de la agresiva política de las ‘Empresas Multinacionales’, que ya habían hecho añicos a un gobierno popular en la década del 60 y a la llamada Ley Oñativia que se había opuesto a este tipo de manejos ilícitos. La excusa oficial era que recaudaban mas, impositivamente hablando, como pasa con los cigarrillos, los automóviles y los combustibles. 

Una ley aprobada en los principios del 90 también le permitía a los laboratorios entrar con productos terminados a granel, gracias al uno a uno con el dólar. Hacían su gran negocio creando puestos de trabajo en sus lugares de origen y arrasando a la industria nacional de producción tercerizada y a los fabricantes de envases. Además, podían girar hasta el 9% de su facturación anual, libre de impuestos, a sus casas matrices, por derechos de Research, fondo que se destina a la investigación de nuevas moléculas.

Una justificación que difícilmente se pueda comprobar, es la que esgrimen estos gigantes farmacéuticos mundiales:

*De cada mil moléculas investigadas, solo una llega al terreno comercial.

*La investigación de esa molécula transformada en medicamento lleva un tiempo promedio de diez años.

*El costo de investigar cada molécula está evaluado, por ellos mismos, en diez millones de dólares.

De lo que no hablan en público es de los cuantiosos seguros que tienen que pagar para cubrirse de los juicios perdidos por demandas colectivas a aquellos consumidores que sufrieron efectos colaterales al uso de sus medicamentos”.

SIN CONTROL

(…) El órgano de contralor del Estado, el ANMAT, no daba  abasto con las denuncias anónimas presentadas por médicos pagados por las ‘Multis’ y menos todavía con los controles de la producción. Hasta el año 94 no había más que una docena de inspectores del INAME - organismo de la citada ANMAT- para controlar los medicamentos, fabricados por 350 laboratorios medicinales radicados en el país.

Las empresas extranjeras casi no eran controladas, dado el preconcepto de que los requisitos internos sumamente exigentes que se establecían en los manuales de procedimientos de los laboratorios, era suficiente.

Simplemente iban a fiscalizar las partidas de insumos que llegaban del exterior y a veces ni siquiera lo constataban en las Plantas Farmacéuticas, según el tipo de relación que tenían con algunos laboratorios.

Las muestras tomadas para el control de calidad, de productos terminados, en algunos casos de urgencia, eran enviadas por el gerente de producción al inspector respectivo. Cabe destacar que el ANMAT hacía lo que podía, no tenía presupuesto ni la cantidad de recursos profesionales adecuados para el seguimiento y control. Para que éste fuera efectivo y consecuente, necesitaba más de cien inspectores debido al total sobredimensionamiento del mercado farmacéutico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba un vademécum internacional con  310 monodrogas para combatir enfermedades, en todo el mundo. En Argentina convivían más de 3.500 monodrogas en 18.000 presentaciones farmacéuticas”.

CLUB DE LICITACIONES

(…) Una semana después, en salón reservado de un restaurante en la zona de Puerto Madero, estaban reunidos los CEO’s de varios laboratorios extranjeros, y los más importantes del país. Trataban las acciones a seguir para ordenar el caos que se producía con las licitaciones oficiales en materia de precios, así como la renegociación de algunos contratos de provisión de medicamentos en Prepagas y Obras Sociales. Habían visto con buenos ojos seleccionar a un operador confiable, que los represente en sus intereses. La idea de Ronaldo Ziegler tuvo rápida acogida y estuvieron de acuerdo con el nombre propuesto de Carlos Pontelli. Era uno de ellos, la elite de los formadores de precios de los medicamentos, en Argentina. Su consultora se haría cargo de las negociaciones ‘de todo tipo’, sin afectar el buen nombre de la Cámara que los representaba. Farma Uno, la empresa de Pontelli,  rearmaría el ‘Club de Licitaciones’, especialmente en productos oncológicos y para Sida. Todos estaban invitados al mismo, pero no era obligatorio participar. Además, se venía la renegociación del contrato de provisión para la obra social más importante del país. Allí tenían injerencia y voto, las tres patas fundamentales del negocio farmacéutico:

Laboratorios, distribuidores mayoristas (Droguerías) y Minoristas (Farmacias). Lo más difícil era armonizar los intereses sectoriales entre las cámaras, puesto que éstas también estaban divididas. Muchas veces se negociaba en paralelo y se producía un ‘toma y daca’.  Eran en total nueve participantes, tres por cada pata. Una vez de acuerdo y establecidas las pautas, se acordaba con la Obra Social”.

PRETORIANOS

Al: Sr. Ronaldo Ziegler (Axel Pharmaceutical International)

Asunto: Cuota Anual

De nuestra mayor consideración:

Nos dirigimos a Ud. y por su intermedio a todo el personal que integra vuestra Empresa. Nuestra Organización ha seguido desde hace tiempo (aproximadamente 3 años) el crecimiento y desarrollo de su compañía y ha estado controlando la evolución del negocio oncológico y de Sida, así como también las auditorías médicas y farmacéuticas. En el último ejercicio, vuestra empresa facturó más de 8 millones de dólares en oncología y Sida.

Estimamos que su inversión en el Marketing Oncológico, más conocido como “Oncotur”, ha sido no menor a 500 mil dólares.

Tenemos en nuestro poder un listado de sus “Médicos Recetadores” y  fotocopias de cheques y movimientos bancarios de los mismos. Estas operaciones involucran a vuestra Empresa, Ud. sabe de qué estamos hablando: “COIMA”.

Uds. integran un selecto grupo (club) que forman, manejan y  mueven los precios de los medicamentos, con la permisividad y la ceguera intencional de los funcionarios de turno. Hoy mismo están denodadamente tratando de reabrir el vademécum de la obra social más importante del país para sus  propios beneficios.

Tenemos pruebas concretas al respecto, de todas las gestiones que se realizan con los “Cipayos de Turno”, con documentación clasificada, fotos de encuentros y grabaciones incluidas.

En el caso particular de su Empresa, nuestra Organización, los Pretorianos, los ha sancionado punitivamente con una multa de 50.000 dólares pagaderos en fecha a acordar, no más allá de 30 días de recibida esta notificación.

CONFESION

-Lo hice por la compañía, fue obediencia debida.

-¿A quién obedeciste?, interrogó el gerente general.

-A las normas de la Empresa, sin lugar a dudas, respondió.

-¿Es un nuevo Manual de Procedimientos? Que

raro, yo no lo leí todavía, dijo Rony.

-Son reglas tácita, no están escritas, pero lo más importante es vender... Lo único que vale es el éxito... Y nosotros somos muy exitosos...Tenemos nuestros legajos colmados de felicitaciones. El fin justifica los medios... Le hacemos ganar millones de dólares por año a los accionistas... Es permisible una pequeña trampa para lograr los objetivos...

LOBBY POTENTE

-Según un comentario que me deslizó Ziegler, ¿era un tema de extorsión?    

-Era una organización que le conoce a esta gente los esqueletos que guardan en los armarios, contestó el comisario.

-Le puedo asegurar Reguera que su imaginación, por mas frondosa que sea, no abarcaría la totalidad de negociados que se cocinan en la Industria, comentó Morales Santos.

-Ud. debe estar mucho más informado que yo, simplemente por el puesto que ocupa.

-Sabe cuántas veces debo mirar para otro lado. Son demasiado poderosos, tienen un lobby potente y enérgico que se mete en todos los intersticios del Estado. Manejan una política abusiva, arbitraria, fijan los precios de los medicamentos como señores feudales. En una palabra hacen lo que quieren.

-Pero... ¿el gobierno no reacciona ante estos atropellos?, preguntó  Reguera.

-El Gobierno hace lo que puede, que es muy poco. Los economistas mueven la pelota, aleccionados por las “Multis”. No se olvide que son nuestros acreedores históricos. Fíjese en el zafarrancho del “mega canje”. Vivimos de rodillas frente a estos buitres. Encima ahora son dueños de las empresas privatizadas. Tienen un poder ilimitado. Hace años el tema mundial era la Geopolítica, las murallas ideológicas fueron la excusa esgrimida, Este y Oeste, Comunismo, Socialismo, Occidente Cristiano, Liberalismo y toda esas boludeces. Después fue la Geoeconomía, la lucha sin cuartel del Marketing y el mercado a conquistar en todos los lugares del globo. Las multinacionales y el acuerdo de la Comisión Trilateral, con Rockefeller y EE.UU a la cabeza. Las siete hermanas del petróleo, la industria de los medicamentos, de las armas, de las drogas. No satisfechos con todo lo conquistado, ahora se llama globalización, fusiones de mega empresas, dividendos que suben y bajan, préstamos bancarios  a intereses usurarios… 

POBREZA Y MISERIA

-Aldo, este país es tan difícil de comprender para los extranjeros. Estamos recontra fundidos y los bares y restaurantes llenos todos los días.   

-Pero Francisco, lo que se ve es sólo una pequeña muestra del país. El interior está que arde, penosamente sobreviven, igual que los grandes centros del cordón suburbano.

-Tiene razón. No más de mil familias gobiernan esta Nación y un séquito de alrededor de tres millones de habitantes viven bien o muy bien. El resto... minga. Si viera los informes reservados de Salud… La pobreza y la miseria han recrudecido. Volvieron enfermedades de hace un siglo o más, la lepra, la tuberculosis, el cólera...   La desocupación está creciendo en forma alarmante, las cifras en desnutrición infantil aterran. Más de la mitad de la población argentina es pobre. Catorce millones de personas no tienen dinero suficiente para cubrir una canasta básica de alimentos. Hay más de tres millones de chicos en estado de emergencia, son indigentes. Padecen anemia por falta de hierro, culpa de la mala alimentación. Es una tragedia humana y pensar que nosotros hace años nos espantábamos con lo que ocurría en Biafra.

-Es incomprensible que se padezca de hambre en un país que produce alimentos para trescientos millones de personas, expresó Reguera.

-En los dos primeros años de vida de estos chicos quedan las secuelas en el cerebro. Amengua la capacidad intelectual y la concentración, así como la adaptación a la escuela. Todo se maneja con estadísticas, que a veces ocultan verdades, sin tener en cuenta que los números encierran vida de millones de personas, cada una con su drama. La desnutrición infantil es un agravio a la vida, que comienza antes del nacimiento, con las condiciones paupérrimas de cómo viven los futuros padres. La brecha entre ricos y pobres es colosal. Se viene ensanchando en los últimos veinte años…

  

LA OBRA

Nombre: Sin remedio

Autor: Antonio Revello

Género: Novela

Editorial: de las Tres Lagunas

Edición: 2017

Páginas: 200

Precio: $250

Venta: La Mosca Loca

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