Impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad participa del  programa Mediadores del Conocimiento que tiene por finalidad fomentar las capacidades de investigación e innovación tecnológicas.

La iniciativa incluye la donación de bibliotecas móviles a las instituciones donde se desarrollan los encuentros para facilitar el acceso al material literario y que los participantes actúen como agentes de difusión en las propias unidades penitenciarias y en sus grupos familiares.

Con la participación de la docente de Lengua y Literatura de la Escuela Secundaria "Presidente Domingo F Sarmiento", María Silvia Biancardi, y el periodista Luciano Toledo, de la Dirección de Comunicación, durante el taller, llevado adelante en la Unidad Penitenciaria Nº 13 de Junín, se propone abordar la importancia de la lectura y el conocimiento como herramientas de transformación de la sociedad.

El impulsor del programa, el coordinador de Bienestar Universitario de la UNNOBA,  Sebastián Fulderi, dijo: “El trabajo con el Ministerio se da en dos ejes de trabajo que plantea diferentes actividades. La participación en Estación Ciencia, donde alumnos de la Universidad ofician como mediadores,  y que  representan la experiencia y el conocimiento de las áreas que se desarrollan en la muestra,  y el otro eje que actualmente funciona en la UP13 de Junín”. Además destacó el carácter relevante de participar de este tipo de programas porque la Universidad traslada el conocimiento a lugares donde es difícil el acceso a la información, como el programa Casitas del saber, que permite desde la infancia ver y conocer las posibilidades que ofrece la Universidad; el Programa Nexos, que busca acercar  y brindar posibilidades y herramientas a aquellas personas que no entran en el sistema universitario; y en este caso el Programa Mediadores del Conocimiento que permite a las personas privadas de la libertad el acceso a herramientas que sirven para resocializar.

El proyecto llevado adelante por Biancardi y Toledo, ambos difusores con conocimiento y experiencia previa en contexto de encierro, gira en torno al trabajo conjunto con un grupo mixto de población carcelaria, “para ellos es gratificante ese instante de convivencia e intercambio, más allá del plan general que tiene por objetivo fomentar la lectura para fortalecer el armado de la biblioteca. Con el fin de empoderar desde la palabra, buscamos ser  creativos y originales, y generar en los internos la capacidad de ser difusores de la lectura y de los libros”, agregó Toledo.

Con el claro objetivo de brindar herramientas educativas, los internos deben adquirir la capacidad de acercar el material bibliográfico al resto de la población que no tiene vínculo ni participación en el taller. Los textos se piensan desde la diversidad y la inclusión, y Toledo, agrega: “En el plan de trabajo convive la literatura clásica junto a textos contemporáneos, son encuentros que apuntan a encontrar la relación entre el cine y la literatura, desde  la creación de afiches cinematográficos y claquetas a modo de ficha técnica, que contengan sinopsis y datos, que permitan recomendar a un autor, en base a un poema, cuento o microrelato”.