El escenario promete ser el mismo que este año. Con una prórroga para elevar el presupuesto municipal 2020 hasta el 31 de diciembre, el Concejo Deliberante deberá volver a sesionar los primeros días de enero para tratar esta herramienta central para el gobierno municipal.

Y otra vez, el intendente Pablo Petrecca está afinando los números para garantizarse un aumento acorde con la inflación. Durante el 2019, los juninenses debieron soportar un incremento que fue entre el 40 y 110%, según las tasas. Y parece ser que al menos el número menor, volverá a repetirse para el próximo ejercicio económico.

Los primeros días de este año, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas y en el marco de un despliegue policial nunca antes visto, el jefe comunal logró su cometido. Y fue por la ausencia de un mayor contribuyente clave: el esposo de la concejal traversista Olga Prieto, lo cual fue objeto de denuncias y debates no sólo en el momento de la votación sino también los días posteriores.

Pero ya estaba hecho: al aumento que había ideado Petrecca lo debieron pagar sin chistar los juninenses, en algunos casos como contraprestación para servicios casi inexistentes.

Ahora, con los reparos que le causan tener en el próximo período a un gobernador y un presidente del Frente de Todos, sin llegada, sin feeling, sin sintonía política y sobre todo, sin mucha capacidad de gestión, el Intendente se prepara para asegurar su billetera y piensa en aumentar los tributos locales en al menos un 40%. Aunque sea a costa de los sacudidos y maltratados bolsillos de sus vecinos, los mismos que lo votaron.