sábado 20 de abril de 2024

LOCALES | 1 dic 2019

Mateada Federal en junin

¿Quién está detrás del apriete?

En Junín y otras ciudades agrícolas convocaron a una “Mateada Federal” junto con un video que lanza una velada amenaza al nuevo gobierno por parte de autoconvocados del campo. A nivel local, quienes agitan estas banderas prefieren esconderse en el anonimato, aunque se sospecha que se trata de una devolución de gentilezas a cambio de beneficios que llegarían por parte del gobierno local.


Por: Semanario

Bajo el lema Campo + Ciudad, pero generando el efecto contrario y ensanchando la grieta, y promovido por grupos radicalizados, algunos productores se suman a las presiones contra el gobierno que todavía no asumió, basándose en historias anteriores y con una falta de estadísticas brutal que ni siquiera les permite ver que durante los pasados cuatro años fueron desestimados por el gobierno actual.

En Junín, la “Mateada Federal” convocó a un puñado de productores (foto abajo) rurales en el cruce de las rutas 7 y 65, bajo el lema de "unir al campo con la ciudad" y volver sobre aquello que se generó antes de las elecciones del 27 de octubre (el 19 de ese mes) en la plaza de nuestra ciudad con los viejos tractores acomodados frente a la iglesia para mostrar el más rancio estilo conservador que poco tiene que ver con la tecnología productiva que adopta el sector agropecuario en buena parte del país y el mundo.

En los días previos a la convocatoria, circuló un video acompañando la movida, donde se destacaba que “las urnas eligieron a Fernández. Respetamos ese resultado y trabajaremos como siempre por el bien del país. Pero que nadie se equivoque. Aceptar la decisión de las mayorías no significa que nos pasen por encima”.

Esta “mateada a favor de la República", con olor a amenaza, viene generada desde Córdoba, con el objetivo de defender algo que el propio gobierno de Mauricio Macri no supo defender a la hora de generar el mayor endeudamiento del país en su historia y sumir a más argentinos en la pobreza e indigencia.

De hecho, como en ningún otro momento, la Argentina abrió sus mercados al mundo para el ingreso de productos que acá se generan como el caso de carne de cerdo y cordero; frutas, verduras, hortalizas y conservas.

Bajo falsos preceptos, se intenta entonces generar malestar y de ese modo alterar la paz social pintando de jornada en paz lo que resulta un virtual “apriete” a la gobernabilidad, con amenazas de reiterar los cortes de rutas, tal como se pudo observar en las redes sociales con personajes afectos a esta convocatoria.

De hecho, consultada por SEMANARIO, Rosana Franco, representante de la filial Junín de la Federación Agraria Argentina dijo respecto a la convocatoria que “estamos invitados. Personalmente no iré. Estoy para defender a los productores y a ningún color político”, aunque consideró que “los productores tienen derecho a expresarse como cualquier ciudadano”.

Asimismo, el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking, precisó que “son los mismos autoconvocados que organizaron el ‘tractorazo’ de la vez pasada. Tenemos conocimiento del tema, hay libertad para quien quiera ir, pero nosotros estamos en Carbap y no hay una resolución al respecto; somos lineales a nuestra institución madre”.

Justamente, el presidente de Carbap, Matías de Velazco, dijo días atrás que “por parte de las entidades, hay mucha gente temerosa pero tenemos que ser prudentes", porque "hay que esperar a que asuma el Gobierno y ver qué medidas toma".

Lo cierto es que alguna parte de los chacareros locales caen en el juego de “tirar la piedra y esconder la mano”.

De la convocatoria a nivel Junín -si bien existe- nadie se hizo cargo, como si se tratara de un llamado desde la clandestinidad enviando un mensaje cuasi mafioso a un gobierno que no ha adelantado ninguna medida, frente a otro que no ha hecho más que dañar al sector agropecuario.

Un sector agropecuario que parece secuestrado por los agricultores de la pampa húmeda, que no permiten las expresiones de otros subsectores o economía regionales, ya que hay que reconocer que en estos años la apertura de importaciones indudablemente generó un hueco por el cual se fue la rentabilidad de los más chicos y los quebrantos se suceden.

Lo más doloroso que pueden escuchar muchos productores hoy en día es que el tambo, la avicultura, horticultura, vitivinicultura y producción de cerdos, entre otros sectores, estaban mejor hace diez años que ahora, por lo que la década perdida terminó siendo parte del relato actual y no del anterior.

La ceguera de esta militancia chacarera ni siquiera les permite ver que en la actualidad los márgenes de la producción son pequeños debido también a la baja internacional de los precios de los granos y también a la carga impositiva que es mayor que la de cualquier otra actividad, ya que incluyen impuesto a las ganancias a nivel nacional, impuesto inmobiliario a nivel provincial, tasa por hectárea a nivel comunal, así como ingresos brutos en insumos, el IVA del 10.5% sobre las ventas contra un 21% sobre las compras.

Según explica el diario especializado El Cronista, se trata de una carga total que se aproxima al 70% y a esto debe agregarse la inexistencia de créditos, incremento en los precios de insumos, aumentos de costos de mano de obra y en los gastos de comercialización y en algunos casos el pago del arrendamiento.

Hay que tener en cuenta entonces que el gobierno que deja el poder no quitó definitivamente  las retenciones tal y como lo había prometido en la campaña, generó por el contrario una presión impositiva agobiante, cepo al dólar, altas tasas de interés, inflación, etcétera, que quitan rentabilidad y frenan inversiones por falta de perspectivas de estabilidad a futuro.

Por lo que este tipo de movilizaciones terminan siendo parte de un plan partidario que una vez más toma a los productores como “los hijos de la pavota” con el objetivo de ganar masa crítica opositora en el interior del país, haciendo creer incluso que las economías regionales funcionan cuando en realidad buena parte de los propietarios de los campos los tienen arrendados y la mayor parte de la ganancia se la reparten entre las corporaciones que venden los insumos, las concentradoras exportadoras del grano y los arrendatarios.

Por lo tanto, ¿cuál es el verdadero objetivo?

PROMESAS EMBARRADAS

Desde las internas de las entidades agrarias ven con recelo la situación porque algunos consideran que se está manoseando a las bases y este tipo de cuestiones hacen que cada vez haya menos participación.

La Sociedad Rural de Junín sabe que depende de las decisiones de Carbap, mientras que el peso específico que tiene la Sociedad Rural Argentina en Junín es nulo y en el análisis cabe agregar que Daniel Pelegrina, su presidente actual, es de lo más pobre respecto a capacidad dirigencial de lo que tuvo la entidad señera en sus últimos 50 años.

En lo que hace a la Federación Agraria Argentina, también está pasando por una situación interna complicada con una fuerte crítica a su líder.

Queda en el ámbito local la Asociación de Productores Agropecuarios (APAJ), que fue convocada en su momento para sanear algunas cuestiones, perdió su norte, se transformó o intentó transformarse en un grupo de presión, y tras el fallecimiento de su presidente Graciela Picchi, perdió definitivamente el norte y desde el punto de vista legal permanece acéfala y, lo que es peor, con una fuga masiva de quienes la conformaron en su origen.

Por lo que quienes hoy están detrás de estas escaramuzas bochornosas que no poseen más argumentos que apelar a cuestiones que ni siquiera se debaten o que corresponden a genéricos como podría ser la “República”, terminan siendo no más que la manifestación de grupos de presión con privilegios ligados al devaluado poder político municipal, que han sido presos de las pobres promesas de la gestión Petrecca.

Estas versiones de “piquetes chacareros” que hizo famoso Alfredo De Ángeli, no es más que una máscara patética de la escasa capacidad dirigencial que abunda en nuestro medio.

Vale recordar que el tan mentado De Ángeli, originario de la Federación Agraria Argentina, creada tras el Grito de Alcorta y que defendía los derechos de los pequeños productores, terminó siendo senador por Entre Ríos por el PRO, situación que hasta al legendario líder federado Humberto Volando le hubiera provocado náuseas.

Este tipo de manifestaciones, claramente, tienen una sola moneda de cambio y es la promesa del jefe comunal de darles el manejo de fondos destinados a la red vial para la mejora de los caminos, y no aumentarles la tasa respectiva, un hecho de imposible factura habida cuenta de las necesidades por las que pasa Pablo Petrecca para cerrar los números del presupuesto.

Del mismo modo, y mientras los anónimos agitadores esperan que no haya aumentos de la tasa vial, los citadinos siguen de cerca la lectura en el caso de que se les ocurra aumentar la tasa que corresponde a la limpieza y conservación de la vía pública.

UNA FINAL

El periodista y escritor Mempo Giardinelli opinó sobre esta convocatoria y dijo que “lo fuerte está en lo amenazante y que pretenden un condicionamiento al nuevo Gobierno que es disparatado. Si no les gusta la nueva administración, primero déjenlo expresarse y ver qué medidas se toman. Los anuncios de Alberto Fernández y la discreción de Cristina Kirchner son indicadores de una prudencia, sabiduría y una serenidad necesaria para la Argentina”.

El autor, quien junto a Pedro Peretti presentaron recientemente el libro “La Argentina Agropecuaria”, remarcó que “la esencia de esto es que, creo, es un pensamiento peligroso, no solamente porque es antidemocrático, sino porque amenazan con violencia y esto es lo peor que le puede pasar a la sociedad. La Argentina ya atravesó por este tipo de violencia, ya tuvimos un terrorismo de Estado, lo hemos pasado y procuramos que no se repita más”.

 

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