jueves 28 de marzo de 2024

LOCALES | 6 dic 2019

OJOS QUE VEN

Junín: Turismo cero

Falta de políticas y de capacitación, nula convocatoria a entidades y búsqueda de inversores. Todo hace que las oportunidades naturales que tiene el distrito se pierdan como arena entre las manos bajo una administración a la que parece no importarle este recurso, que podría acrecentar la economía regional y con ello un valor primordial: la creación de empleo.


Por: Semanario

Junín está careciendo de una política destinada al turismo, en una ciudad que por consecuencias naturales ha sido beneficiada con diversas características propias para ello.

No tiene una laguna, sino tres. Mar Chiquita aparece estructurada para negocios privados precarizados, el Carpincho parece no existir para las autoridades a pesar de tener dos clubes con importantes servicios. La laguna de Gómez perdió todo atractivo y por ende el visitante de afuera no existe, mientras el local prefiere la alternativa del Parque Borchex, con árboles, río y menos consumo de nafta en época de vacas flacas.

Sin embargo, eso conlleva al quebranto de cuanto comercio se ubique en alrededores del parque natural y la falta de inversiones, lo cual se constituye en un círculo vicioso que va acrecentando el deterioro.

Incluye a los operadores turísticos, las inversiones en hotelería y gastronomía, que no pueden depender de dos o tres eventos anuales para poder generar un “aguinaldo” en sus alicaídas utilidades.

Ante cada inicio de la época estival, arrecian las promesas de los funcionarios, pero las ideas y la falta de capacitación resultan dramáticas y se siguen perdiendo oportunidades.

La comuna termina celebrando la apertura de una cafetería en el balneario, lo cual da muestras del escaso nivel de ingenio para un sector que debiera contar con proyectos de envergadura con inversiones millonarias a pesar de la situación crítica por la que atraviesa el país.

No se trata sólo de responsabilidad municipal, sino también está referido al manejo “tuerto” de una Sociedad de Comercio e Industria que sólo mira al centro de la ciudad y termina promocionando mesas de saldo, cuando lo que se requiere es capacitación, creatividad y acciones conjuntas que engloben a todos por igual y no a los pocos dirigentes que la conducen, a riesgo de quedar siendo cada vez más pequeña en masa societaria.

ACCIONES CONSTANTES

Por falta de recursos o capacidad (o ambas), la dirección de Turismo y Cultura municipal ha sufrido un brutal achatamiento en la generación de propuestas quedando encerrada en un circuito que ya lleva como una década sin cambios.

En primer término resulta poco práctico a los fines de la eficiencia tener atados dos rubros como el de Turismo y la Cultura a una sola dependencia cuando se esperan mejores resultados si van por caminos separados y con un fuerte expertise en cada área.

Por otra parte, vale destacar que la gestión turística, más allá de la necesidad de ser planificada, necesita ser actualizada de manera permanente, frente a los cambios que en la misma sociedad se van produciendo día a día. De aquí la necesidad de la formación profesional, la investigación y la reflexión que la práctica de la actividad turística conlleva.

Hoy en día se hace necesario el análisis y la reflexión, los encuentros, las propuestas y las convocatorias con las entidades de adentro y afuera, ya que aparecen nuevas tendencias, surgidas de nuevas necesidades y preferencias de los viajeros, las que hacen que el turismo se dinamice y busque, a través de sus distintos prestadores, innovación y creatividad en el diseño de circuitos, actividades y modalidades.

“Caer” en la página del municipio para ver las “ofertas turísticas” es darse cuenta de la escasa importancia que se le da al tema.

Incluso, resulta preocupante saber que por este mismo motivo se pueden llegar a perder inversiones, ya que el primer vistazo a la zona a través de la web por parte de algún ocasional empresario interesado, resulta realmente decepcionante.

Hoy Junín ha perdido su marca turística que alguna vez consiguió a través de las bondades naturales, la pesca y encuentros musicales o deportivos de relevancia.

Esta política no se emparenta con el entretenimiento, sino que por el contrario el turismo bien implementado  es un recurso que ninguna gestión debiera dejar de lado por su importancia en materia económica, con el aporte no sólo en divisas sino en generación de empleo, una “joya” de estos tiempos.

JUNTOS O IMPOSIBLE

La estrategia para que Junín vuelva a recuperar el atractivo turístico no podrá ser conformada por un intendente poco afecto a la participación institucional; en soledad no se podrá lograr nada, tal como ha quedado demostrado hasta ahora.

Empresas de transporte, alojamiento, gastronomía, agencias de viajes, el sector público, guías, entre otros, se ven envueltos en la carrera de brindar servicios que satisfagan al cliente, pero que a la vez generen ingresos y el menor perjuicio posible al elemento más sensible del sistema: el atractivo turístico. De este modo, todos los componentes deben estimular su creatividad, generando productos que logren una máxima satisfacción, pero que sean sustentables.

La Organización Mundial del Turismo (OMT), principal institución internacional en este ámbito, define al turismo sustentable como un “modelo de desarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de la comunidad receptora, para facilitar al visitante una experiencia de alta calidad y mantener la calidad del medio ambiente, del que tanto la comunidad anfitriona como los visitantes dependen”.

Pero sin lugar a dudas, la realidad del desarrollo turístico sustentable debe empezar por el reconocimiento de las responsabilidades de todos los implicados en él, tanto de los que ofrecen el servicio como de los que lo reciben.

El desarrollo sustentable de los destinos turísticos constituye un aporte fundamental para la continuidad de una actividad que genera beneficios pero también puede, enfrentada a una mala planificación y gestión, generar perjuicios difícilmente solucionables, por lo que es imprescindible que las instituciones públicas y privadas comiencen a trabajar antes de quedar varados en un callejón sin salida.

INNOVACIÓN TURÍSTICA

A la hora de plantear nuevos escenarios, ni siquiera se impone volver a viejas recetas si es que por diferencias políticas o dogmáticas son cuestionadas; se trata, eso sí, de adecuarse a los nuevos tiempos y ahondar en nuevos ámbitos, pero no llenarse de promesas sino de acciones.

El turismo para Junín resulta una veta que no puede dejarse sin explorar, salvo que la gestión municipal esté apuntada a ser una simple administración pública sin ideas ni propuestas y mantenga el perfil marketinero de “decir mucho y hacer poco”.

Pero si ese no fuera el caso, hay un montón de variantes que van más allá del arenero y el corte de pasto.

En cuanto a las temáticas innovadoras que pueden incorporarse, las relacionadas con el turismo alternativo resultan las más proclives a la innovación.

Así, modalidades como el agroturismo, turismo educativo, etnoturismo, turismo cultural, turismo solidario, turismo de salud (después de la presentación rimbombante y electoralista no se habló más del cluster), son capaces de atraer nuevos mercados y a su vez diversificar la economía de los lugares en el cual se realizan las actividades turísticas.

En el campo de la hotelería, la generación de nuevos productos también constituye hoy en día una herramienta válida para la satisfacción de los huéspedes, es posible investigar acerca de nuevas alternativas en cuanto a formas de hospedaje, servicios o lugares en donde se pueden emplazar nuevos proyectos hoteleros.

Es bueno analizar lo relacionado con alojamientos desmontables, “barato y chic”, wellness que apuntan al bienestar mental y físico, alojamientos flotantes y otros tantos temáticos o incluso slow.

Todo ello sin olvidar que el turismo debe ser “para todos”, por lo que debe ser tenido en cuenta el concepto de accesibilidad, principios para favorecer a personas que poseen alguna imposibilidad física y encuentran inconvenientes en la práctica turística, por ejemplo, en la posibilidad de acceder a espacios verdes, problemas en la estructura de la ciudad (cruces peatonales, vehiculares, etc.), barreras en el mobiliario urbano, limitaciones en el uso y disfrute de edificios, como los destinados a ofrecer servicios de alojamiento, gastronómicos, actividades culturales, actividades deportivas, lúdicas, entre otros.

La gama de posibilidades para que en Junín se trabaje la faceta turística como parte sustancial de los que hoy se conocen como ecoemprendedores por el uso integral que le otorgan a sus capacidades, resulta vital para la economía regional para empezar a salir del pantano en el que están sumergidas estas áreas públicas y que sirva además para sacudir la modorra de instituciones cuyos dirigentes no han sabido capacitarse más que en mantener relaciones políticas amistosas con los funcionarios de turno.

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