Hemos dado cuenta en varias ocasiones sobre distintas iniciativas solidarias que los internos de las unidades penales de Junín han realizado para distintas instituciones educativas o sanitarias de la ciudad o la región. No obstante, salvo un programa educativo, no hay fuertes vínculos con lo laboral, más allá de los talleres que funcionan como carpintería, mecánica o pintura entre otros.
En Mendoza desde hace un tiempo, el Servicio Penitenciario de Mendoza puso en marcha en conjunto con el Gobierno Provincial una serie de convenios para ampliar la oferta laboral de personas privadas de la libertad que son toda una novedad.
Las empresas Xinca, Grupo Fonther y Calzados Cuyo se sumaron formalmente a la iniciativa de capacitación en contextos de encierro para promover la reinserción social y laboral.
En el marco de las políticas encabezadas por la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, el Servicio Penitenciario de Mendoza firmó convenios para que tres empresas instalen sus talleres dentro de los establecimientos penales y puedan ampliar y mejorar así la capacidad de los espacios de trabajo y producción.
Las firmas desarrollan una formación a fines de brindar conocimientos y hábitos laborales para que, una vez alcanzada la libertad, las personas puedan participar en el mundo del trabajo. Esta colaboración con instituciones privadas genera un mercado potencial para los productos elaborados por los internos que asisten a las actividades laborales, permitiendo que el resto de la ciudadanía pueda acceder a aquellos a un precio significativamente menor a los que ofrece el mercado.
En este sentido, el Servicio Penitenciario de Mendoza les brinda a las compañías el espacio físico adecuado, los servicios básicos para el desarrollo de la actividad y un número de trabajadores. Por otro lado, las empresas aportan maquinarias y herramientas, así como las capacitaciones al personal de la institución y a las personas allí alojadas, destinadas a la fabricación de productos.
La provincia de Mendoza puso en funcionamiento la primera fábrica dentro de una cárcel. La planta, perteneciente a Suavipack, producirá papel higiénico, servilletas y ya genera trabajo para 25 internos
EMPRESAS INTERVINIENTES
Uno de los convenios fue firmado con Xinca SA, compañía especializada en la fabricación de indumentaria y zapatillas a partir de materiales reciclables conservando el valor de la sustentabilidad. “Siempre es importante poder generar nuevas oportunidades para las personas privadas de la libertad. En esta ocasión vamos a instalar una nueva actividad textil en el Complejo Penitenciario de Alojamiento Permanente Almafuerte II, referida a la línea de ropa de trabajo.
El segundo convenio involucra a Calzados Cuyo. Esta firma resulta muy positiva porque les brinda trabajo a las empresas y a las personas privadas de la libertad. La diferencia radica en que, a partir de ahora, el calzado será certificado en normas de calidad, cumpliendo con requisitos y pruebas de seguridad, durabilidad y resistencia.
Por último, en el Complejo de Alojamiento Permanente Almafuerte I, se puso en marcha la planta Suavipack, que una primera etapa elabora papel higiénico, servilletas troqueladas y rollos de cocina, aunque más adelante producirá una mayor variedad de productos.
“Como propuesta de valor, como Grupo Fonther hemos logrado darles trabajo a más de 18 caciques. Nuestro compromiso es capacitarlos previamente en sus lugares de alojamiento para que, una vez recuperada su libertad, tengan la opción de trabajar en la planta de papel higiénico o bien en Grupo Fonther a través de la constructora”, dijeron desde la empresa.
“Estas capacitaciones buscan no solo preparar a los internos para el futuro, sino también ofrecerles oportunidades reales de empleo tras su reinserción. Las empresas obtendrán beneficios significativos al contar con seguridad y un entorno controlado dentro de los establecimientos penales”, afirmaron desde el Servicio Penitenciario.
La iniciativa apunta a su crecimiento. El gobernador Cornejo aseguró que la provincia está abierta a que más empresas se instalen en los complejos penitenciarios, como parte de una política que busca resocializar a las personas privadas de libertad y fortalecer la seguridad pública.
“Estas personas no cobran del Estado, sino que reciben un ingreso de las empresas. Eso también habla de un compromiso privado con la reinserción y con una política de seguridad más efectiva”, sostuvo Cornejo.
Además, el mandatario remarcó que 66% de las personas privadas de libertad están escolarizadas. “Exigimos que quienes ingresan sin completar la primaria o secundaria la terminen. Eso mejora sus oportunidades al salir”, dijo.
Finalmente, convocó a más empresas a sumarse a este esquema al asegurar: “Estamos prestos a nuevos convenios y aprovechamos esta experiencia para invitar a otras firmas a venir aquí a desarrollar sus trabajos industriales, porque hay formación previa, hay compromiso y hay un Estado que articula para que esto sea posible”.
En Mendoza hay alrededor de 7.500 personas privadas de libertad, de las cuales 6.700 están dentro los complejos penitenciarios. Por otra parte, otras 600 personas cumplen prisión domiciliaria otorgada por la Justicia
EL CONVENIO QUE HACE POSIBLE ESTE MODELO
Gracias a una serie de convenios, Mendoza avanza hacia un modelo de resocialización que combina formación, producción y trabajo. En el caso de Suavipack, se montó una planta con cuatro líneas continuas de producción y una inversión inicial de 689.000 dólares. Actualmente, ya trabajan allí 25 internos y se proyecta duplicar esa capacidad con la incorporación de nueva maquinaria.
La ministra de Seguridad provincial destacó que “este modelo impacta directamente en la no reincidencia delictiva”. Además, resaltó que las capacitaciones están certificadas, lo que mejora las condiciones laborales futuras: “Estas personas salen con un oficio y muchas veces con un vínculo laboral que pueden formalizar”, señaló.
Sobre los incentivos, Rus aclaró que los internos reciben un peculio por su trabajo y que cumplir con educación y tareas laborales es condición para acceder a beneficios de semilibertad. También indicó que provincias como San Juan y Salta ya se han mostrado interesadas en replicar el modelo.
EL ROL DEL SECTOR PRIVADO: COMPROMISO Y VISIÓN SOCIAL
Desde el sector empresario, Ricardo Palacios, socio fundador de Suavipack y propietario de la firma sanjuanina R&R, valoró el acompañamiento del Estado. “El gran motivo de que este proyecto sea en Mendoza tiene que ver con la articulación pública y privada. Nosotros queríamos generar un impacto distinto en la sociedad, y esto nos dio esa oportunidad”, sostuvo.
Palacios señaló que el objetivo es formar a más personas de las que la empresa podrá contratar: “Por eso ya estamos articulando con otras industrias para que puedan absorber esa mano de obra calificada”.
Por su parte, Hernán Fontana, de Contra Reducción, remarcó que el proyecto surgió de una experiencia previa: “Trabajamos con personas que salían en libertad, pero muchas no lograban sostenerse porque no tenían cultura del trabajo. Entonces decidimos empezar desde adentro”.
Fontana definió a Suavipack como “una segunda oportunidad” para quienes están en contexto de encierro. “Los internos están felices, no quieren estar en sus pabellones, quieren trabajar. Esta planta les ofrece calidez, formación y una posibilidad real de cambiar su historia”, afirmó.
UN MODELO QUE DESPIERTA INTERÉS
El ministro de Producción valoró el compromiso de las empresas y resaltó que “ya hay muchos pedidos de firmas interesadas en sumarse, tanto en la producción como en la comercialización”. Subrayó que no hay exenciones impositivas ni beneficios fiscales sino una fuerte vocación transformadora: “Las empresas no solo están para ganar dinero, también pueden cambiar el entorno y mejorar el mundo”, expresó.
Respecto de los desafíos logísticos, Vargas Arizu reconoció que “entrar, salir y mantener stock en un penal no es sencillo, pero lo hacen con convicción”. En cuanto a los rubros interesados, mencionó que hay solicitudes en áreas como artículos de limpieza y otros sectores habilitados para operar en estos contextos.
Suavipack es el resultado de la alianza entre R&R, empresa líder en producción de papel, y el Grupo Fonther, que impulsa modelos productivos con impacto social. Juntos promueven una nueva forma de industria: inclusiva, responsable y con vocación transformadora.