

Los diez rugbiers imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell fueron trasladados esta madrugada a la unidad carcelaria 6 de Dolores, y fueron alojados en la alcaidía del complejo, donde permanecerán sin contacto con los demás presos hasta que se resuelva su situación procesal, informaron fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Los acusados arribaron a la unidad penal a las 5.30, en un móvil de la Policía provincial que los trasladó desde la Comisaría 1ª de Pinamar, donde los diez permanecían alojados.
Cerca de las 3.30, los diez imputados fueron subidos a una unidad de traslado y comenzaron el trayecto a la cárcel, escoltados por móviles y efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) durante el trayecto de 160 kilómetros que separa ambas localidades bonaerenses.
Los jóvenes fueron alojados en un sector separado del resto de la población carcelaria, para resguardar su seguridad, luego de que en las últimas horas se viralizaran en las redes sociales distintos videos de presos que aguardaban la llegada de los rugbiers para hacer una supuesta justicia por mano propia.
La Unidad de Dolores, una de las más antiguas y con mayor nivel de hacinamiento del sistema carcelario bonaerense, actualmente cuenta 875 internos, aunque su estructura está diagramada para unos 350.
En el primer piso, en una celda aislada del resto de la población ubicada entre los pabellones 9 y 10, ya están dispuestas las literas para Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) y Juan Pedro Guarino (19), Máximo Thomsen (20), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20).
Es un espacio especialmente preparado para detenidos que aún no tienen la prisión preventiva. La celda se encuentra situada en un primer piso entre los pabellones 9 y 10, donde se alojan los presos evangelistas, de escasa conflictividad.
Los voceros indicaron que tras el arribo al penal se labraron las actuaciones administrativas correspondientes, y los rugbiers fueron sometidos a una revisión médica y una requisa, "como cualquier otro preso".
"No tendrán contacto con la población carcelaria y permanecerán ahí bajo estricta vigilancia y control", señaló una fuente del SPB, que aclaró que, en caso que se les dicte la prisión preventiva, los imputados "serán asignados a otra unidad".
El acces al sector donde fueron ubicados se encuentra al lado del control del personal, con una pequeña ventana que les permitirá la observación directa, y serán designados a cubrir esa zona oficiales jefes penitenciarios durante las 24 horas.
Al igual que los demás internos, los rugbiers recibirán visita los jueves y se incrementará la seguridad para el caso de que tengan que desplazarse dentro del establecimiento. (DIB)