Por: LUCIANO CANAPARO

Todo el ambiente político se hace el mismo interrogante: ¿hacia dónde va el peronismo? El peronismo “new age”, “siglo XXI” o “renovador” hoy está en la vereda de enfrente, con la añoranza de lo que fue y con las ganas de que el tiempo avance rápido, para volver al poder, aquel que parecía solo de su potestad y que la democracia se encargó de arrebatarle.

Las fichas a nivel nacional, después de octubre 2015, se movieron velozmente: primero con la ruptura del bloque del FpV en Diputados y las primeras críticas al poder hegemónico del kirchnerismo; luego con la renovación de la cúpula del PJ, la aparición de gobernadores críticos al gobierno anterior, el aislamiento de La Cámpora, la ruptura en mil pedazos en la legislatura bonaerense, las peleas sindicales, la aparición de Unidad Ciudadana, la candidatura de CFK, etc. En fin, cuando el peronismo se mueve, hace ruido.

Esto nos lleva al comienzo: hacia dónde va el peronismo. ¿En Junín es distinto? En absoluto. El PJ no pudo llegar a la unidad durante la última interna partidaria que coronó a Eduardo “Pucho” Aguilar, apoyado entonces por Kolina de Gustavo Traverso y La Cámpora de Rocío Giaccone, y la grieta se profundizó aún más cuando en agosto de 2015, durante las primarias para intendente, se vieron las caras el sector “duro” del kircherismo en contra del grupo del Diputado Nacional Oscar Romero.

El resto es historia conocida. Junín no es una isla dentro de lo que pasa en el país y la provincia. El peronismo local, tampoco. La unidad tantas veces reclamada y pocas veces proclamada, tampoco pudo ser este año, y a esta altura está muy lejos de parecerse a un cuento de hadas con final feliz.

Muchos “compañeros” de la ciudad, como los románticos “cristinistas” Gustavo Traverso y Rocío Giaccone, piensan que de la mano de la ex mandataria volverán a vivir e imponerse. Otros, miran como una luz al final del túnel la figura de Florencio Randazzo, aquel que tan bien los supo contener en 2005 cuando le tocó ser el armador provincial del FpV y que luego de haberse “guardado” volvió con aires renovados de “peronista ortodoxo”, aunque las urnas del domingo lo hayan bofeteado.

En conclusión, quién se animará a reclamar liderazgos en este contexto de inestabilidad, donde un paso en falso se trasluce al instante; quién tiene la cintura y el poder de contener hoy a las bases; cuáles son las figuras de recambio que pueden llegar a aparecer en la carrera hacia el 2019.

Demasiados son los interrogantes en este peronismo siglo XXI en Junín, que repite errores del pasado, que no termina de entrarle al electorado y que una vez más se encuentra en la encrucijada de seguir mirando cómo pasan los años y el sillón de calle Rivadavia queda cada vez más lejos.  

Eduardo “Pucho” Aguilar, presidente del Consejo de Partido Justicialista respondió alguna de estas inquietudes, a una semana de unas elecciones PASO que miró desde afuera porque la lista que apadrinaba en la interna de Unidad Ciudadana “fue borrada por la lapicera de la diputada bonaerense Rocío Giaccone”.

-¿Cuál es el balance de las PASO?

-En Junín, a nivel nacional, Cristina Fernández de Kirchner sacó los 14.600 votos que le daban las encuestas, así que no hubo sorpresas. Aunque el nivel de adhesión fue bastante más bajo que en otros lugares.

En ese marco, creemos que la elección de senadores provinciales y concejales fue pésima, sobre todo la parte local, donde hubo casi 3.000 cortes de boleta. Por supuesto, mil de esos son nuestros, precisamente por dejarnos afuera y no dejarnos participar de la elección interna. Entonces, decidimos votar solamente la parte de Cristina senadora.

-¿Por qué les negaron participación en la interna?

-El argumento fue que tenían una excelente candidata, y resulta que salió segunda con menos de la mitad de los votos de la boleta de Cambiemos, algo que no parece una elección decorosa, como dicen, sino pésima.

-En Junín, y pese a perder votos respecto a años anteriores, Unidad Ciudadana está conforme con los resultados. Y sus dirigentes aseguran que, de acá a octubre, será el momento de las propuestas

-Me parece que con una candidata que viene de ser concejal cuatro años, deberían mostrar su currículum a la sociedad. Decir lo que hizo en este tiempo, pero no lo están haciendo y debe ser porque no hay mucho para mostrar. Ahora que llegaron las facturas de gas, recién tiran públicamente un proyecto de tarifa social. Si se sabía antes de que se repartieran… corren detrás de la noticia, de manera tribunera. Petrecca es un intendente chato, con candidatos que tampoco descollan, pero la gente los elige porque la oferta del otro lado es peor.

-La bajada de línea, a nivel nacional, fue hacer una campaña ligth, lejos de ciertos rituales del folklore peronista

-Y es así, sobre todo, por aislarse y discriminar al peronismo, porque le podríamos haber dado otra impronta a la interna, pero eligieron no tenerla.

Creemos que deberían haber puesto en debate de cara a la sociedad propuestas políticas, porque fue una elección rara, en la que el candidato dijo lo que desayuna a la mañana, qué hace al mediodía, contó si dormía la siesta o no, qué come y de qué trabaja, pero no le dijo al ciudadano juninense qué hará en caso de llegar a ser electo concejal.

-¿Y ustedes qué propuestas tenían?

-Nosotros claramente teníamos una propuesta y en caso de llegar al Concejo Deliberante, tanto Carlos Vozzi como Cristina Tejo, Horacio Gambarte o Vanesa Miranda… lo primero que se iba a hacer es no admitir tarifazos, porque es parte de la plataforma de Unidad Ciudadana. El aumento del 32 por ciento de las tasas municipales es un tarifazo. Y a ellos les molestó porque aprobaron el presupuesto con ese índice, y ni siquiera escalonado.

Sumado a esto, la senadora Malena Baro dijo que la Provincia aumentó la coparticipación a Junín en un 31%, o sea que ese porcentaje sería el incremento en los ingresos locales, y atento a que la masa salarial es el mayor egreso del presupuesto local, tenía una diferencia del 16%, que como concejales deberíamos saber en qué se gasta.

Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que la obra de repavimentación de la Avenida de Circunvalación es provincial, a tal punto que le pusieron mal el nombre en el cartel, llamándola ‘Julio Argentino Roca’, cuando por ley se denomina ‘Eva Perón’. Sin embargo, nuestros concejales no dijeron nada.

-¿Tampoco salieron a  bancar la “democracia partidaria”?

-No, porque forman parte de lo que nosotros afirmamos que no provienen del peronismo sino de la transversalidad que generaron Néstor y Cristina y que permitió el ingreso de muchas personas. Pero no era para que dejaran afuera al peronismo. Lo que hicieron no lo logró la dictadura ni el gorilaje más rancio de Junín, que es discriminarnos en nuestro propio partido.

-¿Es tanto el poder de Giaccone como para decidir la no participación de una lista?

-A priori parecía que no. Nosotros convocamos a una lista de unidad, yo convoqué a todo el peronismo, conversamos con Kolina y con La Cámpora la posibilidad de hacer el máximo esfuerzo, acotando las aspiraciones de cada uno para armar una lista de unidad.

Rocío Giaccone me llamó a su local para manifestarme que ella era la dueña de la lapicera, y yo le dije que habría dos o tres listas para que el que gane conduzca y el que pierda acompañe. Ella me respondió que de ninguna manera iba a permitir otra lista, y jamás salió a desmentir esto que conté en la campaña. Tengo guardados los whatsapp de Lautaro Mazzutti en que me recordaba que Rocío no iba a permitir otra lista.

-¿Fue una política a nivel provincial o sólo local?

-A mí me había dicho el presidente del PJ, Fernando Espinoza, que iba a poder armar una lista, la secretaria me dijo cómo hacer, pero después no me atendió más el teléfono. Hubo internas en cuatro distritos de la Sección Electoral y fueron 66 distritos en el resto de la provincia, así que no era una política instalada, sino que fue un tema a nivel local. Cuando dijeron que faltaban avales, nos aclararon que podíamos llevar miles pero que era una decisión política. De hecho, jamás nos respondieron cuántos faltaban, así que fuimos a la Justicia que nos dio la razón.

-Sin embargo…

-Ahí vino la segunda jugada. Nos querían imponer que fuéramos con boleta corta. Nosotros no nos creemos dueños de nada ni representantes de tantos. Pero las encuestas nos daban un 4%, alrededor de 2.500 votos, y suponiendo que ellos tuvieran 4.000 votos, quedan otras 8.000 personas que no miran la lista de concejales, que ven a Cristina, doblan la boleta y la meten. Por eso, si en nuestra lista no estaba CFK, el domingo a las 8 de la mañana arrancábamos con 8.000 votos abajo; no hubiese sido una elección en condiciones de igualdad.

Tampoco le íbamos a dar el gusto de que dijeran que nos ganaron por 8.000 votos, porque la que nos ganaba en ese caso era Cristina.

-¿Pensás que, además, en la decisión pesó el factor de que pudieran perder la interna?

-Creo que tuvieron un temor muy grande de que le ganáramos la competencia, pero nosotros no somos soberbios, simplemente íbamos a competir y sumar. Desde el ’83 hasta ahora, como hice siempre, el que gana conduce y el que pierde acompaña, y les pueden preguntar a todos los candidatos que la Unidad Básica “Mayor Arrieta” siempre estuvo al lado.

-En una entrevista que le hice a Giaccone en julio pasado dijo que la siguen negando en la mesa del peronismo local

-Sabiendo que ella no es peronista, que viene de otro lado aunque lo esconda, nosotros la tratamos como una igual, pero ahora dice que ella me hizo presidente del Partido a mí, cuando yo llevo 28 años de peronista. La lista la armó Oscar Romero, no íbamos a armar ninguna, me llamó un domingo a las 2 de la mañana y la hicimos, mientras ellos tenían un susto bárbaro.

Rocío Giaccone no viene de familia peronista sino que ingresó en una especie de militancia rentada. No se sabía nada de ella hasta que fue electa diputada. Militaba en otras agrupaciones, en Franja Morada, conoció a Ottavis en la Universidad y ahí fue cuando presentó un proyecto para armar La Cámpora en la provincia de Buenos Aires. Era su secretaria rentada, no sabe lo que es militar y aportar para el peronismo.

Lo que más les molesta es la cuestión local: fueron la escribanía de Meoni y ahora son la escribanía de Petrecca.

Hasta el 10 de diciembre de 2015 Meoni se quejaba de los cuestionamientos que se hacían porque decían que era poner palos en la rueda, pero desde el día 11 de diciembre 2015 se transformaron en demonios y le hicieron la vida imposible al Intendente.

-¿Cómo sigue el trabajo pensando en octubre?

-Nosotros vamos a apoyar a Cristina, sin dudas. A nivel local, estamos analizando pero seguramente no vamos a votar la lista de Unidad Ciudadana. Algunos me dicen que debería haber presentado la renuncia al Partido, pero no voy a cargar tintas contra Victoria Muffarotto o Tomás Kiernan o José Oyarzabal, que me consta que son peronistas.

-¿Cuál es tu opinión sobre el papel de Florencio Randazzo?

-A Randazzo lo conozco desde hace muchos años de la interna peronista y sé cómo se maneja. Pero evidentemente algo habrá hecho bien para que Chivilcoy lo elija. Estamos en un gobierno de Cambiemos y esa ciudad tiene un intendente del Frente Renovador, pero en estas PASO ganó Cumplir en todas los cuerpos de la boleta. Evidentemente, concita una atracción superior a la dinámica general.

Si nuestros militantes, dirigentes, concitaran esa atención hubiesen llevado más arriba a Cristina, pero acá no podemos lograrlo.

-¿Por qué?

-En Junín, el peronismo no da garantías con lo que hicieron. Manejaron Desarrollo Social, por ejemplo, y repartieron para hacer emprendimientos a miles de personas, pero hoy tienen 12 mil votos. Así que no fue bien hecho el reparto o el acompañamiento.

Acá, esta mujer (Giaccone), proscribió a los compañeros, algo que solamente habían hecho los militares; y persigue a los que se van de La Cámpora... Me parece que la democracia es diálogo y consenso.