Hoy los “mansos” de Petrecca aparecen desbordados, muy lejos de la paz y la convivencia y aprovechando cada situación para acudir prestos a echar nafta al fuego con un único objetivo: Alterar la paz y la convivencia. Precisamente lo contrario que declamaban.
Son atolondrados e impacientes, cuando marchan a favor de la República y luego intentan desestabilizar cada uno de los poderes independientes.
Y no saben de esperas y se ponen ansiosos cuando alguien apenas atina a poner en riesgo sus bienes, menos aun cuando eso “podría mejorar la vida de todos”
La estrategia para causar desesperanza en la comunidad es clara.
El intendente ha dejado de lado las críticas a los gobiernos nacional y provincial, ya que necesita de la ayuda que ambos le prodigan para poder cubrir los gastos corrientes que maneja a discreción y sin control.
Pero significativamente tiene a sus paladines al acecho, para bajarle el precio a cada medida implementada por los espacios del Frente de Todos.
Si se trata de Axel Kicillof allí ubicará a sus alfiles, su cuñado Juan Fiorini y su amiga íntima María Laura Ricchini, para que socaven cualquier medida además de generar incertidumbre tal y como lo hicieron anunciando primero que vendrían presos del conurbano infectados por Covid a las cárceles locales y luego que los que llegarían serían pacientes del AMBA infectados al hospital interzonal.
Cada operación ha sido medida para instaurar un clima de caos y desestabilización emocional en los habitantes de Junín, profundizando la división comunitaria.
Ahora critican al PAMI que desfinanciaron, al ANSeS que endeudaron y a la cuarentena que claramente ha permitido salvar vidas, porque no soportan que el costo deba ser pagado con equidad. No conocen esa palabra.
Del mismo modo sus ediles, que le entregaron superpoderes al alcalde, ahora se encargan de vaciar de contenido cada medida del gobierno Nacional, llevando sus críticas al Concejo, cuando no presentan un solo proyecto que ayude a pensar el Junín que viene, plagado de interrogantes y seguramente de una profunda crisis económica que comenzó a tomar forma en el anterior quinquenio.
Esta demostración de manipulación política llegó a su punto más extremo con las declaraciones del concejal Adrián Feldman, avalando el ataque acontecido en el “banderazo” del Obelisco a los periodistas de un canal de televisión capitalino tratándolos de “mercenarios” y a los televidentes de “planeros”.
Claramente los “mansos” están desbordados, tal y como lo ha demostrado el director de Seguridad Luis Chami, tratando de suicidas a quienes deben viajar y volver a CABA, situación autorizada por el gobierno nacional cuando las necesidades lo requieran y con el permiso nacional, el único que autorizó el Juez Federal que también cayó en la “hoguera” de estos mismos “mansos”.
Ese odio manifiesto no hace más que causar preocupación.
Dentro de Junín y aún sin trasponer los límites, el gobierno de los “mansos” ha atacado violentamente a personas que sólo cantaban dentro de su casa, han maltratado a quienes osaban poner un pie fuera del umbral de su domicilio, pero han cobijado a sus funcionarios y allegados para que se saltearan algún decreto.
Los “mansos” han terminado como en los cuentos.
Sólo tenían la piel de oveja cubriéndolos, por lo que en algún momento dejarían al lobo al desnudo.