Desde junio, dos importantes zonas de la ciudad dejaron de recibir el servicio de barrido mecánico. Esta decisión la tomó en silencio y unilateralmente el intendente Pablo Petrecca, en el marco de los superpoderes que le brindó la sanción de la emergencia económica en la ciudad.
Ante la suspensión de este servicio, desde el bloque de concejales del Frente de Todos consideran que el municipio debe modificar el cobro de la Tasa por Conservación de la Vía Pública y descontarle a los frentistas lo que pagan por la prestación que ya no reciben.
“Nadie ha comunicado esta decisión aún, ni se le ha informado a los vecinos que perderán este beneficio. Además, a los contribuyentes de esta zona, se le calcula el pago de tasas con este servicio, con lo cual es posible que el municipio tenga que refacturar, devolverle dinero a los vecinos o por lo menos compensar en las facturas siguientes”, denunciaron concejales del Frente de Todos.
EL AHORRO
Según el articulado del Decreto 929 firmado por el intendente Petrecca, recién difundido hace unos días a pesar de su aplicación efectiva desde el 1 de julio, con esta suspensión del servicio por parte de Ashira el municipio concreta una economía mensual de $2.650.604,90.
OTROS SERVICIOS
Por otra parte, la recolección de montículos desde hace tiempo quedó en manos del municipio. Desde el inicio de la cuarentena, se multiplican las quejas de los vecinos por la irregularidad en el paso de los camiones correspondientes, según los días y zonas especificadas para el cumplimiento del servicio.
Esto se suma al servicio de Ashira de barrido manual: si bien seis de siete días de la semana deberían efectivizarlo en la zona céntrica, esto casi nunca sucede. Y se acumulan, junto a las hojas caídas y la tierra, las quejas de comerciantes y vecinos de todo ese amplio sector.
Mientras, como medida de respuesta, el Intendente busca reducir sus gastos. Y dejará a la ciudad aún más sucia y abandonada.
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