Al inicio de este nuevo plan ideado desde la comuna, para la instalación de destacamentos policiales móviles en los barrios más afectados por la inseguridad, el director de Seguridad, Luis Chami, habló de la intención de “acercar” la policía a los vecinos.

“Buscamos una policía con más presencia en los barrios, activa. En el barrio Ricardo Rojas los vecinos nos comentaron algunas cosas que estaban pasando en materia de inseguridad que no les gustaban y dialogando con ellos se decidió la diagramación de un sistema para trabajar en el barrio”, anunció el mes pasado el funcionario municipal.

Asimismo, en ese momento decía: “Instalamos el destacamento móvil para poder saturar el barrio y hacer operativos las 24 horas en distintas esquinas durante las 24 horas. Donde se enciende una luz de alarma tratamos de estar y dar respuesta”, añadió el entrevistado.

Ayer, a la vez, se conocían declaraciones sobre los primeros resultados, por parte de una trabajadora social que se desempeña en la Secretaría de Seguridad del municipio: “Desde septiembre funciona un Destacamento para proteger al vecino que ha tenido muy buena aceptación. Muchos de los que habían sufrido episodios de inseguridad nos dijeron que desde septiembre en adelante esos robos se redujeron”.

LA ALEGRÍA TIENE FIN

A pesar de la euforia municipal, los hechos dieron por tierra ese nuevo panorama de seguridad que buscaron instalar en la opinión pública a través de declaraciones. Es que durante la madrugada del sábado, desconocidos ingresaron en la sede de la sociedad de fomento del barrio Ricardo Rojas y sustrajeron varios elementos.

Delincuentes, en este barrio “saturado” de policías, ingresaron por una ventana a la sede barrial y se apoderaron de todos los sanitarios y una cocina.

La realidad siempre supera el relato.