martes 17 de junio de 2025

LOCALES | 13 nov. 2020

Debates Junín

Borchex vs. Gómez: ¿Unidos o separados?

El parque ha avanzado como elección de una parte de los juninenses, mientras la laguna se queda rezagada en infraestructura y encantos. La necesidad de promover un lugar rodeado de naturaleza para los del “otro lado de la vía” y la viabilidad de “ponernos de cara” al Río Salado, otro generoso espacio inutilizado con el que nuestra geografía ha sido dotada.


Por: Redacción Semanario

La pandemia y el aislamiento llevó a exacerbar el contacto con el aire libre por parte de mucha gente agobiada por la situación de encierro y a partir de la flexibilización se notó algo que ya venía sosteniéndose hace algunos años: la elección de los juninenses por el Parque Borchex.

Lo que se da en el parque a diferencia de las plazas barriales es que hay un mayor contacto con la naturaleza. Por lo que casi de modo natural los vecinos comenzaron a revalorizar este espacio por sus características y entorno ya que se trata de cruzar una avenida y encontrarse con la naturaleza a pleno.

No siempre el parque tuvo este apogeo y quizás el crecimiento haya comenzado con la puesta en marcha de la “Pista de la salud”, aquella idea generada por el arquitecto Héctor Salvador “Babacho” Roselli, que comenzó Abel Paulino Miguel, alimentó Mario Andrés Meoni y siguió sumando Pablo Alexis Petrecca.

Arrancó con un mínimo equipamiento acorde a la actividad física, y con un trazado que fue primero hasta Garibaldi y luego se extendió hasta calle Posadas. Se armaron los circuitos y había estaciones para actividad física.

El parque tuvo un mantenimiento y arreglos que no consiguió el balneario en los últimos años.

“El uso del Parque Borchex ‘explotó’ en medio de la pandemia con este requerimiento de libertad que generó el encierro”, señala el presidente de la Asociación de Arquitectos, Pablo Navone, en una charla con este medio. Y añade: “la gente hoy lo reconoce como ‘EL’ lugar. La cultura de lo saludable, el cierre de los clubes, lo fueron potenciando”.

La laguna siempre fue la preferida a la hora del contacto con la naturaleza, pero con el cierre se revalorizó el parque, algo que ya venía dándose debido el estado que presentaba el camino, el costo del combustible, la cantidad de accidentes y la falta de peces para el pasatiempo pesca.

El parque lleva una procesión de gente particularmente cuando va cayendo la tarde, no solo para quienes hacen actividad física, sino también como paseo obligado para las familias en general. Y en medio del encierro es cuando más se ha hecho notar la falta del “Aire libre”.

¿Qué pasa entonces con un distrito que tiene un gran parque como el Borchex y un balneario como el Parque Natural?

Para Navone esto “está bien demarcado: se le da un determinado uso al parque y otro distinto a la laguna. La laguna es lo que nos pone en la órbita del turismo regional, porque más allá de las carencias que hay en promoción e infraestructura hay un potencial amplísimo”.

Y agrega que por su parte “el parque se ha convertido en algo mucho más local. Es del vecino y nos pone en una situación de pensar en el futuro inmediato”.

Sin embargo, hay un detalle que no sorprende: el beneficio siempre resulta para un sector determinado de la ciudad, ese privilegiado “más acá de las vías”.

El arquitecto destaca que esta situación de privilegio “hace que tengamos la necesidad urgente de contar con un espacio público de las características del Borchex para atender al resto de la ciudadanía y lo que primero viene a la mente es el predio ferroviario. Creo que en esas hectáreas habrá que poner el ojo pensando que el uso principal deberá estar destinado al espacio público. Eso está explicitado en el plan estratégico y el código de urbanización. Estemos atentos a esta cuestión para no decir de modo facilista que vamos a hacer un desarrollo inmobiliario ahí adentro”.

Por lo tanto, el otro “Gran Parque” que faltaría para balancear la ciudad debiera estar ubicado en los terrenos del ferrocarril que cortan al medio la ciudad.

El predio ferroviario tiene hoy un uso para las caminatas, pero nada tiene que ver con el Borchex, sino que se trata solamente de un sendero cementicio.

Navone, respecto al predio ferroviario, sostiene que lo hecho hasta ahora “son acciones tímidas y hay que pensar en una planificación integral, teniendo en cuenta la influencia que tendrá sobre la zona circundante”.

DE CARA AL RIO

Este auge del Parque Borchex pareciera no tener techo si es que se logra llevar adelante un plan que permita desarrollar su potencial.

Una de esas posibilidades las brinda el río Salado. “Debemos apropiarnos del río”, puntualizó el presidente de la Asociación de Arquitectos.

La mayoría de las grandes ciudades produjeron un cambio importante cuando se abrieron hacia el agua. Por favor, con lo que voy a decir hay que considerar una cuestión de escala porque si no parece un delirio. Pero Rosario decidió abrirse al Paraná copiando el modelo de Barcelona cuando se abre al mar. La ciudad de Buenos Aires también se empezó a abrir hacia el Río de la Plata, incluso hoy está la polémica en torno a Costa Salguero. Y nosotros en Junín, en otra escala reitero, tenemos un río que nos pasa por el costado y al que no le prestamos ninguna atención”, puntualiza el profesional.

Por lo que se podría pensar en generar actividades tanto en el río como a su vera. “Se me ocurre que una pista de remo como las tantas que hay en Tigre podría ser viable”, sostiene Navone.

Esto permitiría además poner en foco nuevamente las obras hidráulicas que quedan por hacer en ese sector para dar una solución definitiva al “cuello de botella” que significa el puente de la ruta 7 y el ingreso del río a la laguna El Carpincho.

Mientras tanto, el Salado es parte del paisaje y no más que eso y debiera pensarse en algún tipo de equipamiento para darle. Las ideas son muchísimas y sólo hay que escarbar un poco en la tarea que vienen realizando otros municipios que aprovecharon sus riberas.

En este caso bien podrían estar enfocadas a un paseo costanero que podría incluir una oferta gastronómica, abriendo los espacios y no cerrándolos al público de “cara al río”, como ha ocurrido hasta ahora, imponiendo proyectos inmobiliarios en medio de los humedales o boliches reservados sólo a los jóvenes.

Hay que idearlo también desde lo productivo arrimando a la gente hacia el río.

“Hay un debate que se pospone y es precisamente la vinculación tomando como eje las lagunas de Gómez y El Carpincho. Eso tiene que ser un paseo sin ninguna duda. Con una intervención basada como primera medida en el respeto por el ambiente. Eso es innegociable”, dice el arquitecto.

Todo equipamiento urbano que se pueda hacer conviviría perfectamente con algún eventual riesgo de inundaciones.

El tema Luján es una muestra de ello ya que, a pesar de los desbordes del río, han seguido manteniendo la faceta turística y comercial del lugar.

Además, los desbordes, en muchos casos, han sido por las intervenciones inmobiliarias sobre los humedales, lo cual termina generando problemas en los cauces naturales.

Para Navone “en todo este entorno tenemos paisajes desconocidos y bellísimos. Costear el río Salado hacia la laguna de Gómez es una experiencia hermosa y sería importante desarrollarlo. Hay que ir pensándolo como un canal navegable que alguno ya ha probado en kayak y podría funcionar perfectamente, ayudando al incentivo de los deportes náuticos”.

Se requiere, claro está, de un buen plan, un buen “concurso de ideas” para saber qué hacemos con nuestro río desaprovechado.

De hecho, los terrenos de la sede del Colegio de Arquitectos local, ubicada en calle Zapiola 70, fueron entregados en contraprestación por el diseño que la institución realizó para el Parque Borchex, por lo que sería bueno empezar a motorizar ideas, proyectos y acciones como las que ejecutaron quienes nos precedieron.

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