

Por: José Luis Lemme (*)
La hiperhidrosis se caracteriza por una sudoración excesiva que supera a la que se necesita para la termorregulación normal. A menudo, esta enfermedad no se consulta por vergüenza.
La ansiedad dada por las situaciones y relaciones sociales y los problemas de la vida diaria (por ejemplo, la incapacidad para mantener en la mano una lapicera en el trabajo) pueden afectar la calidad de vida. La hiperhidrosis puede asociarse a la bromhidrosis (olor desagradable), provocada por las bacterias que colonizan las zonas sudorosas.
La hiperhidrosis se clasifica como primaria o secundaria. La sudoración focal de causa desconocida en una persona sana se clasifica como hiperhidrosis primaria. La sudoración generalizada asociada a enfermedades o medicamentos específicos se clasifica como hiperhidrosis secundaria.
Los niños tienden a sufrir hiperhidrosis palmoplantar. La hiperhidrosis axilar es más común después de la pubertad, y casi con seguridad está relacionada con el desarrollo de las glándulas sudoríparas. Las axilas son las más afectadas (73%) seguidas de las manos (45,9%), los pies (41,1%), el cuero cabelludo (22,8 %) y las ingles (9,3 %).
La sudoración normal de las palmas y las plantas comienza poco después del nacimiento mientras que la sudoración axilar no lo hace hasta la pubertad. Está relacionada con el desarrollo de las glándulas apocrinas, que aumentan en tamaño y número hasta los 18 años, momento en el que representan el 45% de todas las glándulas axilares.
La hiperhidrosis primaria se asocia con el medio ambiente y factores emocionales desencadenantes, como la ansiedad o el estrés, el calor, el ejercicio, el tabaco, el alcohol, y los ambientes cálidos. Las glándulas están inervadas por el sistema nervioso simpático y el principal neurotransmisor es la acetilcolina.
Es difícil definir “la sudoración excesiva", pero una buena referencia es que su magnitud afecta en forma inaceptable la calidad de vida de quien la experimenta.
OPCIONES TERAPÉUTICAS PARA LA HIPERHIDROSIS PRIMARIA
Se han publicado normas para el tratamiento inicial en atención primaria que sugieren evitar los alimentos picantes o el alcohol, las situaciones de estrés y los desencadenantes emocionales identificables.
Otras recomendaciones incluyen el uso de aerosol antitranspirante en lugar de desodorante, ropa suelta hecha de fibras naturales y vestimenta protectora para absorber el sudor. No hay resultados de estudios formales sobre el impacto de estas medidas en la calidad de vida, y la mayoría se basa en lo informado por los pacientes.
TRATAMIENTOS TÓPICOS PARA LA HIPERHIDROSIS PRIMARIA
Los agentes más utilizados como tratamiento de primera línea son las preparaciones de cloruro de aluminio. Los iones de aluminio son captados por las células que recubren los conductos sudoríparos, provocando la afluencia osmótica de agua. Se considera que la tumefacción ocluye el sitio de salida del conducto, evitando que el sudor se deposite en la piel.
CONSULTA AL ESPECIALISTA
Si el paciente ha seguido los consejos sobre el estilo de vida y utilizado el cloruro de aluminio tópico durante 6 semanas y no se obtuvieron beneficios, debe ser derivado al dermatólogo.
TOXINA BOTULÍNICA
La toxina botulínica puede estar indicada en diferentes momentos del tratamiento, según el sitio afectado. La más comúnmente utilizada es la toxina botulínica (Botox) y puede ser administrada ambulatoriamente por médicos de diferentes especialidades, como los dermatólogos, los cirujanos plásticos y los cirujanos vasculares. La toxina inhibe temporalmente la liberación de acetilcolina pero con más eficacia que los agentes tópicos. La evidencia básica para su uso es buena, y varios estudios recientes confirman una reducción del 75-100 % en el sudor después de su aplicación, con mejoría del estado emocional y físico.
Los efectos fueron reportados al cabo de 6 a 9 meses, y aunque los niveles de satisfacción de los pacientes eran elevados, el tratamiento es potencialmente para toda la vida, lo que aumenta la preocupación acerca de su rentabilidad. Varias revisiones sistemáticas han confirmado la seguridad a largo plazo de la toxina botulínica para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar y palmoplantar.
Se puede utilizar en las palmas y las plantas, pero en estas zonas el tratamiento es más doloroso que en las axilas.
OPCIONES QUIRÚRGICAS
La toracosimpaticectomía endoscópica es la opción quirúrgica más comúnmente utilizada: proporciona un alivio potencialmente permanente en los pacientes en los que han fracasado otras intervenciones menos invasivas.
(*) Especialista en Dermatología - Ex médico del Servicio de Dermatología del Hospital Ramos Mejía.