viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 4 dic 2020

Tema de tapa

Política local: ¿Quién marca la cancha?

El intendente Pablo Petrecca parece estar mirando con lupa qué hace la oposición para ir detrás con alguna propuesta similar, pero sin detenerse a pensar en una convocatoria común para todos los sectores. ¿Meoni vuelve a adueñarse del escenario político juninense?


TAGS: PETRECCA, MEONI

Por: Redacción Semanario

Cuando hay otros distritos cuyos políticos trabajan en conjunto para el desarrollo integral y bienestar de sus residentes, Junín aparece desdibujado, sin un plan, sin estrategia y con un futuro inmerso en una nebulosa.

El intendente Pablo Petrecca parece estar mirando con lupa qué hace la oposición para ir detrás con alguna propuesta similar, pero sin detenerse siquiera un minuto a pensar en una convocatoria común para todos los sectores.

Lo que impulsó a principios de año por parte de algunos funcionarios de la gestión municipal, llevando a cabo reuniones con sectores y organizaciones abocadas a la producción y el trabajo, terminó en caso roto, un poco producto de la pandemia y otro poco por el personalismo de jefe comunal que desconfía de todos y cada uno, de propios y extraños.

En lugar de gestionar, hoy Petrecca está enfrascado en trabajar para la interna del partido que lo llevó al poder hace casi cinco años, y obsesivamente cumple el plan que llevan adelante María Eugenia Vidal y Jorge Macri, y que lo pone para el año próximo en un papel central entre los intendentes. (ver recuadro)

Sin embargo, hay dos cosas que le quitan el sueño al alcalde local. Una se relaciona con su eterno contrincante, Mario Meoni, hoy ministro de Transporte de la Nación, que comienza a marcarle la cancha y adueñarse del escenario político juninense.

La otra preocupación son las causas judiciales pendientes de investigación y que se relacionan con ex colaboradores de su gestión que podrían haberse enriquecido en forma ilícita. Esta situación lo salpica y el parate de la pandemia logró que la tarea de la fiscalía no avanzara, aunque ya se mostraba bastante demorada.

Asimismo, Petrecca sabe que ha estado caminando al límite respecto a los requerimientos administrativos y ello podría ser sancionado por el Tribunal de Cuentas bonaerense, que también este año quedó resentido en su accionar por las cuestiones sanitarias.

Meoni le dio oxígeno a la cooperativa ferroviaria que Petrecca había desahuciado junto al anterior gobierno. Como si fuera poco esta semana el ministro abrió el pliego de adjudicación para la construcción del paso bajo nivel de la avenida Rivadavia, una promesa incumplida durante su paso como intendente y el tren a Retiro volvió con dos frecuencias semanales.

El “radical” del Frente de Todos viene apurando además el fin de obra de la autopista Ruta 7 desde el Junín Golf Club hasta la curva Coliqueo en Chacabuco, que Macri, Vidal y Petrecca inauguraron falsamente poco antes de las elecciones pasadas.

Lo que fue a principios de 2020 una reunión “amistosa” entre ambos, poco a poco, se fue desgastando hasta llegar a un hilo de formalidad prácticamente imperceptible.

Los concejales opositores a Petrecca, que responden a Meoni, Traverso y Merani, apuran el tratamiento en el Concejo Deliberante de lo que se denomina un Consejo Social y Económico, que serviría para delinear políticas públicas a corto, mediano y largo plazo, apelando a la articulación de las distintas organizaciones, algo que hoy parece inalcanzable.

Petrecca sigue en su reducto, cada vez más aferrado al círculo familiar y ahora envalentonado por el convite a participar del rearmado provincial, pero de “pensar en Junín”, nones.

Sigue manejando a su antojo el erario municipal alimentado fuertemente por la ayuda del Gobierno Nacional en el marco de la pandemia, niega cualquier control a la oposición, dejó de lado todo viso de transparencia y siguen desconociéndose los salarios de sus colaboradores que antes aparecían en la página web del municipio, junto al resto de los trabajadores.

DESARTICULADOS

Según la socióloga Renate Mayntz “la gobernanza requiere de ciertas condiciones: el poder debe estar disperso en la sociedad, pero no de manera fragmentada e ineficiente; las autoridades políticas tienen que ser fuertes, pero no omnipotentes , y tienen que haber sido legitimadas democráticamente, de modo que se pueda estimar que los representantes electos reflejan los intereses de todos los grupos socioeconómicos, étnicos o religiosos principales de la sociedad; debe existir una sociedad civil fuerte, funcionalmente diferenciada, con organizaciones especializadas que lleven a cabo las funciones económicas y sociales importantes (la producción, la enseñanza, el cuidado de la salud, entre otras), que se encuentre bien organizada con actores corporativos que representen diferentes intereses funcionales y socioeconómicos (sindicatos, asociaciones empresariales, etc.); y debe gozar de una relativa autonomía”.

En el Junín de hoy, precisamente el poder de la sociedad se halla disperso y resulta ineficiente para poder dar pasos hacia objetivos comunes que ayuden al desarrollo general, pero principalmente de esos sectores olvidados cuya postal a veces parece no ser parte del distrito en cuanto a la valoración de los gobernantes.

La articulación demanda una tarea de coordinación, entendida como la actividad dirigida a conseguir que la complejidad y la división alcancen unidad y cierta simplificación.

Esta tarea requiere conocer las capacidades y objetivos que las distintas partes poseen, y ordenar en el tiempo y espacio las tareas que esas dependencias realizan de tal manera que no se contradigan ni superpongan, sino que se acoplen armónicamente en pos de un mismo objetivo.

¿Cuál es el motivo por el cual no se puede lograr en el distrito una cohesión de fuerzas?

La gestión municipal ha demostrado en estos años su apego por la coerción, otorgando privilegios a algunas entidades en perjuicio de otras a las que no se les prestó la mínima atención.

Lo cual indudablemente se convierte en un instrumento de control sobre la organización.

En este caso el responsable de la coordinación posee un rango superior o una delegación de poder formal o informal para coordinar, situación que tiende a generar acumulación de poder y a producir resistencias.

En el caso del municipio, las resistencias se incrementan si la distribución interna de las secretarías y direcciones se realiza según el poder interno que posee en el partido gobernante, primando la racionalidad política por sobre la organizativa, lo que genera disfunciones que atentan contra la coordinación y la gestión en general.

En cambio, la coordinación horizontal se sustenta en el consenso, y se encuentra generalmente en la articulación entre distintas instituciones.

Los especialistas en desarrollo territorial explican que “en el caso de los gobiernos locales se requiere también de la aceptación de una suerte de doble liderazgo o liderazgo compartido entre los políticos que conducen el municipio y los actores de la sociedad local. En este sentido, la dirigencia política deberá asimilar y afrontar el surgimiento de nuevos liderazgos sociales que pueden articularse con sus propios intereses o, por el contrario, transformarse en competidores políticos”.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias