domingo 2 de noviembre de 2025

LOCALES | 31 dic. 2020

la página amarilla

El Reino de Alexia


TAGS: ALEXIA, PETREGO

Alexia se encerró en su despacho. Son días donde todo el mundo escribe su cartita a Santa Claus y él, no quiso ser menos. Por eso, también decidió escribirle a su Papá Noel Amarillo. Sí, Amarillo, porque él tiene otro.  Distinto en todo: no viaja en trineo ni usa renos; es mucho más cool y cobra por cada envío.

Con una prolija caligrafía y tinta china traída por su ex jefe ojitos de cielo de Medio Oriente en uno de sus viajes de descanso, de otro anterior de descanso, Alexia escribió: “Querido Santa, como sabrás, estoy dando lo mejor de mí, para que este reino salga adelante; como imaginarás, es difícil acomodar este desastre; no obstante la herencia recibida (¡se olvidó que estuvo antes él mismo en el trono!). Puse al reino lo más arriba que pude, lo cual –como te darás cuenta- ya es todo un logro. Extraño la revolución de la alegría, a Amarillo I y a Mariú, con ellos había esperanzas, pero bueno, vos viste, nos pasaron cosas y acá estoy, dando pelea para que mi gente viva mejor”.

“Pido y pido y pido por ellos, -agregó en el siguiente párrafo- hace noches que no duermo;  hasta ni tiempo para rasurarme me ha quedado, pero nada importa, con tal de ver feliz a mi gente.  Te cuento, -agregó- me siento un poco solo; y no quiero andar explicándole a la chusma cada paso que doy.  Todo les cae mal y tampoco quiero se den cuenta que todo me chupa un huevo. Encima, los de las afueras cada día me quieren un poco menos. Por eso no te pido me traigas algo importante, pero igual, no te olvides de mí. ¿Entendés?  Cariños, Alexia” finalizó. Y cerró su prosa, casi tan flaca como sus ideas.

Cerrado el sobre, envió a un síalexista a despacharla. Y quedó sonriendo y esperando la respuesta en el momento oportuno... 24, 25, o por ahí. No obstante, al día siguiente, sorprendido, recibió respuesta del más allá o de algún lado donde Santa la leyó.  Abrió rápidamente el sobre, y leyó:

“Estimado don Alexia… sepa que no acostumbro a contestar ninguna carta, ni a tratar con respeto a quienes no respetan a los demás, sea rey o lo que fuere, pero decidí tomarme un rato para contestarle, porque por algo soy Papá Noel”… empezó. “Normalmente no hago esto –seguía la misiva- pero con usted haré una excepción”. ‘Mierda’, pensó Alexia.

“Mire, primero déjeme aclararle que no soy el Noel Amarillo. Se equivocó de dirección, casi tanto como cuando se equivocó y decidió convertirse en rey…No soy el Santa Amarillo…soy el Rojo Punzó de siempre, el que llega a todos lados y no el que usted invoca, que le entra sólo a unos pocos. Segundo, ya que estamos, déjese de jugar al rey y póngase los largos. -le espetó- Permítame algunas sugerencias y olvídese de su lista de deseos. Anote”, escribió:

  1. Dedíquese a gobernar, que para eso fue elegido.
  2. Ponga lo mejor de sí, de corazón y no de camelo. (Camelo, con una sola ‘ele’)
  3. Despójese de sus miserias y cámbiela por solidaridad verdadera.
  4. Haga todos los días algo más por los demás y menos por usted. Más ayuda y menos propiedades. Haga algo por su reino. Trabaje, que para eso también está ahí.
  5. Gaste todo lo que tenga que gastar en ayudar, que será recompensado. Ah, y llámele inversión.
  6. No se preocupe por el qué dirán, si lo que hace es el bien, será halagado hasta por el enemigo.
  7. Deje de tener miedo de enfrentar la realidad, para eso, propóngase cambiarla.
  8. Gobernar no es para miserables ni  para egoístas, recuérdelo de una vez.
  9. No siga poniendo parientes en puestos de gobierno. Ponga a los capaces y deje a los amigos para la juntada.
  10. No me pida otra cámara de retratos, es hora de dejar de sonreír para la foto.

 

Atentamente. Papá Noel, alias Santa Claus. El Rojo, o colorado. (Amarillo, de acá).

PD: Avísele a su ex jefe que deje de llamarme y mandarme señales de humo y WhatsApps. Sé muy bien lo que hizo y por más que pida no  habrá regalos para él.

PD II: Igual, salúdelo de mi parte. De paso, dígale que se baje del caballo de oro, que no sea tan presuntuoso delante de tantos dolientes que dejó. Nada, sólo eso.

 

PetrEgo

‘Estalló el verano’ publicó Crónica en su pantalla y PetrEgo se lo tomó a pecho. Liberó todo, y  Ciudad Fría se calentó tanto, que todo fue un descontrol. Sin barbijos, ni distanciamiento ni controles, fue tanta alegría amontonada, que generó una enorme preocupación.

Bueno, al menos en la gente de bien. PetrEgo transita otro camino, y para fingir que controla, cerró un par de fiestas ‘clandestinas’ donde se vendían los tragos a precios razonables y la música era entre amigos. Sí, para disimular el apretujamiento en los ‘habilitados, con protocolo sanitario y con distanciamiento’.

Así funciona PetrEgo y Ciudad Fría. Boliches explotados, ausencia de controles y miradas ausentes de su estado, que, al estilo patrón de estancia se maneja con sus propias reglas. Al fin y al cabo, como un feudo, hace lo que quiere, sin consultar a los demás. Y si son de la contra, ni hablar.

Mesas para diez con veinte, pegados unos a otros, vasos compartidos y picos de botellas comunes para  el grupo, quedaron amparadas en las sombras de la noche en tiempos de Covid. Sí, porque en Ciudad Fría todavía hay Covid, aunque no lo parezca. Aunque a juzgar por PetrEgo, la ciudad debe estar en el mejor de los mundos, o tal vez en enero de 2019.

Y no es porque el fulano atrase, sino porque no quiere darse por enterado que todo es un desbole. Bah, porque no le importa, que es peor.

Agarrate Catalina, que el barco hace agua y va a empezar a zarandearse de lo lindo.

 

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Transparentar la ‘web de transparencia’ del Municipio. Era joda.

*) Contar qué hicimos con los superpoderes en pandemia. No sea cosa que se aviven que no nos bajamos nada los sueldos y pagamos lo que quisimos a quién quisimos, sin explicar nada.

*) Endurecer los controles municipales para todos, (seguiremos secuestrando motitos a desprevenidos laburantes).

*) Cortar el yuyal en la futura terminal de ómnibus; poner los cientos de cartelitos señaladores de calle prometidos, pintar los que se borraron, pintar las sendas peatonales y plantar algún que otro semáforo

*) Controlar de verdad y no de pico la movida nocturna. Y dejar de versear con el cuidado de la salud.

*) Rezar. Sigan así, sin darse cuenta la tomadura de pelo que les estamos pegando.

Jiiji. ¡Chin, chin, feliz año, ilusos míos!

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias