martes 29 de abril de 2025

DEPORTES | 14 feb 2021

Murió Carlos Menem

Un expresidente ligado al deporte nacional

Carlos Menem participó en numerosos deportes, se sumó a las fotos del campeón y, por oportunismo, demagogia, amiguismo y acompañamiento, perduran en la memoria colectiva sus participaciones en fútbol, básquet, automovilismo, entre otras actividades deportivas.


En 1989, ya presidente jugó al tenis, básquetbol, fútbol y tenis de mesa. Practicó boxeo y aprendió a jugar al golf. Corrió a fondo una Ferrari por la ruta 2, y también carreras de autos, piloteó aviones y acompañó al campeón de motonáutica. Los domingos por la noche, no se perdía 'Fútbol de Primera'". A sus 95 años, este domingo Murió Carlos Menem, luego de padecer una infección urinaria que lo tenía internado en el Sanatorio Los Arcos.

 

Durante sus dos mandatos la Argentina, entre otras cosas, recuperó el Gran Premio de Fórmula 1 que había perdido en 1981 (se corrió en el autódromo porteño entre 1995 y 1998); fue sede del Mundial de básquetbol de 1990; organizó los Juegos Panamericanos en Mar del Plata, en 1995, en los que Argentina cosechó casi 160 medallas.

 

Menem también recibió al seleccionado de fútbol, encabezado por Diego Maradona y Carlos Bilardo, que salió subcampeón del mundo en Italia 90, y les cedió el histórico balcón de la Rosada, igual que lo había hecho cuatro años antes Raúl Alfonsín después de la consagración en México 86.

 

Según describió el periodista Ezequiel Fernández Moores en Página/12 a finales de su segundo mandato, "el deporte fue tal vez uno de los pocos sectores donde Menem pareció peronista. Así como el general, amante de la esgrima y del boxeo, fue 'el primer deportista', el Menem de los primeros tiempos salía a la cancha de Vélez con Diego Maradona, jugaba básquetbol en el Luna Park con el grandote Jorge González, manejaba con el Lole Reutemann y jugaba tenis con Guillermo Vilas y Gaby Sabatini".

"Sin una política peronista, el deporte argentino no habría tenido el rendimiento que tuvo en los Panamericanos de Mar del Plata y de Winnipeg. Se construyó infraestructura. Se formó el Grupo Metodológico de Entrenadores y se dieron becas a los atletas de élite. No es casual que las décadas del 50 y del 90 hayan sido las más exitosas del deporte argentino a nivel panamericano", dijo entonces Víctor Lupo, subsecretario de Deportes de la Nación. 

Sus secretarios de Deportes fueron Fernando Galmarini, Livio Forneris y, finalmente, el ex "Puma" Hugo Porta. Y logró que Daniel Passarella asumiera al frente del seleccionado de fútbol en 1995, en reemplazo de Alfio Basile luego del Mundial Estados Unidos 94.

 

En otro orden, Menem cambió el país y dejó una huella que lo trascendió. Gobernó para una parte, dejó un tendal de heridos y, en su eclipse, llevó a niveles récord el continente de pobres y desocupados. Entregó YPF a precio vil;  prometió 'salariazo y revolución productiva' y con su Ministro Cavallo puso en marcha la convertibilidad, un plan que terminó en el desarme de los ferrocarriles, vació pueblos enteros con el ´ramal que para, ramal que cierra', en Tartagal prometió cohetes que llegarían a la estratósfera y durante su presidencia voló un arsenal en Río Tercero que sirvió para ocultar pruebas de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador; durante su presidencia hubo dos atentados: en 1992 a embajada de Israel y en 1994 fue dinamitada la AMIA; en 1995 sufrió un accidente mortal su hijo mayor cuando viajaba en helicóptero junto al piloto Silvio Oltra, sólo por citar algunos hechos salientes que ocurrieron en su gestión.

 

Flota en el aire la frase de Guillermo Vilas que la Historia tomó como una confesión de Menem: “Si la gente que lo votó sabía que iba a tomar las medidas que tomó, no lo hubiese votado”. 'Menem lo hizo' fue un slogan que se utilizó para resaltar lo bueno, y también lo malo. Menem dejó huella: dos décadas más tarde, todavía se lo evoca, se lo repudia y algunos lo lloran.

 


 

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