viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 27 feb 2021

Editorial

El pobrecito hablador

 Petrecca y su cohorte no hacen más que generar antipatías en la sociedad cuando sus caprichos no son concedidos.


El municipio de Junín emitió un comunicado reciente refiriéndose al paro decretado por los empleados municipales.

En el mensaje, el Poder Ejecutivo que comanda Pablo Petrecca mostró una vez más el desprecio hacia la clase trabajadora, lo cual ha sido su estandarte político en estos cinco años de mandato. Tal actitud no sólo la emprendió contra su propia tropa sino que además, en ese tiempo, jamás recibió a los representativos de las centrales de trabajadores juninenses a pesar de la emergencia que votaron los concejales y que sólo sirvió para darle más poder al Alcalde.

“El Pobrecito Hablador” fue una revista satírica española del 1800, pero su título encaja perfectamente para describir a Petrecca en la función de intendente, mostrando claramente sus dos facetas: una victimizándose y la otra comunicando falacias.

La última de estas falacias indica: “El Gobierno de Junín informa que a raíz del sorpresivo paro convocado por el Sindicato de Trabajadores Municipales para el miércoles 17, jueves 18, viernes 19, sábado 20 y domingo 21 de febrero, en los citados días el Municipio no podrá hacer efectivo diversos servicios. Tampoco habrá atención al público en las oficinas municipales”.

El paro no fue “sorpresivo” sino que es en respuesta a la exigua oferta salarial ofrecida a sus trabajadores. Por otra parte, el intendente gana casi un 1000% más que el de menor escala municipal, mientras que con sus directores hay una brecha del 400%.

La alianza política de la que forma parte el intendente Petrecca ha intentado desde su concepción barrer con los derechos de los trabajadores consagrados en la legislación argentina y que es bueno en toda hora refrescarlos para que algunos grupos poderosos no naturalicen este desprecio.

El primer y más importante cuerpo legal que consagra el derecho a huelga y protege de esta manera a quienes decidan ejercerlo es nuestra Constitución Nacional, la que en su Artículo 14 bis establece, en el segundo párrafo, los Derechos colectivos del trabajo, garantizando a los gremios el de la negociación colectiva y el Derecho de huelga. Entendiendo los constituyentes el concepto gremio como el colectivo de los Trabajadores de una actividad, estén o no afiliados a un Sindicato.

La Ley Nº 20.744 de Contrato de Trabajo establece la protección del Derecho a huelga en varias partes de sus artículos 243, 244 y 245. Especialmente, el Artículo 244 reza: "El empleador no podrá concertar durante el tiempo de duración de la huelga u otras medidas de acción directa aprobadas por la organización sindical pertinente nuevos contratos de trabajo que tiendan a sustituir o reemplazar en su cargo al trabajador, ni adoptar medidas disciplinarias en su contra, ni alterar la situación o condición en que se encuentra revistando en la empresa".

La Ley N.º 23.551 de Asociaciones Sindicales describe en su Artículo 53 todas las acciones que realice el empleador que puedan ser calificadas y sancionadas como prácticas desleales. Interesa especialmente el Inciso E el cual dice: "Adoptar represalias contra los trabajadores en razón de su participación en medidas legítimas de acción sindical o en otras actividades sindicales…".

Se victimiza una vez más el municipio cuando advierte que “no habrá recolección domiciliaria de montículos” algo que cumple la privada Ashira por un monto millonario, “riego, arreglo de calles”, lo cual es deficitario de la gestión, aunque no deja de mostrar su pesar ya que  “tampoco se brindará atención en las cajas y centros de cobro” para una comuna ocupada sólo de la recaudación, pero no de la contraprestación y que con su mensaje sólo busca promover el odio de la comunidad hacia los trabajadores municipales.

Petrecca y su cohorte no hacen más que generar antipatías en la sociedad cuando sus caprichos no son concedidos, devalúan al resto de los juninenses como si se tratara de un gobierno feudal donde la única obligación es pagar las tasas para beneficiar la calidad de vida de esta clase política que no sabe ni quiere componer los problemas causados por su propia impericia.


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