

El torneo 2021 de la D debería comenzar a fines de marzo o comienzos de abril. Hay dos ideas: sumar dos equipos para llegar a 14 o hacerlo con cuatro para que jueguen 16, un número mucho más adecuado para un certamen competitivo. Con ese objetivo, se hará una preinscripción y se evaluará que cuatro entidades cumplen con los requisitos para competir en esa divisional amateur.
Además del Villero juninense, Douglas Haig y Juventud de Pergamino; Náutico Hacoaj de Tigre, Club Mercedes, Independiente de Chivilcoy y Belgrano de Zárate, Atlético Pilar, Sportivo Baradero, Everton, Hurlingham, Piraña y Juventud de Bernal, son algunos de los más de 20 interesados en sumarse a la propuesta de la AFA.
La D busca cambiar
De cara a la temporada 2021, y luego de los ascensos de Claypole y Atlas, solo quedaron 12 equipos en la divisional, la misma cantidad que jugó, por ejemplo, en 1957, cuando la “tercera de ascenso” solo tenía siete años de vida y aún eran tiempos de afiliaciones masivas a la Asociación del Fútbol Argentino. Por eso, desde AFA resurgió una idea que estuvo vedada durante décadas: incorporar varios equipos a la última división.
Entre 1978 y 2017, el acceso al sistema de ligas argentinos estuvo totalmente cerrado. Ninguna institución y ningún distrito podía soñar con jugar algún día los torneos oficiales. Recién se abrió un cupo tras la muerte de Julio Grondona y fue para un club con poderío económico: Real Pilar.
Del Gran Buenos Aires, quien suena fuerte es Hurlingham. De los 24 distritos del “Conurbano bonaerense”, solo dos no tienen representación en el fútbol de AFA: José C. Paz y Hurlingham. En el caso de este último, en abril se cumplirán 130 años y Hurlingham, que podría haber sido el primer pueblo de los suburbios en tener su representante en el fútbol argentino (Buenos Aires and Rosario Railway jugaba en Campana pero era del actual barrio de Belgrano R), nunca más volvió a estar cerca de competir en los torneos oficiales.
Del interior, varios
De la provincia de Buenos Aires manifestaron su interés Independiente de Chilccoy (recientemente ascendido al Torneo Federal A), Douglas Haig (Federal A) y Juventud de Pergamino. Y de Junín, según confirmaron a SEMANARIO, también se anotó Villa Belgrano.
Para Villa sería subir otro escalón más, uno más en su crecimiento. Metido en un proceso de modernización integral, con numerosas obras de infraestructura en su sede, campo de juego, de entrenamiento, vestuarios, sede social, y numerosas disciplinas, además de haberse reforzado en cantidad y calidad para el Nocturno, ahora apunta a este sueño mayor: quedarse con una de las plazas de afiliación directa que ofreció la AFA y que acorta notablemente el camino de ascenso a las divisonales superiores del fútbol argentino.
Con infraestrucutura, el equipo de Junín se anota en el sueño. De lograrlo, sería la segunda institución de la ciudad -la otra es Sarmiento- que tendría el privilegio de jugar entre los equipos directamente afiliados a la Casa Madre del fútbol argentino. La ilusión está encendida.
¿Se dará?