

Desde este año para algunos, desde el 1 de marzo para otros, el municipio cedió a la empresa Ashira la responsabilidad del servicio de recolección de montículos, a cambio de otros 9 millones de pesos mensuales.
Tal vez para confundir a la población y hacer que la gente “culpe” a los trabajadores municipales que se encuentran cumpliendo medidas de fuerza por la suciedad generalizada en las calles de la ciudad, la prestación no se está llevando a cabo. Y no hay supervisión de parte del municipio y mucho menos aún, sanciones a la empresa.
Bolsas y bolsas se almacenan en contenedores rebalsados, restos de podas domiciliarias y por supuesto, la habitual falta de barrido de las calles hoy forman parte del escenario local. Una ciudad abandonada.
A pesar del fuertísimo aumento en las tasas que aplicó el gobierno de Petrecca a inicios del año, los vecinos no reciben una contraprestación adecuada.
Y además, a las licitaciones por recolección de residuos, la empresa Ashira logra embolsar 9 millones de pesos mensuales para juntar los montículos, una tarea que venían haciendo equipos de Espacios Verdes del municipio. Pero también se privatizó el servicio, y como todo lo que atañe a la empresa de higiene urbana, no hay controles sobre las prestaciones que brinda y la ciudad flota en basura.