Producto de un proceso de fertilidad, el uruguayo Santiago Silva fue sancionado con dos años de suspensión en su carrera profesional. No obstante, un fallo de la Cámara de Apelación, le permitirá regresar al fútbol, y vestir la camiseta de un nuevo club, tras la rescisión del contrato con Argentinos Juniors. Según trascendió, Atlanta lo contrataría de manera inmediata.

Pasaron 374 días desde su último partido. Casi el doble de días desde que llegó ese telegrama que abrió el camino del sufrimiento para el delantero y para toda su familia. El doping positivo por los valores elevados de una hormona lo sacaron del fútbol. 'El Tanque' dio pelea  para quebrar esa injusticia: todo estuvo emparentado a una desinteligencia al no haber avisado que estaba realizando un tratamiento de fertilidad.

Vaya si la sorpresiva constatación de testosterona en gel produjo cierta suspicacia hacia la interpretación de Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino. Es cierta la normativa que impide el uso de cualquier droga o estimulante que añada una cuota de sospecha a la disciplina de un jugadores en relación a sus rivales. De ningún modo, existió ese tipo de especulación por parte del delantero. Personalmente, utilizó la testosterona tópica, elemento diluido en líquido que el futbolista contribuyo para acceder a la paternidad por tercera vez consecutiva.

Al detectarse el producto en la actividad cardiaca, la organización del fútbol argentino, tuvo que intervenir de manera reglamentaria. Uno de los controles antidoping realizados en abril de 2019 arrojaron un instrumentos contrapuesto, y en noviembre del año pasado, se lo inhibió de la profesionalización por dos temporadas ininterrumpidas.

De verificarse la oportunidad de ser posible la contratación del atacante, Walter Erviti advirtió la prioridad de requerir su traspaso a Atlanta. El “Bohemio” disputa el campeonato de Primera Nacional, y el fin de semana juega el tercer encuentro de diecisiete a concluirse por la lucha por un ascenso a la Liga Profesional.