

Segùn los datos, las cifras o los campeonatos, Schumacher, Fangio o Hamilton 'son mejores', incluso Alain Prost que fue rival directo del brasileño y fue superado por el genio en innumerables situaciones. Pero la esencia de Senna va más allá de una simple comparación de títulos o pole positions (65). Fue un piloto que tenía el don de saber la adherencia justa antes de entrar a una curva. Supo sacar diferencia como ningún otro y hacer honor a la famosa frase “hacer mucho con poco”.
La tercera fecha de la temporada 1994 de la Fórmula 1 será recordada por siempre como la más trágica de la era moderna de la categoría. En la clasificación, el joven brasilero Rubens Barrichello (Jordan Hart) sufrió un grave accidente a 225 km/h. Su unidad impactó contra las defensas de neumáticos, se elevó, dio varias vueltas de campana y terminó con el habitáculo para abajo, con el piloto sufriendo algunas fracturas y fuera de carrera. Un día después, el austríaco Roland Ratzenberger no tuvo tanta suerte. A 20 minutos de haber empezado la tanda de clasificación, su Simtek-Ford chocó de frente contra la barrera de hormigón y murió casi en el acto.
El Gran Premio de San Marino de 1994 no se suspendió y un día como hoy y desde la largada, presagiaba su destino trágico. El finlandés Lehto (Benetton-Ford) que largaba desde el quinto lugar, se quedó parado y el portugués Pedro Lamy (Lotus-Mugen Honda) que venía desde el fondo, no lo pudo esquivar. Los neumáticos y restos del coche hirieron levemente a nueve personas del público.
Tras 5 vueltas detrás del Safety Car, la carrera se reanudó pero, en el séptimo giro, el brasilero Ayrton Senna que lideraba la prueba, se fue directo contra el muro en la denominada curva Tamburello.
Tras el choque, Senna, con serias heridas en el cráneo, yació inconsciente a la espera de que la carrera fuera abortada y la asistencia médica se acercara hasta el vehículo. Fue necesario hacerle una traqueotomía in situ hasta que, minutos más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde permaneció en coma inducido algunas horas. Poco después, se confirmó su muerte cerebral, aunque todo apunta a que sufrió una muerte instantánea en el golpe. Al final, la carrera la ganó Michael Schumacher (Mild Seven Benetton Ford).