

La generosa lluvia caída sobre la ciudad el lunes todavía puede sentirse en las calles de la ciudad. Es que, como cada vez, dejó importantes secuelas por distintos barrios, sobre todo aquellos cuyas calles siguen siendo de tierra.
Pozos y lagunas hacen intransitables varios tramos y dificultan la vida cotidiana de los vecinos. Una postal que se repite después de cada lluvia, porque nunca llegan ni las más mínimas tareas de mantenimiento.
Los lectores de SEMANARIO hicieron llegar testimonio gráfico sobre esta situación que atraviesan, solicitando al gobierno guiado por Pablo Petrecca que se aboque a la realización de los trabajos correspondientes que alivien las dificultades de los habitantes de tantos barrios olvidados de la ciudad.