

La sede del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) Junín fue terminada durante la pandemia. El edificio de Francia 396, esquina Chile, no pudo ser inaugurado con una fiesta, pero el orgullo de quienes pudieron concretar la obra permanece intacto.
En diálogo con SEMANARIO, el secretario general, Eduardo Donatelli destacó que “lo dimos por inaugurado el 29 de octubre porque es el Día del Aceitero”.
La edificación servirá como sede para las oficinas en el primer piso, mientras que en la planta baja quedó el espacio para un salón que servirá para dictar cursos de capacitación a los trabajadores, como también para realizar las asambleas gremiales y eventos sociales.
Ante las restricciones planteadas por la pandemia ha servido para llevar adelante campañas de donación de sangre y recientemente la campaña de vacunación antigripal, destinada a trabajadores y el núcleo familiar.
Hasta el 2013 el sindicato local, como entidad de segundo grado, formaba parte de la Federación Aceitera, que negociaba para sus afiliados las cuestiones colectivas, esto es el convenio colectivo y las paritarias anuales.
Debido a cuestiones político gremiales, SOEA Junín se separó de la federación hace ya ocho años. Para su titular “esa situación nos permitió recuperar las negociaciones paritarias y las del convenio colectivo de trabajo”, lo cual incluye los salarios y todo eso se maneja directamente con las empresas locales y regionales ya que el Ministerio de Trabajo les otorgó la posibilidad de representar al distrito de Junín hasta 50 kilómetros a la redonda.
“Esto nos abre las puertas del sindicato hacia compañías que no están incluidas en federación aceitera. Por eso tenemos afiliados de una empresa extrusora de Salto y otra similar en Chacabuco. Sin olvidar que la mayor cantidad de personal de nuestro sindicato cumple tareas para Cofco en Saforcada, además de personal de empresas que trabajan para Cofco y al que también tenemos afiliado en SOEA Junín”.
Son tres los sindicatos aceiteros que tienen esta independencia económica y resolutiva. El local, el de San Lorenzo, que es el más grande del país, ubicado en el Puerto Gral. San Martín en la provincia de Santa Fe y el SOEA Necochea, en la localidad homónima bonaerense.
Donatello explicó que “nuestra situación sindical es muy distinta al resto de los sindicatos ya que tener una planta de esta magnitud en esta zona no es muy común ya que por lo general son exportadoras y se ubican en cercanías de los puertos”.
El dirigente reseñó que “la empresa Nidera se ubicó en los ’90 en Saforcada, ya que había en la zona gran cantidad de producción de girasol más otra parte que le llegaba desde el norte. Luego el cultivo de esta oleaginosa se fue trasladando hacia el sur. Sin embargo, como es una planta que genera su propia energía, eso permite equiparar los costos de logística y hacer que siga siendo viable”.
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Ya en 2008, Nidera instalaría además una planta de molienda de soja, logrando que sea una industria de mediana producción con una capacidad de procesamiento de 2000 toneladas diarias de soja y otras 2000 toneladas de girasol y emplea a unos 500 trabajadores de los cuales 220 forman parte de SOEA Junín y el resto cumple tareas fuera de esta gremial.
Cofco es una empresa estatal china cuyo particular interés (más allá del aceitero) es producir alimentos balanceados para satisfacer la fuerte demanda de su país en la cría animal.
PARITARIAS E INFLACIÓN
Según detalló Donatelli a SEMANARIO respecto a las paritarias 2021, “firmamos en enero el acuerdo por los primeros ocho meses de este año. Nosotros logramos una paritaria del 25% lo que llevó a la categoría mínima inicial a un salario de 92.500 pesos aproximadamente, mientras la categoría máxima, porque también están comprendidos los jefes de la actividad, llegó a 150.000 pesos”.
El gremialista destacó que “el compromiso es revisar este acuerdo en julio/agosto en tanto y en cuanto la situación económica no nos perjudique. Es decir que, si en el transcurso del año tenemos una inflación que supera los 25 puntos porcentuales que cerramos nosotros, lógicamente que haríamos una revisión del acuerdo para poder llegar a fin de año sosteniendo el poder salarial de los trabajadores”.
Hizo hincapié además en que podrán complementar el salario con una retribución que resulta una suma fija de 70.000 pesos para cada trabajador. “Esto es parte de nuestro convenio con el fin de que pueda proyectar alguna cuestión extra por fuera de su salario”, puntualizó el dirigente.
Esta modalidad a modo de premio para el trabajador, se la llamó en primera instancia “sueldo 14” ya que tras los 12 meses del año hay un sueldo más a partir del doble aguinaldo que sería el 13. Desde hace unos años lleva el nombre de “gratificación extraordinaria” y se va acomodando cada año en base a la inflación.
“Nuestra actividad es una de las que se ha mantenido más estable en cuanto a salarios”, reconoció Donatelli. A modo de ejemplo agregó que entre 2018 y 2019, “tuvimos una inflación que superó los 100 puntos y el salario aceitero fue atrás de esa inflación. A veces los trabajadores se ponen contentos cuando el acuerdo parece alto, pero atrás de eso también hay una inflación alta que no es buena para la sociedad y menos para los trabajadores”.
Sostuvo que “hasta el 2015 veníamos con acuerdos salariales más previsibles, que rondaban los 25 puntos anuales y ahora no baja la inflación de los 45 puntos. Hay una presión muy fuerte de la política opositora y de los formadores de precios que se muestran muy voraces en el aumento de los alimentos y no puede ser que en un país productor de alimentos no haya un control más eficaz sobre los precios de los productos básicos”.
Sin embargo, consideró que “en medio de una pandemia es muy difícil concentrarse en medidas que puedan contener los precios de la canasta básica. Va a ser un año muy difícil en lo salarial y en lo económico”, finalizó Donatelli.