LOCALES | 2 jun 2021
EDITORIAL
Honrar la vida
En estos días donde los contagios parecen imparables, los centros de salud se saturan y ya sumamos 278 vecinos fallecidos, todos ellos “conocidos nuestros”, porque lo que importa es el conocimiento colectivo, elegimos “Honrar la vida”.
En tiempos de despedidas prematuras y angustias que parecen interminables, como medio de comunicación no podemos soslayar la profunda grieta que se ha impuesto en la sociedad, producto de intereses que en muchos casos aparecen como foráneos de nuestra propia idiosincrasia.
Desde nuestras páginas hemos abordado en forma constante –aún mucho antes de la llegada del Covid 19- los temas que hacen falta al desarrollo del distrito y como tal remarcamos el adormecimiento e incapacidad para abordarlos por parte de la gestión municipal.
Nos ha interesado el crecimiento de la economía local, incluso en el convencimiento de que debe estar acompañada por una clara estrategia regional y eso también es menester de las instituciones privadas que hoy reclaman lo que ayer dejaron pasar.
Quienes siguen nuestras ediciones saben que hemos tenido una mirada constante a favor de recuperar el liderazgo zonal para el distrito, a partir de políticas que incluyan a todos y cada uno.
Sin embargo, en estos días donde los contagios parecen imparables, los centros de salud se saturan y ya sumamos 278 vecinos fallecidos, todos ellos “conocidos nuestros”, porque lo que importa es el conocimiento colectivo, elegimos “Honrar la vida”, tal como lo plasmó en 1980 Eladia Blázquez, a través de su inmensa calidad poética que transcribimos para su reflexión:
¡No! Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
¡Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
Tanta conciencia sin saber
Adormecida
Merecer la vida no es callar y consentir,
Tantas injusticias repetidas...
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad ¡más definida!
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir
¡Honrar la vida!
¡No! Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad,
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida
Merecer la vida es erguirse vertical,
Más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad,
Y a nuestra propia libertad
¡La bienvenida!
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir
¡Honrar la vida!