El registro de comedores y merenderos en Junín podría generar la organización de estas entidades favoreciendo la tarea de tantos vecinos y dirigentes que tratan de brindar una ayuda a quienes más la necesitan.

Desde SEMANARIO, ya a principios del año pasado, advertimos acerca de esta carencia, la cual generaba que en algunos centros de atención de necesidades llegara ayuda en cantidad, mientras que en otros casi nada.

Ahora, desde el Frente de Todos, impulsado por la concejal Maia Leiva, reintentan aprobar un proyecto que prevé crear el Registro local de Comedores y Merenderos comunitarios y que “fue confeccionado con el aporte de organizaciones sociales, comedores, merenderos, referentes que trabajan en el tema” confió a este medio el edil Lautaro Mazzutti.

En el mismo constarán todos los datos respecto a su ubicación, además de los servicios que prestan y la identidad de las personas que acuden al lugar en forma frecuente.

Además, se constituirá una “Mesa Coordinadora” que visitará a los distintos espacios para comprobar que se cumplen con los datos aportados por los mismos.

También promueve la creación de un “Fondo de Asistencia” a merenderos y comedores que se extenderá mientras dure la emergencia económica y social en Junín.

Consultado por SEMANARIO, Pablo Rodríguez, líder del grupo solidario “Don Ito”, expresó que “este proyecto de Maia nace a partir de varias reuniones con las distintas organizaciones ya que en este contexto de pandemia por no tener un buen registro y ordenamiento nos ha pasado de ir todos a un mismo lugar. Lo que hizo Maia es ponerle la voz a ese reclamo de ordenar, que nos hubiera permitido hacer una mejor distribución”.

Rodríguez añadió que “es necesario saber dónde está ubicada cada entidad, pero particularmente ahondar en la realidad de cada uno de los que asisten. Por ejemplo las edades de los chicos y chicas, si tienen atención médica, si van a la escuela”.

También este proyecto le da importancia “a la creación de una mesa en la que estemos sentados los dirigentes de las organizaciones y los referentes de los comedores y merenderos y propicia una ‘pata económica’ por parte del Ejecutivo municipal para contemplar los gastos operativos de estos lugares tales como la garrafa o la energía eléctrica porque a algunos les llegan facturas que no pueden pagar”, refirió el representante de Don Ito.

“Es primordial que se pueda ordenar esto –continuó- algo que el municipio además siempre reclama, ya que muchas veces se niega a ayudar a quienes no están ‘regularizados’. A veces dicen que ‘no son legales’, pero el hambre no sabe de legalidades y hace falta acompañar a cada uno de los referentes que le están dando batalla a este flagelo que nos azota”.

Rodríguez afirmó que “esta situación de pobreza se ha incrementado además en Junín precisamente por la falta de políticas locales”.

UN PROYECTO NECESARIO

Es de esperar que el Concejo Deliberante no sólo apruebe la iniciativa de creación de un registro de comedores y merenderos y la conformación de la mesa multidisciplinaria para seguir de cerca estas actividades, sino además que ponga rápidamente en escena cada una de las acciones que se manifiestan.

Pero no se trata sólo de alimentos, aquellos prodigados en el almuerzo y que son “estirados” en la merienda para “engañar al estómago en la cena”. Se trata de deficiencia alimentaria, ya que no se sabe –además- con qué alimentos se trata de evitar el hambre por parte de vecinos solidarios que tienen mucho de voluntad pero poco de conocimiento acerca de necesidades nutricionales.

Al mismo tiempo, la presencia del Estado o la militancia partidaria en algunos de estos ámbitos, debiera servir al menos para iniciar un relevamiento en materia de salud y educación, para saber a ciencia cierta el estado sanitario y educacional de estos grupos.

Por lo que es menester lograr el compromiso de todos los actores sociales, poniendo énfasis en las sociedades de fomento, con el liderazgo de los organismos municipales y provinciales para dar mejor asistencia y que no se trate solamente de un impulso ligado más a la beneficencia pasajera y se eche a perder el abordaje completo de los requerimientos.

Hoy existen organizaciones que trabajan para lograr efectos más complejos que quedarse sólo en la atención de saciar el hambre urgente.

Tal como se propone en el proyecto hoy hay comedores que han incorporado prestaciones vinculadas a la asistencia y el cuidado familiar, las cuales en cierta manera complementan la tarea desarrollada por el comedor (cuidado y actividades para niños, adolescentes y ancianos, apoyo escolar, guarderías, ropero comunitario, entre otras).

Hacen falta incorporar acciones que apunten a intervenir sobre la situación barrial (planes de mejoramiento de vivienda, de promoción de la salud, generación de ingresos y otras acciones de desarrollo comunitario), las cuales permiten replantearlos objetivos institucionales.

Es importante observar la complejidad de la situación y advertir la necesidad de mejorar ciertos aspectos para que el trabajo sea eficiente y abarcador.

Frente a la marginación que se expresa en los contextos urbanos como consecuencia de estos procesos, las respuestas brindadas por el Estado resultaron insuficientes para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas del conjunto de la sociedad.

Por lo cual se requiere visibilizar este tipo de situaciones en el orden local, sin necesidad de buscar ventajas políticas sino promoviendo beneficios para la sociedad, implementando diversas estrategias comunitarias que operen en el campo de la satisfacción de las necesidades básicas.