sábado 20 de abril de 2024

OPINIÓN | 12 jun 2021

MIRADA EXTREMA

Ilusiones secretas

Escribe Andrés ‘Tato’ Rissolo.


“Para que quiere Argentina escuelas técnicas” fue la voz del iluminado que así expresó su ignorancia en la reunión de la reforma educativa, que por entonces promulgaba el presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem. Y lo terrible del caso fue que le hicieron caso. Cerraron el Concejo Nacional de Educación Técnica (CONET) y a partir de ese momento la nación se desentendería de la educación secundaria. Como se sabe, quien quiere destruir el sistema educativo de un país debe destruir el eslabón secundario.

Así planteadas las cosas, entre otras muchas penurias que vive la educación argentina en su permanente pauperización del sistema, hay algunos pocos hechos que trasciende la mediocridad y son excepción.

Esto se da cuando una iniciativa cobra vida a partir del interés de los individuos por su entorno, la preocupación por la comunidad en donde viven, y su medio ambiente. Es así entonces que un entrerriano, de 19 años creó un drone acuático para controlar el estado, la calidad del agua de la laguna de su pueblo.

Si bien el hecho tuvo lugar hace algún tiempo, Agustín Maiocco, joven que vive en Victoria (Entre Ríos), se animó a crear tecnología útil a partir de una app y el diseño de una estructura y un sistema electrónico que tiene detectores para medir los niveles de sal, PH y otras cualidades del agua. “Una charla que daba un chico que había creado una app para gente discapacitada me inspiró y me llamó la atención; fue en octubre de 2017”, recordó Agustín a en diálogo con Valeria Chávez de Infobae. “Hasta ahí era un usuario más, me gustaba la tecnología pero no iba mucho más allá”.

Con 17 años, el joven empezó a investigar qué había detrás de ese mundo que consumía a diario. Hizo dos cursos de programación, empezó a probar, y mirar tutoriales en internet. “En ese momento, en el colegio en la clase de física nos daban fórmulas y problemas y se me ocurrió hacer una aplicación para resolverlos -contó-. Fue más que nada para probar si me salía y obvio la profesora estaba al tanto y me alentó a hacerlo”.

Pero su inquietud no se quedó ahí. Quiso seguir probando todo lo que venía investigando. Y fue por más. Un drone acuático. “En la escuela teníamos una feria de ciencias en la que yo formo parte de un grupo junto a otros 10 chicos. Presentamos proyectos y competimos en distintas ferias” comenta el ingenioso joven. 

Sobre su  deporte preferido comentó “estaba practicando windsurf y veo que al salir de la laguna el traje tenía manchas y puntos blancos por todos lados, era exceso de sal en el agua. A raíz de este problema decidimos hacer un drone que navegue por la laguna, analice el agua y nos brinde información en tiempo real, para así saber el estado del agua y a partir de eso buscar soluciones o pensar qué podíamos hacer”.

La laguna que habla Agustín es la Laguna del Pescado, en su natal Victoria. Y la sugerencia del profesor los entusiasmó por partida doble: “Para ver si podíamos mejorar el estado del agua, y de paso practicábamos programación”.

“Lo probamos en octubre del año pasado, pero teníamos un problema con el diseño de la hélice, que hacía que el drone avanzara muy despacio por la forma de la paleta”, compartió el joven sobre los pormenores de un logro que fue “a prueba y error”. “Perfeccionamos eso y lo hicimos andar más rápido”.

El drone es totalmente autónomo y tiene detectores de sal en el agua, mide la conductividad y cuenta con un peachímetro, (P.H. potencial hidrógeno) que indica o la acidez/alcalinización del agua. Y tras confiar que nunca lo tienen “completamente terminado” ya que le hacen modificaciones o mejoras permanentemente.

Agustín contó: “Lo último que le agregamos es una placa wifi, ya que antes lo hacíamos funcionar con una antena que nos tiraba los datos, pero teníamos problemas con la distancia y ahora lo resolvimos”. El invento del joven entrerriano fue presentado con éxito en ferias de ciencia a nivel departamental, provincial y nacional.

“A partir de allí recibimos la invitación a para participar en la feria internacional de medio ambiente en Concordia y ahí salimos seleccionados para presentar el proyecto en México en mayo del año próximo en la Feria Mecatrónica”.

“Somos un grupo que trabajamos en conjunto; esto no fue de la noche a la mañana: pasamos mucho tiempo en la escuela, había días que nos quedábamos 12 horas y siempre se nos ocurre algo que mejorarle”, enfatizó.

Agustín es egresado de Clubes TED-Ed, un programa educativo gratuito creado en la Argentina por TEDxRíodelaPlata, que se implementa en escuelas secundarias públicas y privadas de todo el país. No se sabe si los establecimientos educativos de esta zona están en conocimiento o si fueron o no invitados, a lo largo de diez encuentros los chicos, liderados por docentes, preparan una charla TED y trabajan en la identificación de una idea, se la desarrolla y arman su exposición.

“Nos dijeron que estaba la posibilidad de que nos inviten a un evento a exponer y nos designaron un coach, que nos ayudó a armar la charla”, dijo Agustín, quien enfatizó en que si bien su exposición no duró más de “tres o cuatro minutos”, tiene atrás “un proceso arduo de trabajo”.

En su charla, Agustín habló de tecnología. “Quise citar ejemplos del uso de la tecnología en la vida real y de cómo todos podemos dejar de ser usuarios y ser creadores”. “Hablé del drone porque me pareció un lindo ejemplo de crear tecnología, y también de mi app para resolver ejercicios de física -señaló-. El mensaje que quería dejar es que la tecnología puede ayudar a resolver problemas reales, como la contaminación de la laguna y remarcar que tenemos que animarnos también a crearla”.

Agustín acaba de terminar la escuela secundaria y se dispone a pasar el verano en Victoria, junto a sus papás, su hermanita y sus amigos, antes de partir a Buenos Aires, donde se instalará para comenzar a cursar la carrera de Ingeniería Informática en la Universidad de Buenos Aires.

Sin duda en Agustín, la tecnología y la programación tendrán un quijote que enfrente los desafíos de la electrónica y la informática, además de estar comprometido con su comunidad y su entorno natural.

Una sublime noticia que merecería ser imitada. Un ejemplo de la tecnología bien enseñada y mejor aprendida, utilizada para que la biosfera se mantenga en óptimas condiciones para que en su entorno florezca la vida, ayudados por quienes al vivir cerca de una laguna se preocupan porque el líquido elemento guarde y conserve su valores  naturales y cotas de referencias.

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