La psicología descubrió hace muchos años que niños de entre 5 y 7 años ya muestran cierto pensamiento arrogante pues creen que pueden saber más de los adultos y que en algún momento a lo largo del desarrollo, abandonamos esa postura egocéntrica y nos formamos una imagen más objetiva de nosotros mismos y del mundo.

Sin embargo, sostienen que “hay casos en que una persona arrogante sigue creyendo que puede ganar siempre y, lo que es aún peor, cree que merece ganar siempre. Eso indicaría que, en la base de la arrogancia se esconde una actitud infantil y un problema de autoestima”.

De hecho, creerse superiores suele ser un mecanismo de defensa que demuestra que en realidad esa persona no tiene tanta confianza en sí misma. Al respecto, Fulton John Sheen dijo que “la arrogancia es la manifestación de la debilidad, el miedo secreto hacia los rivales”.

Esta manifestación psicológica pareciera haberse adueñado del municipio de Junín, gobernado por un oficialismo que,“fogoneado” por sus líderes partidarios foráneos, hacen todo lo posible por poner en riesgo aún mása una sociedad que de por sí ya lo está.

Y no paran de arengar contra las medidas de los gobiernos centrales, incluso desde el siempre desteñido debate de concejales serviles, con argumentos que no resisten la más mínima explicación, mostrándose ciegos y sordos, pero no mudos a una realidad mundial.

E insisten en la presencialidad escolar y la apertura de actividades no esenciales, cuando no están dadaslas condiciones sanitarias en el distrito. Insisten en las vacunas y vacunatorios hasta llegar al papelón público.

No se trata de restricciones caprichosas de un gobierno “peronista” o “kirchnerista”, se trata de medidas preventivas que ya se tomaron en la contraestación europea. Un continente en que cual recién en este inicio de “su” verano están sacándose de a poco los barbijos tras la tercera ola, mientras en este lado del mundo entramos en los fríos invernales que complican todavía más la situación viral.

Una comunidad europea que tomó a rajatabla las restricciones (tal como lo pide nuestra provincia) para aquellos distritos con más de 500 contagios cada 14 días por cada 100 mil habitantes.

Mientras que hasta ayer viernes Junín registraba 1.112 contagios (más del doble de lo considerado para pasar a Fase 3 y volver a clases presenciales) y en el mismo lapso, el fallecimiento de 34 vecinos.

 

 

Los Gobiernos Municipales no forman parte del gobierno ejecutivo sino que son gobiernos autónomos, electos de forma directa por el pueblo con el mandato de impulsar el desarrollo de su territorio.

Tienen amplias potestades para el establecimiento de normas y proyectos locales propios, siempre y cuando estos no contravengan la legislación nacional y provincial.

Es de esperar entonces que las autoridades dejen la arrogancia de lado y dediquen el mandato que les dio el pueblo a construir verdaderos lazos que permitan salir de este desastre mundial con la menor cantidad de heridas en este territorio.

Sólo la humildad les permitirá trabajar por todos, particularmente por los que se han quedado sin nada porque ya casi nada tenían.

La arrogancia no tiene que ver con favorecer a otros, por el contrario los sumerge en esa incertidumbre que hoy atraviesa el distrito.