sábado 20 de abril de 2024

OPINIÓN | 24 jul 2021

MIRADA EXTREMA

La pandemia digital

Escribe Andrés ‘Tato’ Rissolo.


El 91% de los argentinos ya tiene al menos una cuenta bancaria. Más de 31 millones de personas operan con bancos. Crecen los pagos digitales y las apps. Pero el 80% de la gente compra con cash. El notable incremento de planes como el IFE, la AUH y la tarjeta Alimentar para contrarrestar los efectos de la cuarentena impactaron en la industria financiera. Según el último informe de “Inclusión financiera”, que elabora el Banco Central, el control digital avanza satisfactoriamente

De este modo, según el Central, el nivel de bancarización en la Argentina presenta "cifras equiparables a las economías desarrolladas". Pero a pesar de esto, y la mayor adopción de medios electrónicos de pago (tarjetas de crédito, débitos, aplicaciones móviles bancarias y billeteras digitales), el uso del efectivo resiste: cerca del 80% de las transacciones todavía se efectúan con cash. "La gente todavía prefiere ir a retirar el efectivo antes que usar herramientas digitales", resumió una fuente del BCRA.

La entidad, justamente, trata de limitar el circulante por sus altos costos y las dificultades para controlar la evasión. Las transacciones digitales también crecen, por la pandemia y por la mayor oferta de apps, pero todavía están lejos de equilibrar la balanza con respecto al efectivo.

Sin embargo, la digitalización del movimiento monetario de las personas de menores recursos es uno de los requisitos mundiales para entrar a la era digital del 2022, en parte se realiza a partir del Estado que con la ayuda a los sectores más necesitados.

El informe del Central destaca que "por cada 100 extracciones de dinero, se efectuaron más del doble de operaciones por medios electrónicos de pago (222), las cuales se descomponen en 110 con tarjeta de débito, 77 con tarjeta de crédito, 28 transferencias electrónicas y 7 con tarjetas prepagas". El desbalance, entonces, son los montos de los retiros de dinero, mucho más significativos que los gastos.

La canalización de la ayuda social a través del circuito financiero formal repercutió en los principales bancos públicos y en el uso de billeteras digitales. La app que más creció el año pasado fue Cuenta DNI, del Banco Provincia. A la fecha, poco más de la mitad de su clientela, 3,1 millones, la descargó en su celular. "El mes pasado, abril, se realizaron 5.413.000 transacciones por $ 18.069 millones", señalaron desde la entidad.

Con 9,3 millones de clientes en su cartera, el Nación se posicionó como el principal canal para otorgar ayuda social. El año pasado abrieron 850.000 cuentas nuevas y su app BNA+ totaliza 1,6 millones de usuarios. Sólo entre IFE y Tarjetas Alimentar, el Nación otorgó $ 48.000 millones el año pasado, confiaron a este diario fuentes de la entidad.

El mayor nivel de bancarización no implica una reducción del uso del efectivo. A pesar de la proliferación de medios de pagos digitales y su mayor aceptación, "los pagos con tarjetas de débito continúan consolidándose como el medio electrónico más elegido para realizar pagos minoristas. Cinco de cada 10 operaciones se han realizado mediante este instrumento en los últimos 12 meses", remarca el estudio del BCRA.

La extracción promedio, señalan desde Red Link, es de $ 6.000. Se trata de la red de cajeros más extensa y la que vincula a casi todos bancos públicos: tiene 10.685 distribuidos en todo el país, a las que hay que sumar las 7.098 terminales de Banelco.

Además, una normativa reciente del Central amplió el abanico de posibilidades para que la gente pueda retirar efectivo: supermercados, estaciones de servicio, kioscos, farmacias, perfumerías y redes de cobranzas de servicio, como Rapipago y Pago Fácil. ¿Cuántas totalizan? El BCRA contabilizaba 44.534 a fines del año pasado.

En tanto, las transacciones totales por mes de la Banca Internet Provincia (BIP) pasaron de un promedio de 3,8 millones en febrero del año pasado a unos 5,1 millones en igual mes de 2021, lo que representa una suba del 33%. Más de 2,3 millones de personas operan a diario por Internet.

“La pandemia adelantó la digitalización de las operaciones bancarias a tal punto que hoy es la nueva normalidad, pero también nos impuso un doble desafío, que es modernizarnos sin perder nuestra esencia de banca de cercanía”, aseguró Juan Cuattromo, presidente de Banco Provincia.

De acuerdo con un relevamiento de Banco Provincia sobre el uso de su Banca Internet Provincia (BIP), las operaciones digitales pasaron de 3,8 a 5,1 millones promedio por mes de un año a otro. En total, BIP registra 2,3 millones de personas usuarias, entre individuos y empresas, un 28% más que los 1,8 millones que tenía 12 meses atrás.

El fuerte salto en el uso del canal digital se dio entre febrero y agosto del año pasado, es decir durante los meses de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), cuando se redujo la atención presencial en las sucursales.

Las altas de nuevas personas usuarias se duplicaron en ese lapso de 5 meses de 2020. El salto tiene cifras: mientras antes de la pandemia se registraban un promedio mensual de 47 mil nuevas personas en BIP, durante el aislamiento esa cifra saltó a 106 mil altas por mes.

“La pandemia adelantó varios años el proceso natural de digitalización bancaria a tal punto que ahora es la nueva normalidad para el sistema financiero”, aseguró el presidente de Banco Provincia, Juan Cuattromo. Y planteó que “este cambio de paradigma que ya venía en camino nos obliga a poner el foco más que nunca en esta realidad digital para seguir fomentando la innovación bancaria”.

Al decir de Alberto Calvo, presidente de Cámara Argentina de Componentes Electrónicos “estamos viviendo momentos decisivos. La crisis sanitaria a la que nos estamos enfrentando ha cambiado todo nuestro entorno, causando un impacto tanto social como económico, que tendrá consecuencias difíciles de predecir”.

El 2020 nos obligó a repensarnos y manejarnos de una manera diferente. Estos cambios realizados en masa y de forma generalizada es lo más parecido a una revolución. Una revolución tecnológica y digital”.

La virtualidad como eje, las compras digitales, la educación y el trabajo remoto, la telemedicina, las jubilaciones, y la localización a través los teléfonos celulares, son solo algunos de los cambios y nuevas adopciones a las que el mundo se tuvo que enfrentar y adaptar con el contexto de pandemia que comenzó a principios del año pasado. Está muy claro cuál es el camino y hacia dónde vamos.

Esta pandemia no solo nos ha confirmado que la forma en que usamos la tecnología va a cambiar de manera permanente, sino que también la transformación digital de la economía sucederá a un ritmo acelerado, dando paso a una sociedad hiperconectada, hipercontrolada.

El control transversal de las transacciones monetarias es una realidad para la nueva sociedad sin distinción de clases ni edades. El desafío es que este control minucioso de los centavos que se impone en el mundo otorgue una mejor calidad de vida a la población mundial, y en especial en la Argentina.

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