

La Delegación Departamental de Investigaciones del Trafico de Drogas Ilícitas Junín llevó adelante una nueva investigación, que tenía como epicentro el comercio de estupefacientes, con intervención el Juzgado Federal a cargo del Dr. Héctor Pedro Plou, secretaría penal a cargo del Dr. Tobías Rueda y Fiscal Federal Dr. Eduardo Norberto Varas todos del Departamento Judicial de Junín.
En una prolija, minuciosa y certera labor policial de seguimientos y análisis de escuchas telefónicas llevada a cabo por la Delegación, se pudo comprobar que existían conexiones entre el conurbano bonaerense y la ciudad de Junín, pudiéndose identificar al proveedor de la sustancia a un hombre con amplios y frondoso antecedentes policiales con una discapacidad física producto de lesiones por enfrentamiento armado con personal policial. En el año 2015 había sido detenido como líder de la banda en el “Operativo Cisterna Verde”, oportunidad en que se secuestraron toneladas de marihuana, y en la actualidad se encontraba con pedido de detención a requerimiento del Juzgado Federal de Junín.
El Juzgado Federal extendió órdenes de allanamientos en el barrio "Las Catonas" de la localidad de Moreno, obteniendo como resultado el secuestro de ladrillos de marihuana, marihuana fraccionada para su comercialización, un arma de fuego con pedido de secuestro activo, telefonía celular, dos automóviles con pedido de secuestro activo por robo, procediéndose a la detención e incomunicación de dos sujetos, los cuales quedaron alojados en dependencia policial.
QUIÉN ES EL DETENIDO
El detenido es Roberto López, hoy de 45 años de edad, que no puede caminar y se moviliza en silla de ruedas, y al que el juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay, acusó en 2015 de ser el organizador de la banda criminal.
"CISTERNA VERDE"
"Ya está la carne en la heladera", le dijo uno de los sospechosos a su interlocutor que lo escuchaba del otro lado de la línea telefónica. Era la clave para avisar que el cargamento de droga había sido trasladado a un campo en Virasoro, en Corrientes. El primer paso estaba dado por la organización narcocriminal. Ahora restaba ingresar los 3814 kilos de marihuana en territorio bonaerense, fraccionarla y distribuirla, presuntamente en las villas porteñas 1-11-14 y Zavaleta, en el Bajo Flores y Barracas, respectivamente.
Esto sucedió en julio de 2015. La droga nunca llegó a destino. La Policía Federal secuestró los 3814 kilos de marihuana, valuados en 12.000.000 de pesos, ocultos en un camión cisterna en Corrientes cuando había comenzado el viaje de traslado hacia el oeste del conurbano bonaerense.
El 8 de agosto de ese mismo año, el juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay, procesó con prisión preventiva a cuatro sospechosos por los delitos de tráfico y comercio de estupefacientes. Además les embargó los bienes hasta cubrir la suma de 10.000.000 de pesos.
Entre los procesados, según el expediente judicial, se encuentra Roberto López, al que el magistrado acusó de ser el organizador de la banda criminal.
"El procedimiento se hizo en una buena estrategia antidrogas. Intentamos hacer el operativo y secuestrar los estupefacientes antes de que lleguen a las villas. Hay indicios suficientes para sostener que la marihuana decomisada iba a ser llevada a las villas 1-11-14 y Zavaleta para ser vendida al menudeo", sostuvo una calificada fuente de la investigación.
López, el presunto líder, no puede caminar y se moviliza en silla de rueda. Los investigadores tienen información de que su imposibilidad para moverse por sus propios medios se debe a una herida provocada por un balazo. El sospechoso fue apresado en una posada en Mercedes, Corrientes, donde se supone fue a supervisar el traslado de la droga.
"López era el encargado de dar las directivas y encomendar a sus «empleados» diferentes tareas, antes, durante y después de la detención del camión Fiat Iveco [donde estaba oculta la marihuana]", afirmó el magistrado en su resolución de hace cinco años.
La investigación del juez federal González Charvay y de detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, bautizada como "Cisterna Verde", no terminó aún. Hay dos sospechosos que tienen pedido de captura y una persona que aún no se logró identificar con su nombre completo y sólo se lo conoce con el alias de "Seba".