

Los números no mienten, y menos para un contador. Y dejan a la vista, sin lugar a dudas, que el único mérito en la carrera de Juan Carlos Fiorini fue ser cuñado de Pablo Petrecca. Nada más.
Así fue como, sin experiencia, conocimiento ni militancia política previa, llegó en el 2015 al municipio, nada más y nada menos que como secretario municipal. Y apenas dos años después, saltó al Senado de la Provincia de Buenos Aires, siempre respaldado por el intendente de Junín, que es el esposo de su hermana.
Aunque no parezca, será senador hasta diciembre. Pero como las actividades se superponen, hace rato dejó de concurrir a La Plata o pensar en el pueblo de la Cuarta Sección Electoral al que representa, para sumergirse de lleno en la campaña electoral local, porque parece que quiere empezar a conocer vecinos para dentro de dos años suceder en el sillón de calle Rivadavia a su hermano político, que no podrá volver a presentarse como candidato a intendente.
Mientras, no viene mal hacer un breve repaso de su labor legislativa. Pobre, si es que las hay. A eso se refería el inicio de este informe, con el tema de “los números no mienten”. Y menos todavía mienten los contenidos de esas estadísticas, que podrían hacer poner rojo de vergüenza hasta el más descarado, aunque no es el caso de Fiorini.
LO QUE HIZO
Desde el Senado de la Provincia, en el cargo que ocupa desde diciembre de 2017, Juan Fiorini presentó 53 proyectos de ley, 117 proyectos de “declaración” y 11 solicitudes de informes. A simple vista, ya parece bastante poco para cuatro años de gestión.
Pero ahondemos en el contenido. En lo que hace a los proyectos de ley, el último ingresó el 27 de julio, y propone “declarar de interés provincial acciones referidas a la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de la reacción alérgica a la proteína de la leche de vaca”.
Otra de las iniciativas de Fiorini da cuenta de la creación del “Registro provincial de infractores y reincidentes de pesca”, y su labor parlamentaria arrancó el 4 de abril de 2018, cuando propuso “promover una alimentación saludable, variada y segura en las escuelas provinciales”.
LOS DÍAS DE…
Una temática que le gusta mucho al senador son los “días de…”. Por ejemplo, propuso declarar al 11 de marzo de cada año como “día provincial conmemorativo de las víctimas del Covid”; también al 19 de octubre como “día de la lucha contra el cáncer de mama” y… atención: quiere que cada 16 de octubre sea el “día provincial del consumo de frutas y verduras”.
Posee otros proyectos elaborados con el fin de “manifestar beneplácito” como, por ejemplo: por el día nacional del instrumentador quirúrgico o por la conmemoración del día nacional de la Salud Mental.
Y merecería un cuadro especial el tema de las “personalidades destacadas”. A Fiorini lo conmueve el accionar diverso de muchos actores de la comunidad y anduvo proponiendo este título honorífico para representantes de distintas áreas.
LOS PATRIMONIOS
Durante su labor como senador, al cuñado Fiorini lo preocupó el tema del patrimonio. En serio. Por eso, quiso declarar patrimonio cultural de la provincia al edificio del exHospital San José y del Colegio Hogar Belgrano.
Y también de “interés histórico arquitectónico” al Teatro de La Ranchería y la Escuela de Arte “Xul Solar”, que para él se trata de un establecimiento educativo “municipal”.
OTROS MENESTERES
Juan Fiorini mostró también su sensibilidad especial, durante su labor como senador, respecto a los aniversarios de fundación de distintos pueblos y ciudades de la Cuarta Sección, a la labor deportiva de personalidades destacadas de la comunidad juninense, algunos eventos como la “Fiesta del Pejerrey”, la tradicional carrera “Vuelta de Bragado” o la gran fiesta criolla de Agustina, por citar sólo algunos puntos de los incluidos en los 117 proyectos de declaración que tiene en su haber.
NUEVO CAPÍTULO
Con este currículum, ¿alguien se aventuraría a pensar que, cuando ingrese a fin de año como concejal, Juan Fiorini tendrá la capacidad y las ganas de ponerse a trabajar por el beneficio del vecino común de Junín?
Por el momento, no renunció a su jugosa dieta parlamentaria que seguirá percibiendo hasta que retorne al ámbito municipal. Sin embargo, si en estos tres años y medio poco fue lo que presenta como realizado, desde el inicio de la campaña electoral será nada. Sin embargo, sigue siendo “senador”.
Porque ahora ahí anda, el cuñado, visitando merenderos, barrios y clubes que nunca lo habían visto pasar por la puerta. Y va de la mano de algún otro funcionario o dirigente más conocido, porque el vecino común no tiene ni la más remota idea de quién es Fiorini. No sabe que viene hace casi cuatro años calentando una banca en el Senado provincial y mucho menos que antes fue secretario municipal, porque no es muy afecto de juntarse “con la chusma”. Ahora está haciendo el esfuerzo.
Así que, para esta campaña, Juancito (sin apelar a recuerdos de otros cuñados famosos llamados de la misma manera) le delegó a Petrecca la responsabilidad de hacerse cargo. Y él se limita a andar acompañándolo a cuanta reunión/inauguración/evento se produzca, con la cara imperturbable, como si hubiese sido parte de la construcción de eso que merece corte de cintas.
Lo importante, como toda la gestión de Pablo, es salir en la foto. Y en el frenesí electoral que le agarró a Juntos en Junín durante las últimas semanas, todo vale siempre y cuando sea mostrarse. “Parece que se despertaron del letargo”, dijeron irónicamente esta semana en el Concejo Deliberante, y así es: cada dos años, los meses previos a la llegada de los vecinos a las urnas, el gobierno petrequista despliega su artillería y muestra lo que mantuvo guardado.
Aunque no esté del todo listo, como el caso del Museo Paleontológico en la Laguna de Gómez, al que con el apuro se olvidaron de hacerle baño, poner una cocinita, instalar una mesa y una silla y llevar algo para calefaccionar. Total, el que se queda es un empleado; ellos –los importantes- fueron para la foto y se volvieron a la casita.
DESOPILANTES
Sería interesante oír qué explica Juan Fiorini sobre su labor parlamentaria. ¿Les dará cuenta a desprevenidos vecinos sobre esta disparatada acumulación de proyectos irrisorios, intrascendentes y lejanos a la realidad de la gente que fue presentando en este período?
Porque sin dudas, no pueden ser su carta de presentación. Sería desopilante contarle a un posible votante que estos últimos años estuvo ocupado en “beneplácitos”, días conmemorativos, declaraciones de patrimonio, de interés legislativo o nombrando personalidades destacadas. Y nada más.
La pobreza laboral del “cuñado” es cuasi escatológica. Sin nada interesante para mostrar como antecedente, Juan Fiorini vuelve al ruedo local y encima, con pretensiones de postularse como intendente dentro de dos años. ¡Pobre Junín!