

Los Sindicatos que integramos la Mesa de Unidad Sindical Junín, queremos expresar:
Nuestro absoluto repudio al proyecto de ley presentado por el senador Martín Lousteau, para eliminar las indemnizaciones laborales por despido, en primer lugar por considerarlo inconstitucional, eliminarla atentaría contra la integridad de todos las y los trabajadores e ir contra nuestra constitución nacional, donde el deber fundamental del Estado es preservar el empleo, y una forma de disuadir al sector empresario de despedir a los empleados sin justa causa es pagando una indemnización.
En segundo lugar entendemos que esta ley anti obrera no va a generar más empleo sino por el contrario, lo que sin duda va a generar es más desocupación.
Como contrapartida a ese proyecto podemos citar a las empresas del sector industrial que en lo que va de este año han generado más de 80.000 nuevos puestos de trabajo.
Asimismo queremos expresar nuestro apoyo al gobierno Nacional y Provincial. Vale recordar que los y las compañeros/as Alberto Fernández y Cristina Fernández en la Nación; y Axel Kicillof y Verónica Magario, en la Provincia, han sido electos democráticamente por el pueblo para conducir los destinos de nuestro país y de nuestra provincia. Y que sin dudas son los garantes en la defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores.
Durante la pandemia fue este gobierno nacional y el gobierno provincial quienes llevaron adelante con las mayores certezas, las medidas sanitarias, y de protección y conservación de los puestos de trabajo, asistiendo no solo a los trabajadores, sino que también asistiendo a las empresas, sin importar las dimensiones de las mismas.
Los ATP, los REPRO, los créditos a tasa subsidiada, la prórroga en el pago de las cargas sociales e impositivas, y muchas medidas más han sido una clara intervención del estado a favor de las y los trabajadores y de los empresarios, de otra manera la realidad de nuestro país hoy sería mucho más dura.
Estamos de acuerdo en que ahora se deben implementar medidas que tiendan a mejorar nuestra realidad económica y social, y sin duda nuestros gobernantes harán sus mejores esfuerzos para que ello ocurra.
Dos modelos totalmente opuestos se dirimen los destinos de la patria, uno es el que sufrimos durante cuatro años y nos puso de rodillas ante el FMI.
El otro modelo es el de la esperanza, el de la soberanía política y el de la justicia social.
Y el movimiento obrero unido debe volver a ser la columna vertebral del movimiento nacional justicialista para que las y los trabajadores y nuestras familias podamos realizarnos en una Argentina que todos soñamos y nos merecemos.