jueves 28 de marzo de 2024

HUMOR POLÍTICO | 23 oct 2021

La Página Amarilla

El Reino de Alexia

El monarca en su esplendor... de fiestón! Los de alrededores no llegaron a la celebración, pero no importa... los privilegiados son los mismos de siempre. Pasá y enterate de las aventuras de esta semana...


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El reino de Alexia vivió unos días de gloria. Bueno, en medio de la malaria y el piojo, unos días de sol y algunos visitantes de otros lares, fue una especie de fiestón. “Nuestro reino estuvo a pleno” comentó, eufórico.

Aunque mejor no recordar que cerraron un montón de posadas y fondas en el reino, mejor no decir que no hubo ayuda para ellos, mejor contar las buenas, que las malas traen malos recuerdos y pesares. Para qué hablar de tiempos pasados si el futuro viene lindo. Hay que aprovechar que la memoria es frágil y el triunfo de los de las afueras le dio un lindo envión, para seguir adelante. Seguir adelante no es mejorar la vida de los demás, ni soñar con un futuro mejor. Es que Amarillo I enseñó la teoría del derrame, y como derramó poquito, por ahora les tocó solo a  los privilegiados de siempre, gente como Alexia. Pero mejor que no se note, no sea cosa que alguno venga, escupa el asado y todo explote por los aires y se terminen los sueños de cotillón.

Ya es pasado la tormenta y  las cosas que pasaron. Conviene rescatar lo bueno y para eso, nada mejor que contar otra historia; “la nuestra, que para eso ganamos” dijo Alexia, que sueña todo lo bueno que le está por venir. No es casualidad que haya emprendido viajes y más viajes. Para eso prendió los faroles y orientó su brújula: los encuentros con Larretus-Pus, Capo del Reino Madre y varios subalternos de color, fueron una buena  ocasión para prenderse en la festichola de los ganadores. Ahí este  rey de pacotilla se pavoneó, con su séquito amarillo, después del voto de confianza.

Ya no cuentan el desbole, ni el virus de la corona, ni los pesares que sobran por doquier, cuenta que la capa no se opaque y que la estrella no se apague. Es que falta tan poco para un nuevo paso y un sillón distinto, que reza para que no se corte. Que se corten los candiles, o se corte la esperanza, el trabajo o lo que sea, pero no la suya, que es la que le importa. Que se corte todo, menos la lechera ni esa mesa de los ganadores, porque es tan linda esta vida sin miserias que para qué cambiarla. ¿No?

Retratos y más retratos. Juglares y saltimbanquis de coronas. Todos reunidos, diseñando la estrategia y cómo continuar en sus tronos. Ni uno solo osó discutir los problemas, ni mucho menos, encontrar una solución. En la comida del derrame amarillista, el único exceso fueron las sonrisas. Un puñado de reyes  egoístas,  acomodados y ombliguistas. Del grupo ganador, que acomoda a sus parientes, y le pisa la cabeza a todos los demás. Eso sí, con blanca sonrisa dibujada, al estilo de la buena gente, esa que prometió salvar todos los reinos, los mandó al quinto subsuelo y ahora, sin ningún reparo y disimulo, vuelve para contar la misma historia de cómo hacer, para vivir mejor.


PetrEgo

Nada mejor que alejarse de los cotidianos problemas de la política, sentarse a leer un libro y acompañar un nuevo aniversario de la biblioteca municipal. Para ello, el Lord Mayor de Ciudad Fría decidió pasar un hermoso momento y concurrió con su esposa y sus vástagos  a sumergirse en el mágico mundo de  la lectura.

Parece que PetrEgo es un ferviente creyente del papel. Si hasta declaró que ‘la cultura es fundamental para hacer crecer a una sociedad; y para ello, nada mejor que contar con espacios de lectura’. Bueno, eso dijo. Y agregó: “La biblioteca municipal  es un emblema para la ciudad y un punto de referencia ineludible para los amantes de la lectura” No obstante, a tanta enjundia con los recuerdos y el espacio, no faltó una vecina memoriosa, que le recordó que la ciudad iba a tener un moderna  biblioteca, pero que gracias a su acción, todo se fue al carajo y más allá y lo que iba a ser, hoy es otra cosa. Que los libros cambiaron por cámaras y monitores y que ahora el edificio de Lilliedal es un Centro de Monitoreo y…. ‘Dale, dale, pagá y rajemos, María’ fue lo último que se le escuchó decir.

Es que del dicho al hecho hay veces que hay poco trecho y las mentiras tienen patas cortas. Al menos alguno recuerda que el fulano que llegó en bicicleta al sillón de Rivadavia y  en poco tiempo sumó plazos fijos, casa nueva y sonrisas fáciles, dijo una cosa, prometió otras y terminó haciendo otras bien distintas. No está mal, recordarles que aunque a ellos la vida les sonría, sus mentiras, dejan como resultado un presente bien distinto al prometido en tiempos de elecciones.


Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) El cordón cuneta que prometimos en Loreto.

*) Mandar el regador al barrio. Es que llovió hace unos días y con eso la estiramos un poco.

*) Reactivar la idea de las ciclovías, reactivar la idea de las casas, reactivar la idea de pavimentar, reactivarnos la modorra.

*) Empezar a prometer lo que nunca vamos a hacer, como pasó en la pasada elección.

*) Por las dudas, comprar velas, no sea cosa que alguno se dé cuenta.

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