martes 17 de junio de 2025

LOCALES | 29 oct. 2021

MEDIO AMBIENTE

A cuidar las lagunas que habrá más sequía

Ante la presencia de otro evento “La Niña” se espera un pronóstico de lluvias que probablemente continúen por debajo de lo normal para la temporada de calor, algo que ya ha causado daños en la fauna piscícola local y por ende va en contra del turismo.


TAGS: LAGUNA, SEQUíA

Por más que la gestión municipal se esfuerce en mostrar una preocupación por el turismo, el único atractivo que presenta Junín es natural y se centra en las tres lagunas que componen las encadenadas del distrito.

Lagunas que invitan al “solaz y esparcimiento”, pero también a uno de los pasatiempos más populares del mundo: la pesca.

Y para que haya pesca debe haber lagunas y para que haya lagunas agua y en el agua peces, algo que desde el año pasado viene complicándose sin que nadie haya dado respuestas a la situación a pesar de que las lagunas de Mar Chiquita, Gómez y El Carpincho poseen un sistema de compuertas con las que se puede regular el caudal de agua.

Un caudal de agua que se vio deteriorado por la sequía y que en abril pasado dejaron en la costa toneladas de peces muertos, entre ellos una mayoría de pejerreyes que son el principal atractivo para los pescadores.

De la misma manera, en el verano, los bañistas no pudieron disfrutar del agua fresca y debieron conformarse con un chapuzón alejado de la costa en un líquido caldoso concentrado de algas verdes.

Por ese motivo vale alertar a las autoridades para que más allá de los espejitos de colores que pretenden vender en campaña, se ocupen de las cosas importantes y valederas que generan movimiento económico en la ciudad y a través de ello promueven el comercio y el servicio local, que debería estar a pleno para aprovechar una temporada estival que augura movimiento del miniturismo como no se dio siquiera en años pre pandemia.

NIÑA PROBLEMÁTICA

Según los meteorólogos en el último mes se ha reforzado el enfriamiento del Pacifico tropical y la atmosfera ha respondido en su circulación. Se prevé que el evento se mantenga a lo largo de todo el verano, alcanzando una intensidad moderada en su apogeo.

El especialista Christian Garavaglia sostiene que “el segundo año consecutivo bajo condiciones La Niña ya es una realidad”.

En la última discusión de diagnóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) emitida el 14 de octubre, se detalla que en el pasado mes se han desarrollado condiciones de La Niña, con temperaturas de superficie del mar por debajo del promedio en el Pacífico central y este-central, con anomalías en la última semana entre -0,6 °C y -0,7 °C en las regiones de interés “Niño-3.4” y “Niño-4”.

Aunque las anomalías de temperatura no fueron tan frías (-0,3 °C a 0,1 °C) en las otras regiones de interés como lo son “Niño-3” y “Niño 1+2”, el parte oficial destaca que en la capa subsuperficial del Pacifico tropical centro y este sí se intensificaron significativamente, apoyando la proyección de condiciones Niña para los próximos meses.

Para el meteorólogo “la Niña se mantendrá con una probabilidad del 93% en este último trimestre del año, y con una probabilidad aun alta del 87% en el verano, si consideramos el trimestre que va de diciembre a febrero, con una intensidad moderada en su momento de apogeo”.

La atmosfera también comienza a responder a este comportamiento frío en esta parte del océano, y se han registrado en el últimos mes vientos superficiales cerca del ecuador, (los famosos vientos alisios que generalmente soplan de este a oeste) más fuertes que el promedio, al igual que los vientos de oeste a este en lo alto de la atmósfera.

La temporada pasada fue fatídica en cantidad y voracidad de los incendios forestales, y un pronóstico de lluvias que probablemente continúen por debajo de lo normal para la temporada de calor no resulta nada alentador.

Tampoco es favorable el escenario para los distintos ríos que conforman la Cuenca del Plata. La falta de agua se siente de manera extraordinaria en el Río Paraná, el segundo más largo de Sudamérica, el cual presenta actualmente una bajante excepcional como no se registraba desde el año 1944.

Los pronósticos hechos por modelos dinámicos y estadísticos para la temperatura de superficie de mar en la región “Niño 3.4” favorecen a que La Niña continúe durante lo que resta de la primavera y todo el verano del hemisferio sur.

El consenso de los especialistas sigue la misma idea que la de los modelos numéricos, anticipando el probable retorno de condiciones neutrales durante el próximo otoño.

En general, La Niña no es más habitual que El Niño en el registro histórico que se remonta a 1950. Según indica el “Blog de ENSO”, ha habido 25 eventos El Niño y 24 eventos La Niña (contando este año). Sin embargo, La Niña suele producirse en años consecutivos, mientras que El Niño rara vez lo hace.

SALVAR AL “PEJE”

En las lagunas pampeanas la presencia predominante es la del pejerrey bonaerense (Odonthestes bonariensis), un pez altamente apreciado por los pescadores de la ciudad de Buenos Aires y de toda la provincia, el cual moviliza más pescadores que cualquier otra especie en el país.

El halo del “miniturismo juninense” ha crecido junto al desarrollo de ovas y alevinos de esta especie que hace algunos años era una marca del distrito aquel “Pejerrey de Junín” que sobresalía entre los demás por su sabor a la hora de llevarlo al arte culinario.

No en vano en nuestra ciudad se ha fomentado desde hace décadas la “Fiesta del Pejerrey”, basada precisamente en la existencia de esta especie, que bien debieran saber los encargados del municipio que “sin agua no puede sobrevivir”, algo que le pasará al turismo local sin sus lagunas.

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