martes 17 de junio de 2025

LOCALES | 26 nov. 2021

COOPERATIVAS TRABAJO JUNIN

Lo que se llevaron

En 2009, con las cooperativas implementadas por Alicia Kirchner, en Junín se logró dar trabajo y capacitación a casi 300 personas, entre ellas 150 mujeres. La llegada de Macri desbarató esas actividades y la gestión Petrecca las terminó cerrando y quedándose con las herramientas. Asociados de aquel entonces recurrieron a SEMANARIO para lograr que alguien los escuche en un reclamo que favorece al conjunto de la sociedad, pero que a la dirigencia política parece no importarle.


En 2009, durante una visita de Néstor Kirchner a Junín, César Cabrera llevó a Alicia, hermana del expresidente de la Nación y en ese entonces ministra de Desarrollo Social, a visitar las instalaciones abandonadas de los talleres ferroviarios locales, donde solamente cumplía actividades la ferroviaria COOTTAJ, hoy en manos de una empresa estatal tras las gestiones del fallecido ministro Mario Andrés Meoni.

La funcionaria, con el objetivo de poner en valor esa estructura y a la vez generar puestos de trabajo y capacitación, le dio directivas a quien fuera presidente del INAES en ese entonces, Patricio Griffin, para que llevara adelante tareas precisas en el marco del plan “Argentina Trabaja”.

De ese modo, comenzó a trabajar un grupo de 45 personas de Junín, quienes conformaron una cooperativa que al poco tiempo, debido al nucleamiento de distintos programas sociales terminó integrada por casi 300 vecinos, de los cuales 150 eran mujeres juninenses que en muchos casos pudieron tener su primer trabajo y en ese marco –además- terminaron sus estudios.

Cabrera se convirtió en capacitador directivo y junto al resto de los cooperativistas llevaron adelante la tarea de limpiar el abandono en el que se encontraban las naves ubicadas en la intersección de Jean Jaures y Primera Junta.

Recibieron subsidios del gobierno nacional que presidía Cristina Kirchner y pudieron comprar herramientas y materiales para desarrollar distintas tareas en albañilería, carpintería y pintura, entre otras.

Con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia, en 2016 esos programas se dejaron sin financiamiento y el intendente Pablo Petrecca se sumó a la desatención de estos 300 empleos y Marisa Ferrari a cargo paradójicamente del “Desarrollo” social, luego que el macrismo perdiera las elecciones, les pidió las llaves a los cooperativistas y literalmente los echó del lugar.

En diálogo con SEMANARIO, Cabrera destacó que “con nuestra cooperativa mejoramos los galpones donde actualmente funciona el polideportivo Beto Mesa que brinda actividad física a muchos estudiantes de Junín y ha servido para diversas actividades vecinales”.

Añadió que “con el trabajo de los cooperativistas colaboramos en la mejora de muchas instituciones públicas de Junín, como el caso del CIC de Alvear donde funciona la unidad sanitaria, también en el centro de neonatología del HIGA Abraham Piñeyro, distintos colegios como el Normal Nacional y escuelas de educación especial, lugares en los que llevábamos a cabo todo tipo de trabajos de mantenimiento ya sea de pintura, albañilería y herrería. Pintábamos plazas de la ciudad o colaborábamos en mejoras habitacionales”.

CAPACITACION

Pero más allá de los trabajos que incluyeron la producción de bloques de hormigón y muebles de madera, para lo cual el gobierno había proveído las maquinarias, la cooperativa de trabajo cumplía una tarea vital en materia de capacitación de sus integrantes, algo que también el municipio dejó abandonar, en un distrito donde la gestión Petrecca ha mostrado su ineptitud a la hora de promover el trabajo, el hábitat y la salud de los vecinos de los sectores más vulnerados.

Los programas brindaban cursos teórico prácticos en vivero y huerta, herrería, carpintería en madera y aluminio, fabricación de ladrillos e incluso se había comenzado a llevar adelante una huerta comunitaria para consumo interno.

De este modo, los asociados a la cooperativa recibían el monto de uno de los planes, más un plus por el cumplimiento en materia de trabajo y capacitación, por lo que en la actualidad quienes cobran alrededor de 16.000 pesos por un plan, podían hacerse de la suma de unos 26.000 pesos en total cumpliendo una labor específica y recibiendo instrucción al mismo tiempo.

ABANDONO DE PERSONAS

Con la llegada de Macri, llegó el desfinanciamiento de los programas de desarrollo de estos sectores más carenciados de la sociedad, se desvincularon asociados y la intendencia dejó de darles labores de mantenimiento para empezar a realizar obras públicas, facturando con empresas foráneas que traen sus propios trabajadores y no son de Junín.

Desde la llegada de Petrecca, la administración municipal ha beneficiado a empresas de su círculo íntimo para llevar a cabo tanto obras mayores como aquellos trabajos menores que bien podrían realizar las cooperativas como la formada en 2009 y sin afectar la labor de los empleados municipales, sino que aportando una sinergia para un mejor desarrollo de una ciudad claramente abandonada en los alrededores del centro.

MOVER INFLUENCIAS

Este Junín político plagado de dirigentes que no dirigen, bien podría ir desocupando a aquellos que “trabajan de políticos” para su bien personal. Es sabido que las influencias pueden mover montañas y por ese motivo sería importante que algunos de los tantos “discursivos mediáticos” que pululan en la prensa, trabajen para “bajar beneficios” para los sectores de nuestra ciudad que la están pasando mal económicamente y no piden planes sino trabajo.

Para ello bien podrían empezar a notar (si no lo hicieron) la existencia del Programa Nacional de Inclusión Socioproductiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo”, que unificó a los programas Hacemos Futuro y Salario Social Complementario en una única iniciativa.

Tiene como objetivo lo que ya se hacía en Junín y que Macri desbarató y Petrecca pidió la llave: Es decir contribuir a mejorar el empleo y generar nuevas propuestas productivas a través del desarrollo de proyectos socio-productivos, socio-comunitarios, socio-laborales y la finalización de la escuela, con el fin de promover la inclusión social plena para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social y económica.

Los y las titulares del programa podrán optar por cumplir su contraprestación con su participación en proyectos socio-productivos, socio-laborales y/o socio-comunitarios o a través de la culminación de sus estudios. Tan difícil no parece.

OLVIDADOS

Casi en un ruego, Cabrera junto a Carolina Martínez y Evangelina Rocha, dos de las asociadas de entonces, expresaron sus necesidades y las de cientos de vecinos de Junín que ya hace más de dos años se quedaron sin nada, siquiera esperanza.

Como si se tratara de un último manotazo, se comunicaron con SEMANARIO no sólo para reclamar que retornen aquellos programas de trabajo, sino además para denunciar que la gestión municipal se quedó con una gran cantidad de herramientas de gran valor que pertenecía a la cooperativa de trabajo.

“Queremos recuperar nuestro espacio de trabajo en las instalaciones del predio ferroviario de nuestra ciudad que nos cerró el municipio en 2019 luego de 10 años de pertenencia. Queremos que las autoridades nacionales nos tengan en cuenta y apoyamos y deseamos se haga realidad el decreto del presidente Alberto Fernández para transformar planes por trabajo genuino y formal. Esperamos una respuesta del municipio acerca del destino de las herramientas (NdeR: agregan un inventario de las mismas) que nos proveyera el gobierno nacional”.

Para finalizar resaltando que “les pedimos por favor a las autoridades nacionales, provinciales y municipales que tengan en cuenta nuestra petición ya que de ello depende la concreción de futuros proyectos para poder generar puestos de trabajo genuino que tanta falta nos hace”.

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