

Juan Bautista Segonds, coach holístico, conferencista y fundador de “Rugby Sin Fronteras”, propone una mirada distinta para encarar al mundo. “De afuera hacia adentro, donde arrancamos con lo que recibimos o de adentro hacia afuera, donde podemos ser los agentes del cambio”.
Con las herramientas del Coach Holístico, el apodado “Loco de la paz” y “Mensajero de la paz” por el Papa Benedicto XVI, ofreció una emotiva charla el lunes pasado en la Expo Junín, titulada: ‘A los buenos jugadores le gustan los partidos difíciles’
Este ciudadano ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contó en Junín cómo cada persona puede ser el agente del cambio y como el coach holístico puede ser una herramienta fundamental para el fortalecimiento de líderes y la formación de verdaderos equipos de trabajos.
Segonds repasó su experiencia personal, para explicar, apoyado en unas diapositivas, los distintos cuerpos que tiene el ser humano.
“Son cinco –explicó- el físico, psicológico, emocional, energético o etérico y el espiritual. Lo holístico busca que te conectes con tu mayor potencial en todos tus cuerpos y que estés alineado, en eje y presente. Porque, por ejemplo, tu cuerpo físico puede estar en un lugar y tu cuerpo psicológico en otro. Y si se logra a nivel individual, después se puede trabajar a nivel grupo y, finalmente, se puede transformar un grupo de personas en un equipo”.
Luego de estar vinculado al ámbito empresarial entre los años 1990 y 2009, comenzó a dictar conferencias por empresas, municipios, instituciones, colegios y clubes de Argentina, España, Estados Unidos, Uruguay, Colombia, Italia y Francia, utilizando como pilares de su trabajo los valores universales y el cambio de actitud.
Desde 2014 hasta hoy, dictó más de 116 conferencias presenciales, y con la pandemia, otras incontables en modo virtual. A su vez, se destaca como escritor con la reciente publicación de su libro “Como Transformar un Grupo en un Equipo” y prepara otro que saldrá a la luz el año próximo.
Entre sus experiencias más destacadas, Segonds trabajó en 2015 y 2016 como coach holístico en el equipo argentino campeón de Copa Davis, junto a Daniel Orsanic, llevando adelante, además, el Programa “Valores” en el equipo de desarrollo de la Asociación Argentina de Tenis.
EL EQUIPO
“Yo siempre propongo crear un estado de aprendizaje. Los beneficios que trae es que dejan de ser un grupo de trabajo y se transforman en un equipo. Para mí un equipo es cuando uno genera sinergia con el otro, cuando uno más uno pasa a ser tres, cuatro, cinco. Es cuando se adquiere un estado de conciencia empleada, que es la llamada mística. Un equipo es cuando yo sé que lo que vos hagas, sea lo que sea, vas a estar para apoyar, y complementarme, nos vaya bien o mal. Es cuando yo me empodero con vos y saco mi mejor versión y yo saco tu mejor versión. Cuando hay un marco de confianza, primero en cada uno de nosotros, y luego en el otro. Debemos entender que cada uno de nosotros tenemos un propósito en esta vida, que viene a cumplirse y que podemos cumplirlo juntos en el ámbito laboral o en el ámbito deportivo si ese es tu trabajo”.
“El potencial del equipo está ligado a lo que se puede aprender. El techo está ligado a lo que se pueda aprender. Es lo que denomino el estado ‘aprendiz’, es la mirada holística para el trabajo o la vida. Hoy las empresas vivieron una transformación al igual que el deporte, dónde ya no hay puesto sino posiciones. Todos deben saber de todas las funciones, independientemente de la posición que tienen que cubrir”.
Destacó que “lo que genera el empoderar holísticamente a las personas es que yo dejo de consumir mi energía en las luchas internas y nos empoderamos y nos potenciamos para poder salir a cumplir con nuestro propósito. Otra cosa muy importante es el hecho de sentir que nosotros somos lo mismo en nuestra vida privada, en nuestra empresa, en el país y en el mundo, conectarnos con nuestra mejor versión. Que la empresa, sea un lugar donde yo puedo cumplir con mi propósito. No donde esté esperando el tiempo para irme a mi casa o por plata, sino trabajar por algo que nos trasciende a todos y allí todos somos importantes. Todos. El gerente y la persona que limpia los baños”.
Santiago estuvo ligado al rugby y a los deportes en general y trabajó sobre ellos para preparar equipos de trabajo.
Hoy sigue vinculado a la selección argentina, en las divisiones infantiles que comanda Pablo Aimar, donde trabajan los valores.
“Así como entrenamos nuestros músculos, tenemos que entrenar nuestros valores. Los valores son entidades que necesitan un vehículo de expresión porque si no quedan solamente en palabras. Si tomamos el valor de la humildad, integridad, trabajo en equipo, de la solidaridad, la confianza y el compromiso, no hay ningún tipo de objetivo que no se pueda cumplir”.
EL PROCESO
Es clave poder crear, soñar y tener objetivos. “Los sueños tienen que exceder tu capacidad de análisis de cómo los vas a hacer. Es una ecuación que se genera a partir de que vos co-creás el futuro y, lejos de ver lo que venís haciendo, para ver lo que vas hacer, lo que te posicionas en una porción del futuro y desde ahí, haces todo lo que tenés que hacer hasta el presente para que esa situación se dé”.
Hace hincapié en que “uno de los problemas que tienen las empresas es que no aceptan las nuevas reglas de juego y que sus jugadores están en su peor versión, están en una postura de víctima. Se quejan de todo, opinan de todo, reclaman todo el tiempo, en vez de ser protagonistas y agentes de cambio”.
“Cuando ganamos la Copa Davis en 2016, cuando fuimos al vestuario fue una fiesta” y comentó que “para los jugadores fue el día más feliz de su vida”.
Narró que “en ese momento, ninguno tomó alcohol. ¿Por qué? Porque si venía el antidoping nos sacaban la copa. ¿Qué quiere decir esto? Que uno aún en su mejor momento tiene que seguir cuidándose porque está siempre bajo una rutina muy importante”.
Destacó que “en la final de 2014 de los 100 metros llanos ganó Usain Bolt, pero nadie conoce al que llegó noveno, aunque terminó apenas décimas de segundos después. ¿Qué hubo de diferencia entre uno y otro? Detalles. Por esa décima sabemos quién fue Bolt y ninguno conoce, más que su mamá o su novia, al otro señor”
“¿Creen que se preparó menos o hizo menos esfuerzo, uno que otro? –continuó Segond. “No, seguro, entrenó, se cuidó. Esto no tiene nada que ver con la competencia ni con el que gana, sino con una ley universal, de la pequeña diferencia que marca la gran diferencia. En el mundo holístico todas son cuestiones de detalles, de pequeñas diferencias, no hay diferencias entre el éxito y el fracaso”, cerró.
El final de la charla que se extendió por poco más de hora y media, terminó con un momento muy emotivo. Así como pasa con la selección de fútbol o de rugby en la previa de algún partido importante, a pedido de Santiago, todos los presentes se abrazaron y cantaron el himno, para finalizar en un cerrado aplauso.