Argentina no trazó su estrategia de descarbonización para 2050, los humedales y bosques continúan sin estar protegidos, existen proyectos para estimular el fracking y la producción agroganadera y no hay fondos para incentivar el cuidado de distintas áreas. El crimen del quebracho en el norte y la ampliación de la frontera agrícola con el uso de fertilizantes y agrotóxicos incluso en áreas no permitidas, junto a la bajante del río Paraná más importante de los últimos 77 años y los incendios forestales que afectaron a más de 300.000 hectáreas en todo el país marcaron la agenda ambiental del año 2021, que tuvo al Estado como protagonista para hacer frente a estas emergencias y concretar nuevos desafíos como la creación de parques nacionales o mejorar la gestión de residuos. Estos fueron algunos de los temas que quedaron en el saldo negativo del año que se fue.

Pero también se abrió una ventana de esperanza con la resistencia, el cambio de actitud y los cuidados del medio ambiente.

El año que ya es historia también dejó cosas a favor: la educación ambiental se convirtió en ley, aumentaron las áreas protegidas y la presión popular instaló cada vez con más fuerza los temas ambientales en la agenda pública diaria.

Incluso, casi como novedad, se instaló en la agenda de algunos candidatos que se presentaron a la pasada elección, hechos que en el pasado eran impensables.

La movilización y las demandas sociales de los chubutenses lograron detener algunos proyectos como la modificación de la ley para que se permita la megaminería. Con una ley sospechada, votada entre gallos y medianoche, la movilización popular y la férrea postura de los ciudadanos en la provincia, obligó al gobernador Arcioni a retroceder la idea y prometer que buscará consensos a través de una iniciativa popular; también la gente motivó que en Tierra del Fuego, la región poblada más austral del planeta, se aprobara una norma que prohíbe la instalación de salmoneras.

Falta muchísimo aún, pero es un buen punto de partida reconocer todos los faltantes y carencias, para trabajar en ello.

MINISTRA NUEVA Y PETRÓLEO EN LLAMAS

Tras asumir como ministra de Medio Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, Daniela Vilar habló sobre la mirada que llevará su gestión al frente del nuevo organismo y dejó en claro que “Pensar el ambientalismo popular es con la incorporación del paradigma de la gobernanza ambiental y eso es la participación activa de la ciudadanía”.

Al finalizar la jura, Vilar afirmó “más allá de ser una provincia heterogénea hay políticas ambientales transversales a los municipios como son el tema de los residuos sólidos urbanos, el reciclaje, la alimentación sana, segura y soberana, las áreas protegidas, en ese sentido el objetivo es dotar de una batería de medidas de políticas públicas que sirvan para la construcción del ambientalismo popular y transversalizar con todas las áreas del gobierno provincial”.

“Hasta ahora hubo mucho trabajo en el control, la fiscalización; tenemos que incorporar a través de instancias de co-creación de políticas públicas, herramientas para poder construir y garantiza el buen vivir del pueblo bonaerense”, aseguró.

Y en esa misma línea agregó “creemos que el principal problema ambiental es la desigualdad y la pobreza, y en ese sentido todo el equipo de gobierno de la provincia vamos a trabajar todos los días para que se revierta”, cerró la flamante ministra de medio ambiente bonaerense.

Además, la exdiputada remarcó que “pensar el ambientalismo popular es con la incorporación del paradigma de la gobernanza ambiental y eso es la participación activa de la ciudadanía, de las militancias, de las Ong’s que vienen trabajando para poder construir el diagnostico sino también las políticas públicas para resolver los problemas”.

No obstante, los buenos deseos, la ministra deberá lidiar con un tema que amenaza con convertirse en un polvorín. Shell, YPF y Equinor, grandes empresas de explotación de hidrocarburos, acaban de firmar un acuerdo para explorar y explotar miles de kilómetros en la Cuenca Norte del Mar Argentino, ubicado entre Mar del Plata y Bahía Blanca. “Mientras el mundo busca soluciones sostenibles y de cero impacto en contaminación, en nuestro país estamos a punto de vivir un desastre que afectará terriblemente a los ecosistemas marinos, como ha sucedido en otros puntos del planeta” sostuvieron diversas agrupaciones ambientalistas.

LEY AMBIENTAL

La recientemente sancionada Ley de Educación Ambiental Integral (N° 27.621) es considerada como un paso importante para dar presencia a las temáticas ambientales en contextos educativos y de comunicación. Como toda normativa, tiene el gran desafío de traducir en acciones concretas sus objetivos.

Se plantean como ejes ordenadores de la normativa una serie de principios como el ejercicio ciudadano del derecho a un ambiente sano, el respeto al valor de la biodiversidad y el cuidado del patrimonio natural que están relacionados a lo que más habitualmente se asocia con la temática ambiental.

Otras discusiones semejantes podrían darse en términos de la transición hacia nuevos modelos de provisión de la energía que sostiene nuestra civilización, que no es un sendero libre de dificultades sino por el contrario sujeto a un abanico de discusiones.

La tensión entre Economía y Medio Ambiente no es un tema sencillo de abordar y solucionar.

ÁREAS PROTEGIDAS

En Córdoba, la legislatura aprobó la ley por la cual la provincia cede al Estado Nacional el dominio y la jurisdicción ambiental sobre terrenos situados en torno al Mar de Ansenuza y los bañados del Río Dulce, para la creación del Parque Nacional Ansenuza y la Reserva Nacional homónima.

RÍO NEGRO

Asimismo, el Senado dio media sanción a la propuesta para crear un parque nacional en el islote Lobos, vecino a la costa sur de Río Negro.

SANTA FE

En Santa Fe, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Juan Cabandié firmó un acta junto al gobernador Omar Perotti para ampliar a 10.000 hectáreas el Parque Nacional Islas de Santa Fe.

ENTRE RÍOS

El ministro Cabandié también anunció con el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, la creación de un nuevo parque nacional en la zona de Selva Montiel, que se convertirá en el tercero para la provincia.

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LA PANDEMIA, UN RETROCESO

La pandemia pausó numerosas iniciativas que se habían emprendido y la detención de actividades, si bien significó una ‘renovación de aire’ a partir de la quietud de la economía, (fábricas que dejaron de verter sus desechos, automóviles y aviones que dejaron de emitir monóxido, etc.) también pausó acciones que habían comenzado y sumaron nuevos residuos que no se preveían. A partir de principios de 2020, en el contexto del avance del coronavirus, se echaron por tierra sin mayores titubeos años de avances en cuanto a la disminución en el uso de materiales descartables (en especial plásticos), priorizando la reducción en las posibilidades de contagio. No es extraño ver tirados por todos lados, barbijos descartables, guantes y millones y millones de envases de jeringas descartables, utilizados para las campañas globales de vacunación.

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EN JUNÍN

En nuestra ciudad urge comenzar con acciones concretas. Una gran campaña de educación, sostenida, con criterio y en todos los niveles y sectores no puede esperar. No alcanza con acciones de marketing como si el medio ambiente fuera un corto para TV. Pintar dos bocas de tormenta para indicar que si se tira basura allí terminará en el río o sacarse un par de fotos en la planta de residuos que aunque recibe fondos provinciales y nacionales no termina de arrancar, suena a poco y nada.

El canal del Salado acumula botellas de plástico en sus márgenes, no hay plan de forestación ni de reposición de los árboles que se sacan y tampoco la Dirección de Medio Ambiente cuenta con presupuesto específico para la acción concreta: depende de los humores y vaivenes del Ejecutivo, que casi siempre tiene otras urgencias que atender.

Bidones de Agrotóxicos sin control de deposiciones, fumigaciones en áreas protegidas, agua con arsénico de la que no se supo nada más; control de ruidos, vertido de líquidos a cursos de agua y control de residuos peligrosos (aceites, barros de estaciones de servicio o lavaderos) son algunos de los ítems que hacen a la calidad de vida de una ciudad y que Junín debe mirar con recelo de una buena vez.

Mientras la terminal, la bicisenda y el puente bajo nivel parecen ser las grandes obras para el año que se inicia, la ciudad tiene un enemigo silencioso que parece no existir pero está ahí, agazapado y golpeando la salud  a cada instante y que merece una urgente atención: es el medio ambiente uno de los grandes temas de la actualidad, porque es el que nos da la calidad de vida para vivir mejor.

Es la obligación de los gobiernos atenderlo y protegerlo con las leyes y los controles necesarios para que esta ciudad sea un mejor lugar para disfrutar.