martes 17 de junio de 2025

LOCALES | 7 feb. 2022

INVESTIGACIÒN

Buscando a Eva

Por Carolina Corfield (*)


TAGS: SARMIENTO

43 años de silencio llegan a su fin en un acto cargado de emociones y teñido de color verde. Es el 7 de mayo de 2019, se cumplen 100 años del natalicio de Eva Duarte, Evita.

Un aire de añoranza envuelve a todos los que se encuentran reunidos ese día en la platea techada del Club Atlético Sarmiento -la institución deportiva más representativa de la ciudad de Junín- para dar paso alredescubrimientodel busto de Eva, despojado del Estadio que lleva su nombre desde la última dictadura cívico-militar.

"Vamos a descubrir a la más linda de todas, tenemos el estadio más hermoso del mundo... Se llama Eva Perón, se las presento".Los aplausosy las canciones que entonan los hinchas ahogan la voz de Leonardo Ridolfi, miembro del Movimiento Cultural y Popular Sarmientista, quienes tomaron la iniciativa para que ese rostro de cemento blanco y eterno vuelva a su lugar de origen.

Los vaivenes de la búsqueda del busto de Eva, y su lucha por la restitución, atraviesan la historia de un club y una ciudadatada a la inestabilidad política del país por casi medio siglo. Movilizó pasiones, y destapó secretos que muchos preferían callar.

El primer busto

El 9 de julio de 1951, la primera plana del diario La Verdad de Junín anuncia que el día anterior, se inauguró en la ciudad el Estadio "Eva Perón" del Club Atlético Sarmiento. El estadio de cemento, como lo llaman sus hinchas.

Es Elisa Duarte,figura del peronismo en clave femenina, casada con el mayor Alfredo Arrieta y hermana de Evita, quien junto a funcionariosy representantes del peronismo local y nacional, llevan adelante los actos de apertura: se disputa un partido amistoso entre Sarmiento y RiverPlate,se enciende la llama votiva, se toman fotos.

En ese mismo evento, Elisa descubre una imagen de su hermana Eva realizada en mármol de carrara.

Un año después, en julio de 1952, por la cadena de radiodifusión nacional una voz masculina rasga la monotoníade los hogares argentinos: "Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20:25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación". Evita se vuelve eterna.

Los rostros de Eva

La tradición de los bustos de Eva Perón recorren a lo largo y ancho el territorio nacional. Las imágenes reproducidas en diferentes materiales, los monumentos que la representan a ella, a Juan Domingo Perón y a otras figuras del movimiento, supieron condensar la potencia y el lenguaje propio del peronismo. Se colocaron en plazas, ciudades, pueblos, instituciones, oficinas y escuelas. Sus nombres bautizaron calles, ciudades y otros rincones del país.

"La memoria se enraíza en lo concreto, el espacio, el gesto, la imagen y el objeto", señala el historiador Pierrre Nora.Los rostros de Eva fueron parte de los objetos de una memoria que la llamada Revolución Libertadora se esforzará en destruir.

De esa sonrisa sólo quedan fotos

El golpe cívico- militar que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón en 1955 no perdonó al Club Atlético Sarmiento.

Los diarios locales cubren sus páginas con imágenes de festejos en las calles céntricas de Junín, omitiendo el raid destructivo del que fueron objeto diferentes monumentos que se identificaban con el gobierno destituido. Sólo llama a mantener "la mesura" en los festejos.

Se viven días temor, se arrancan de cuajo placas, y se voltean y funden en hornos o a los golpes estatuas, monumentos y todo vestigio material de los años peronistas.

Ese primer busto de Eva no escapó al torbellino de violencia: fue arrancadode las instalaciones del Club, destrozado a martillazos y diseminado en un reguero de escombros por las calles de Junín.

La segunda Eva

En 1956 el decreto ley 4161 prohibió pronunciar los nombres de Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, así como cualquier mención a la ideología peronista.

Formó parte del llamado proceso de "desperonización"del que el Club Atlético Sarmientono fue ajeno: se arrancaron las letras con el nombre del Estadio del que solamente quedó esa palabra, Estadio. En 1963, en plena proscripción peronista, el artículo 2 del estatuto del Club se modificó y prohibió expresamente el uso del nombre "Eva Perón" para referirse al predio futbolístico.

Una década después, el 23 de septiembre de 1973, Juan Domingo Perón volvía a ganar las elecciones presidenciales con el porcentaje de votos más alto que ningún candidato haya alcanzado nunca.

La memoria siguió necesitando de sus lugares, y es así que finalmente en 1974unnuevo busto con el rostro de Eva (esta vez realizado en cemento) ocuparía el lugar del antiguo torso.

A nivel nacional se abría una etapa caracterizada por el incremento de la violencia política, y el rostro cementicio sólo duraría dos años en las instalaciones del Club.

La memoria tiene sus mecanismos propios, uno es el olvido.

"Nadie se acuerda de nada, muchos prefieren olvidar, los que sabían ya están muertos", son frases que se repiten cuando se trata de abordar los hechos sucedidos a partir del 24 de marzo de 1976.

Se abre un abismo, y el segundo busto de Eva también desaparece del Club para perderse en las sombras de los años.

Pasan las décadas, comienza un nuevo siglo, las fuerzas de la historia cambian la realidad social y política argentina.

Festejos

El 1de abril de 2011se realizan los festejos por el centenario del Club Atlético Sarmiento. En medio de una vorágine colorida de ofrendas florales y placas, socios, hinchas, camisetas y banderas verdes que inundan la ciudad, directivos y el intendente local descubren un nuevo conjunto de letras con el nombre "Estadio Eva Perón" en la parte alta de los vestuarios.

Las letras, confeccionadas en chapa, fueron encargadas a la Cooperativa Mayor Arrieta (sí,el marido de Elisa Duarte y cuñado de Eva) que funcionaba en los ex talleres ferroviarios. Un gesto que unía en una nueva trama, pasado y presente de una ciudad y un club.

La cancha de Sarmiento recupera su nombre, pero van a tener que pasar siete años para que en 2018 un grupo de hinchas conforme el Movimiento Cultural y Popular Sarmientista que se propone -entre otras cosas- volver a instalar una nueva imagen de Eva que reemplace a las desaparecidas por las dictaduras.

En una campaña movilizada por la pasión, los integrantes de este Movimiento van a encarar una movida con miras a reunir los fondos necesarios para la realización de un nuevo busto. Las acciones se publican en Redes Sociales y canales de televisión, se realizan entrevistas a sus referentes, los diarios locales publican la iniciativa.

Es una hoja de papel impresa en un periódico la que llama la atención de Juan Carlos Giménez, un jubilado ferroviario de 80 años, que no duda y llama al contacto publicado en el diario.

No se perdió, está escondido

Juan Carlos, en un primer contacto con Leonardo Ridolfi del Movimiento Sarmientista, revela que un amigo cercano tiene en su casa guardado desde hace décadas, el busto que el padre logró rescatar del Club y esconder de la última dictadura cívico– militar, un secreto que bien podría haberle costado la vida.

Pero con este dato revelador surge un nuevo dilema: él nunca vio el mentado busto, no sabe cómo es y no lo recuerda siquiera de cuando se encontraba emplazado; tal vez lo que tiene para contar es sólo una historia.

Los archivos de los diarios locales no conservan ejemplares en donde se muestre alguna imagen de ese segundo busto de Eva: si es que la hubo, se perdió o todavía espera escondida.

¿Sería realmente el mismo?

¿No es uno más de todos aquellos que desaparecieron?

¿Existe, es real?

Comenzaba entonces la tarea de comprobar la existencia primero, y autenticar y recuperarse busto después, un objeto que se había vuelto leyenda. Se despierta en los corazones de los hinchas el deseo de reinstalarlo para la celebración de los 100 años del natalicio de Eva Duarte.

En medio de las gestiones y negociaciones con los distintos miembros de la familia que había cuidado el busto, se dan cruces de versiones y se desatan malentendidos. Hay idas y vueltas, discusiones incluso en los medios de comunicación locales. Muchos llegan a pensar que va a ser más difícil de lo que se creía, cuando no imposible.

Esa llama que inflamó el pecho de los hinchas con la historia de Juan Carlos comenzaba a apagarse.

El mediador

Cuando el desconcierto invade, aparecen los pequeños indicios y las personas que ayudan a reconstruir la trama.

Otro hincha toma la posta, el Pluma Tuñón, amigo de la familia que custodiaba el busto, pero del cual ignoraba su existencia. Su rol se vuelve crucial por un motivo: fue testigo del emplazamiento del mismo en 1974.Con él no sólo va a llegar la confirmación de la autenticidad, sino también la intermediación entre el Movimiento que intenta recuperarlo y la familia.

Una tarde, acompañado de otros hinchas, el Pluma dirige su humanidad de más de un metro noventa a una casa ubicada en el9 de Julio, un barrio céntrico de la ciudad. Atraviesa pasillos y habitaciones, hasta que en un rincón sobre muebles viejos y papeles, envuelto en trapos y rodeado por los restos que forman la historia de un pasado familiar, se encuentra con un rostro que le devuelve la mirada luego de 43 años.

Durante décadas el busto de Eva fue resguardado por una familia juninense. Quien lo sacó del Cluben 1976 antes de que los agentes civiles y militares de la dictadura lo destrozaran, quien lo llevó a su hogar y lo escondió, falleció hace tiempo.

Esa tarea no la realizó solo, pero los nombres de sus acompañantes y de quienes se arriesgaron junto con él aún hoy se desconocen.

La tarea del cuidado la heredó su hijo y su familia, el busto se ocultó en galpones, huecos y hasta en un pozo ciego. Las medidas nunca eran suficientes: el miedo es una bestia que tiene mil ojos y oídos.

Una nueva época

En 1983 Argentina recuperaba la democracia, pero aún no era el momento indicado para la restitución del preciado busto, conveníapara todos esperar. Pasaron las décadas y los gobiernos, alumbraba un nuevo siglo y las esperanzas de muchos renacían.

Mientras los protagonistas de las historias pequeñas y mínimas como esta abandonaban el plano terrenal -llevándose los secretos de su siglo- los relatos en manos de familiares y amigos lograban sobrevivir, y se transformarían en acciones de recuperación de la memoria.

Aquel 7 de mayo de 2019, en el marco de los 100 años del natalicio de Eva Duarte, el Club Atlético Sarmiento de Junín vivió una fiesta.

Evita volvía a casa.

 

(*) Docente & Investigadora

Profesora de Historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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